En México, la oferta de los medios de comunicación pareciera ser de las más variadas del mundo. En la televisión las mujeres pueden ver telenovelas, los niños caricaturas, los hombres partidos de fútbol, y la familia disfrutar de algún reality show o de una película de Hollywood. La radio satisface prácticamente todos los gustos. Hay programas de cocina, de chismes, noticiarios de deportes, música para todas las edades, radio novelas, programas de superación personal. La prensa es igual de diversa en su oferta. Los periódicos deportivos, la prensa de chismes, las revistas para jóvenes de 15 a 21, las de caballeros, los semanarios políticos y la prensa de corazón inundan los puestos de periódicos. Si echamos una mirada un poco más allá de la copiosa oferta que los medios ofrecen al público podemos ver que no es tan variada como aparenta. La cantidad de programas informativos que existen en la esfera pública es producida por dos poderosos oligopolios especializados en la industria del entretenimiento: Televisa y Tv Azteca.