Diez años de reflexión sobre el nacionalismo. El estado, la nación, la soberanía y lo hispánico. EDITORIAL Tirant Lo Blanc Libros
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Publié le 01 janvier 2008
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RESEÑA
RECIBIDO
22 de septiembre de 2008
PÁGINAS
De la
ISSN: 1885-365X
FICHA DEL LIBRO
Diez años de reflexión sobre el nacionalismo.
El estado, la nación, la soberanía y lo hispánico
AUTOR
José ANDRÉS-GALLEGO (coordinador)
EDITORIAL
Tirant Lo Blanc Libros; Valencia 2008 (805 págs)
einticinco estudiosos coordinados por el historiador José Andrés-Gallego nos pre-
sentan un extenso y denso volumen que trata de recopilar diez años de refl exio-
V nes acerca de un tema no ya candente sino especialmente ardiente en la España
actual: el nacionalismo. Se trata de estudiosos de distintos ámbitos de las ciencias socia-
les, aunque un tercio de ellos historiadores, y -lo cual es muy enriquecedor- tres de ellos
hispanoamericanos (dos argentinos y un venezolano).
Lo primero que llama poderosamente la atención de este libro es el origen del mismo.
Se trata de un trabajo muy minucioso de José Andrés-Gallego en el que ha transcrito lo
que se ha debatido de forma oral en sucesivos encuentros que han tenido lugar a lo largo
de una década. Confi eso que es la primera vez que me encuentro un libro con tan origi-
nal planteamiento de partida. Esto, por sí solo, ya merece que le prestemos interés y, de
entrada, suscita una refl exión sobre el trabajo que uno tiene entre manos y se dispone a
leer. Lo que se ha hecho en esta obra es muy complicado. Un debate o foro de discusión
tiene la riqueza del lenguaje gestual y la entonación del que interviene manifestando un
punto de vista. Pero cuando eso se transcribe a un papel no es casi imposible trasladar
ese metalenguaje a la palabra escrita. Son diez años de refl exiones de veinticinco perso-
nas con un criterio contrastado sobre el asunto central del nacionalismo del que derivan
refl exiones sobre el estado, la nación, la soberanía, lo hispánico, el pueblo, la patria, el
terrorismo… Es obvio que el coordinador de la obra ha recogido lo que la oralidad ha
expresado y a partir de ahí se ha tenido que lograr una buena redacción acorde a lo que
exigen los textos escritos. Esto ya es un valor, en el que se observa un trabajo previo de
todos los autores coordinados en presentar un texto bien elaborado, incluso con el aña-
dido en algún caso de gráfi cos para exponer con claridad cuestiones económicas.
No obstante, cuando uno se enfrenta al primer capítulo, sufre una decepción, que, no
mucho después, es la verdad, se constata que va a ser pequeña. Este primer capítulo
se anuncia como la respuesta a un porqué: el que se hable del nacionalismo hoy en Es-
paña. Pero al fi nal no se resuelve ese interrogante. Lo que se nos presenta es un relato,
casi una crónica, de los hechos relativos al nacionalismo más recientes –en torno a la
década de discusiones- pero con poca profundidad y escasa valoración. Eso conduce a
que se den por buenas o, al menos, se presenten afi rmaciones muy discutibles –si no
Revista Comunicación y Hombre · Número 4 · Año 20084 5
RESEÑAS RESEÑAS
falsas- en cuyo análisis no se profundiza. tión con la que se anuncia el capítulo no se van subsanando- las defi niciones con- llano ignorando que lo correcto es el uso
Si se cuestiona por qué se habla de nacio- se responde satisfactoriamente. Y, desde ceptuales a partir de la Historia o la pelia- de genéricos, que en la lengua española
nalismo en España y –como así se hace- luego, a partir del segundo capítulo, el libro guda cuestión derivada de la colisión entre son sólo masculinos. Que lo hagan quie-
se centra buena parte del contenido en el va creciendo. Porque ya empieza a vislum- lo que en el nacionalismo hay de ideolo- nes por su militancia en la llamada ideolo-
caso vasco, no se puede ignorar, como se brarse el gran valor de este libro. No nos gía y lo que el nacionalismo supone como gía de género les da igual manifestar así
hace en este capítulo, el elemento terroris- va a presentar una crónica de manifesta- práctica política. Después hay una intere- su incultura o responder a un mero interés
ta en esta cuestión. No se puede explicar ciones o actuaciones del nacionalismo en sante refl exión a la que se invita al lector - mediático es triste, pero en un estudio, en
el fenómeno del nacionalismo vasco sin el pasado reciente, como parece al princi- muy útil porque en la mayoría de los casos un trabajo como este que pretende ser se-
explicar lo que ha supuesto y supone ETA pio, sino que nos va a presentar debates este será español-, cuando le coloca ante rio no es de recibo.
