Biblioteca de Hospital
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Colecciones : Educación y biblioteca. Año 11, n. 100
Fecha de publicación : 1999

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Langue Español

Extrait

ESPECI NÚMERO 10
Bibliot ¡tal
Pero es a parir de la primera guerra mundial cuando el Concepto
interés por la lectura en los centros hospitalarios crece y se
Según la nonativa de la IFLA (1) el ténino biblioteca
generaliza, la gran cantidad de heridos que genera la guera
de hospital se utiliza para designar la biblioteca que facilita propicia que se introduzcan servicios de lectura a g esca­
material de lectura de tipo general a los pacientes y al per­
la en los hospitales. Los heridos, muchos de ellos con gra­
sonal de un centro hospitalario. Su fnción es ofecer seri­
ves mutilaciones, no pueden hacer ejercicios fsicos, es
cios y fondos específcos a aquellos ciudadanos que, debido
necesario distraerlos y la lectura es una actividad excelente
a su enfenedad, no pueden utilizar los servicios habituales
para facilitarles la evasión y la instrucción necesarias para
de la biblioteca pública.
su recuperación y reintegración social.
El derecho a la lectura y a la infonación de todo ciudadano
Finalizada la guerra algunos servicios se intermpen
adquiere una especial significación cuando perdemos la
pero la demanda fe t grande que se reiniciaron en hospi­
salud. La enfenedad nos aparta de nuesto contexto familiar,
tales civiles en diversas pares del mundo.
social, laboral, nos deja en manos de personal desconocido,
En el ámbito biblioteconómico surge en Londrs, en
nos priva de tomar iniciativas, llena nuestas horas de soledad,
1932, The Guild 01 Hospital Librarians, y se creará un sub­
de angustia, de dolor; la lectura en estas circunstancias puede
comité en la IFLA con el objeto de promover el estudio, la
ser compañía, evasión, puede ofrecemos infonación, puede
organización y la comunicación ente las personas vincula­
paliar horas de dolor, un libro en estas ocasiones es, como
das a las bibliotecas hospitalarias.
decían los antiguos, el mejor remedio del alma.
En España, después de la primer guer mundial, la
Asociación de Bibliotecarios y Biblióflos inicia un estudio
Visión histórica
de viabilidad de estos servicios; su realización práctica la
encontramos en el Hospital Clínico de Madrid, donde se ini­Una rápida ojeada histórica nos penite comprobar que
ciaron con la ayuda de los alumnos de los últimos años de siempre se ha interpretado la lectura como una actividad
Facultad. El éxito fe t grande que otos hospitales reco­benefciosa para el espíritu; los epígrafes encontrados en
gieron la iniciativa. Menphis y en Tebas a la entrada de la biblioteca la presen­
En Cataluña, Maria Miralda publica en 1934 su estudio taban como "lugar para curar el alma". Sabemos que en el
fnal de carrera Les Biblioteques d 'Hospital a Cata/unya siglo XIII se practicaban lecturas religioso-terapéuticas en
(2), que demuestra la extensión de estos servicios, siempre el Hospital Al-Mansur de El Cairo. Durante los siglos XVIII
voluntaristas, en los hospitales catalanes. y XIX era habitual el uso de la lectura con fnalidades tera­
péuticas en Francia, en Alemania, en Inglaterra y en Esco­ Durante la guerra civil la Direcció Tecnica de Bibliote­
cia. Ya en el siglo XIX encontramos bibliografa que estu­ ques Populars y los Sindicats d'Escriptors Catalans organi­
dia el fenómeno de la biblioterapia en Estados Unidos y, a zaron el Servei de Biblioteques del Front (3). Este servicio
principios del siglo XIX, el Hospital General de Massa­ se apoyaba en la creación de las denominadas Biblioteques
chussets organiza sistemáticamente una biblioteca con fon­ d'Hospitals de Sang, la preparación de lotes para las biblio­
dos especiales y la dota con u bibliotecario a jorada com­ tecas y el control y fncionamiento del bibliobús que las ali­
pleta. mentaba iba a cargo de la Central Tecnica de Popular.
EDCIÓ Y BBT -10, 199 22

