Project Gutenberg's El paraiso de las mujeres, by Vicente Blasco IbanezThis eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and withalmost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away orre-use it under the terms of the Project Gutenberg License includedwith this eBook or online at www.gutenberg.netTitle: El paraiso de las mujeres NovelaAuthor: Vicente Blasco IbanezRelease Date: January 24, 2004 [EBook #10822]Language: SpanishCharacter set encoding: ISO Latin-1*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK EL PARAISO DE LAS MUJERES ***Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and PG Distributed Proofreaders EL PARA�SO DE LAS MUJERES VICENTE BLASCO IBA E�Z EL PARA�SO DE LAS MUJERES (NOVELA) Copyright 1922.AL LECTORConsidero necesario dar una explicaci n sobre el origen de este libro. �Una casa editorial cinematogr fica de los Estados Unidos me pidi hace � �un a o una novela para convertirla en _film_, recomend� ndome que fuese �muy in�teresante y se despegase por completo de los convencionalismos y�rutinas que hasta ahora vienen observ ndose en las historias presentadas �por medio del cinemat grafo. �Yo admiro el arte cinematogr fico--llamado con raz n el s ptimo � � � �arte�--, por ser un producto leg timo y noble de nuestra poca. Como � �todo progreso, ha encontrado numerosos enemigos, que fingendespreciarlo; especialmente entre los escritores faltos de lascondiciones necesarias para servir este ...
Project Gutenberg's El paraiso de las mujeres, by Vicente Blasco Ibanez
This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
with this eBook or online at www.gutenberg.net
Title: El paraiso de las mujeres
Novela
Author: Vicente Blasco Ibanez
Release Date: January 24, 2004 [EBook #10822]
Language: Spanish
Character set encoding: ISO Latin-1
*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK EL PARAISO DE LAS MUJERES ***
Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and PG Distributed Proofreaders
EL PARA�SO DE LAS MUJERES
VICENTE BLASCO IBA E�Z
EL PARA�SO
DE LAS
MUJERES
(NOVELA)
Copyright 1922.
AL LECTOR
Considero necesario dar una explicaci n sobre el origen de este libro. �Una casa editorial cinematogr fica de los Estados Unidos me pidi hace � �
un a o una novela para convertirla en _film_, recomend� ndome que fuese �
muy in�teresante y se despegase por completo de los convencionalismos y�
rutinas que hasta ahora vienen observ ndose en las historias presentadas �
por medio del cinemat grafo. �
Yo admiro el arte cinematogr fico--llamado con raz n el s ptimo � � � �
arte�--, por ser un producto leg timo y noble de nuestra poca. Como � �
todo progreso, ha encontrado numerosos enemigos, que fingen
despreciarlo; especialmente entre los escritores faltos de las
condiciones necesarias para servir este arte, aunque lo deseasen. La �
llamada Rep blica de las Letras es un estado conservador y mis� geno, que �
se subleva instintivamente ante toda novedad y la repele con sarcasmos
que cree aristocr ticos. �
Cuando se invent la imprenta, una gran parte de los literatos de �
entonces tambi n la consideraron como algo populachero y ordinario, que �
nunca podr a gustar los esp �ritus escogidos. Fu � preciso el transcurso � �
de algunas decenas de a os para que todos se convenciesen de que el �
libro impreso, aunque menos hermoso que el c dice escrito mano y con � �
letras capitulares art sticamente iluminadas, serv a mejor � la difusi n � � �
de las ideas y al mejoramiento intelectual de la humanidad.
Dentro de un siglo las gentes se asombrar n tal vez al enterarse de que �
hubo escritores que presenciaron el nacimiento de la cinematograf a y no �
hicieron caso de ella, apreci ndola como una diversi n pueril y fr vola, � � �
buena nica�mente para el vulgo ignorante.
Conozco todas las objeciones contra el cinemat grafo y su creciente �
difusi�n. Son las mismas que todav a estas horas formulan algunas � �
devotas, en el fondo de las provincias, contra la novela y contra el
teatro, crey ndolos la perdici�n de la humanidad y la causa de todas las �
inmoralidades existentes.