y, además de la ausencia de explicación, de muy alto nivel. la realidad de que el llamado problema na- En un sentido similar hay que censurar
es inaceptable que las alusiones a esta De hecho en no pocas ocasiones se cionalista no es algo únicamente que pre- también el empleo del término Latino-
banda sean en alguna ocasión mediante plantean cuestiones para que el lector re- ocupe (o al menos que sólo ocupe) a Es- américa. No es admisible que en un libro
el eufemismo “organización armada” (p. fl exione. Incluso algún capítulo –el prime- paña. Y, en ese gran valor del libro como –incluso en algún caso por quienes son
40). ETA que es una organización terro- ro de la quinta parte, por ejemplo- termina provocador del debate y la refl exión en el historiadores como la investigadora del
rista y difícilmente se acaba con un pro- literalmente con un par de preguntas. De lector, la última parte planteada como una mundo hispánico en el CSIC, la profesora
blema si no se le identifi ca correctamente. esta forma, se le hace al lector intervenir, cuestión es la culminación lógica a todas Castro-, se utilice ese término para referir-
El terrorismo en España es un asunto muy como un participante más del debate, para las 750 páginas anteriores. se a Iberoamérica. Incluso tal erróneo tér-
sensible y grave e ignorarlo, considerarlo que una vez que cese su lectura piense Sin embargo hay que señalar algunos mino forma parte del título de un capítulo
–como se hace en el capítulo-un telón de sobre lo que ha leído. Esto es quizá el pun- últimos peros al libro en lo que se refi ere en la tercera parte del libro –aunque justo
fondo es hurtar una parte esencial en el to más interesante del presente trabajo; el a alguna terminología utilizada por alguno es reconocer que en el contenido de este,
análisis del problema. Se habla de ello, sí, planteamiento de debates para que el lec- de los autores participantes. Tal vez, cuan- el profesor Velarde en sus cuadros em-
pero en una clave meramente informativa, tor se cuestione muchas cosas. do se trata un asunto, el nacionalismo, tan plea el término adecuado de “Iberoaméri-
no valorativa ni de análisis. En mi opinión uno de los mayores valo- presente en nuestro entorno actual y que ca”-. El empleo de “latinoamérica” vuelve
Por otro lado, en este capítulo hay poco res del libro es la riquísima clarifi cación de suscita tanta polémica se puede correr el a caer en algo inaceptable en un trabajo
análisis histórico y demasiado político, lo bastantes conceptos que en torno al tema riesgo de intentar no levantar discrepan- académico: caminar por lo “políticamente
que provoca, por ejemplo, ignorar la clarísi- del nacionalismo se confunden e intercam- cias en temas que se pueden considerar correcto” cuando ello se aleja de lo cien-
ma manipulación de la Historia que supone bian con excesiva frecuencia y ligereza. La menores –error-, como puede ser el uso tífi camente aceptable. Sabemos que esa
el intento de incorporar Navarra a Vascon- clara delimitación de lo que es patriotismo del lenguaje. Tal es el caso del empleo en denominación es muy habitual en buena
gadas que son dos realidades claramente (virtud) frente a lo que es nacionalismo (vi- el libro de términos o expresiones, que parte de la gente cuando se refi ere a tal re-
diferenciadas desde el punto de vista de cio); la necesaria diferenciación entre los aunque sean habituales en el lenguaje lla- gión del mundo, pero cualquier historiador
la Historia. Pero este análisis se soslaya conceptos de nación histórica y de nación mado de la calle o en el de la clase política, debe saber que “Latinoamérica” no existe,
en las referencias a la cuestión Navarra política; o la más común entre patria, na- casi siempre con escaso interés por la ver- que dicho término es sólo un invento de
cuando se la relaciona con el vasquismo, ción y estado. Esa segunda parte en que dad y sí mucho por la rentabilidad política, la cultura francesa en el XIX por razones
en este capítulo. Como también, cuando se debate sobre el papel de la monarquía son inaceptables en un trabajo d

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