ESPECI NÚMERO 10
La segunda guerra mundial incrementó todavía más los Existieron, no obstante, algunas excepciones signifcativas
que, debido a su peculiaridad, sólo son conocidas por los servicios bib liotecarios en los hospitales que, gracias a la
profesionales del área; en general tuvieron escaso impacto. experiencia previa, se desarrollaron con gran efcacia técnica.
A partir de la democracia, con las responsabilidades de Médicos, psicólogos y bibliotecarios organizaron grupos de
cultura y, en algunos casos, de sanidad transferidas a las trbajo y se lograron resultados prácticos de gran éxito (4).
Comunidades Autónomas, surgen respuestas variadas a lo
largo de la geografa hispánica, todavía débiles, Normativas
pero que en la mayoría de los casos traslucen un gran inte­
Finalizada la guera, la sección de la IFLA de bibliote­ rés por el tema.
cas de Hospitales trabajó con ahínco y en 1960 publicó en La actuación institcional más significativa y efcaz par
fancés un primer esbozo de normativa (5), unos años des­ promocionar servicios bibli otecarios en los hospitales de
pués se reemprendió el trabajo y en 1969 se publicó una muchas Comunidades Autónomas fue el convenio que fr­
segunda normativa (6). Cuando en 1973 se publicaron las maron el Ministerio de Cultura y el de Sanidad (1989-1993)
Normas de Bibliotecas Públicas (7), éstas incluyeron en su en el que asumían cada uno de ellos unas responsabilidades
ariculado los sericios hospitalarios, así como sericios en determinadas (10).
centros de día y residencias. Una radiob'fafa de la realidad de la biblioteca hospitala­
Finalmente en 1984 se publicó una nueva nonnativa de ra en España podemos ofccrla a parir de la encuesta rea­
biblioteca hospitalaria (8) que es la que actualmente está en lizada a fnales de 1997 con motivo de la I Jorada de
vigor. Las normas, además de tratar aspectos organizativos, Bihliotecas para Enermos en los Hospitales. Como paso
dan cifras orientativas respecto al fondo bibliográfco, al previo a la realización de esta Jorada, que tuvo lugar en
personal, e incluso sobre el espacio (9). Interesa hacer notar L'Hospitalet de Llobregat en octubre de 1997, se envió
que dedican todo un capítulo, el tercero, a servicios domici­ desde el Hospital "Princeps d'Espanya" de Bellvitge, una
liaios y a servicios en centros de día y residencias. encuesta a hospitales de todo el Estado.
Las nuevas tendencias hospitalarias, orientadas a estancias En su día José Luis Agueda de BIas, coordinador de esta
Jorada, hizo una interpretación de aquella encuesta que coras y a facilitar la recuperación de los enferos en casa, han
propiciado la implantación de servicios bibliotecarios domi­ hoy nos permitimos comentar (11).
ciliarios como complemento de la biblioteca de hospital. De los 170 cuestionarios enviados se consiguieron 48
Estos servicios van ganando protagonismo debido a la canti­ respuestas, de las cuales 36 refejaban que existía un servi­
dad de personas que siguen tratamientos médicos en casa, así cio bibliotecario para enfermos y 6 afrmaban que estaban
como a los ancianos recluidos en su domicilio, con escasa o preparando ofrecerlo a corto plazo.
nula movilidad. Las Pautas para Bihliotecas Púhlicas de la La mayoría de los servicios se han establecido entre los
IFLA (1985) Y el Maniesto sobre la Biblioteca Pública de la años ochenta y los años noventa y su origen se debe al
UNESC (1994) insisten en la obligatoriedad de ofrecer servi­ acuerdo establecido entre el Ministerio de Cultura y el de
cios bibliote carios en los hospitales ya domicilio y vinculan la Sanidad, citado anteriormente, a la creación en los hospita­
les de la Unidad de Atención al Usuario (que, en algunos biblioteca públ ica con esa responsabilidad.
casos, asume la responsabilidad de este servicio), o bien a la Los avances tecnológicos y las nuevas orientaciones en la
práctica médica actual están planteando cambios signifcati­ iniciativa del municipio que ofrece ayuda a su biblioteca
pública y, con la colaboración del hospital, inicia el servicio vos en los servic ios bibliotecarios para personas enfermas. En
como una extensión de la misma. estos momentos desde la Sección de la IFLA de Servicios
Básicamente el servicio que se ofece es el préstamo que Bibliotecarios para Personas en Situación de Desventaja, se
se realiza en la misma habitación, utilizando un carrto ha creado un grupo de trabajo que ha iniciado la redacción de
móvil, a través de una solicitud telefónica o bien, en unos una nueva normativa que deberá contemplar los servicios que
pocos casos, en una sala de lectura. Este sericio, dedicado la biblioteca hospitalaria de hoy debe ofrecer a sus usuarios.
preferentemente a los enf ermos, también se hace extensivo
al personal del hospital y a los acompañantes. Estado de la cuestión en España <

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