Si la cinematograf a no hubiese de dar en el curso de su desarrollo �
otras cosas que el sainete grotesco inveros mil que hace reir con � �
payasadas de _clown_, las historias de ladrones y detectives, yo �
abominar�a de ella, como lo hacen muchos. Pero el nuevo arte est �
todav�a en los primeros vagidos de su infancia; no tiene m s all de � �
veinticinco a os de existencia--que equivalen veinticinco minutos en� �
la historia de un invento til--, y nadie sabe hasta d nde pueden llegar � �
el desarrollo de su juventud y el esplendor de su madurez.
Tambi�n la novela di en distintos per odos� de su vida una floraci n de � �
libros que tuvieron por h roes bandidos simp tico�s tenebrosos y � � � � � �
polic�as �providenciales�, y � nadie se le ocurre decretar por ello la
supresi�n de dicho g nero literario. Al lado de la novela psicol� gica y �
de observaci n directa existir siempre la novela de follet�n. Y lo � �
mismo puede decirse del teatro. Juntos con el drama y la comedia,
atraer�n siempre una gran parte del p�blico el melodrama espeluznante �
� la farsa grotesca.
La cinematograf a no iba librarse de esta divisi n� impuesta por los � �
dos gustos diversos y antit ticos que se reparten la gran masa del �
p�blico. Como ocurre en la infancia de todo arte, el primer producto del
cinemat�grafo ha sido el melodrama terror fico y la farsa que hace reir �
hasta desquijararse, g neros que con m s rapidez atraen las � � �
multitudes. Pero ahora, despu s de dos docenas de a os de existencia, � �
los que nos preocupamos del desarrollo cinematogr fico vamos viendo c mo � �
se afina el gusto del p blico en las naciones m s instruidas y c m�o al � �
lado de las historias para reir y las tragedias detectivescas surgen las
primeras manifestaciones de la verdadera novela cinematogr fica, con �
caracteres extra dos de la realidad, observaciones psicol gic�as y una �f�bula que mantiene despierto al mismo tiempo el inter s del espectador. �
Yo creo pr ximo el nacimiento de muchas novelas cinematogr� ficas que �
ser�n al mismo tiempo grandes obras literarias. Pero estas novelas
resultan de m s dif cil producci n� que una novela en forma de libro, ya � �
que en ellas no es posible lo que en la jerigonza literaria llamamos el
�relleno�.
* * * * *
La cinematograf a no es el teatro mudo, como creen muchos; es una novela �
expresada por medio de im genes y frases cortas. �
El teatro tiene convencionalismos de lugar y de tiempo, impuestos por
los breves l mites de un escenario, y de los cuales no puede librarse.�
En cambio, la acci n de la novela no reconoce limites; es infinita, como�
la del cinemat grafo, y puede componerse de tres � cuatro historias �
diversas, que se desarrollan la vez, y al final vienen confundirse � �
en una sola; puede tener por escenario los lugares m s diversos de �
nuestro planeta.
Una obra teatral llegar , cuando m s, hasta siete actos y cambiar sus � � �
decoraciones quince veinte veces: pero le es imposible ir m s all . � � �
Una novela, lo mismo que una historia cinematogr fica, puede disponer de �
tantos escenarios como cap tulos, tener por fondo los m s diversos � �
paisajes y por actores verdaderas muchedumbres.
Repito que el s ptimo arte� es novela y no teatro, y tal vez por esto� �
todas las obras teatrales c lebres que fueron trasladadas al �
cinemat�grafo pasaron inadvertidas, mientras las novelas famosas, al ser
filmadas, obtuvieron grandes xitos, agrand ndose el inter s de su � � �
f�bula con la plasticidad de los personajes que el lector s lo hab a � �
podido imaginarse vagamente trav s de las l neas impresas. � � �
Hoy empieza aumentar considerablemente en todas las naciones el n� mero �
de los novelistas que nos preocupamos del arte cinematogr fico. �
La multiplicidad de los idiomas con