LIBRARYfIc^\ p. níaSAN DIEGOJespañolee?Uito:c0^£>ibltoteca t)eHuevaDtzccción Delbd)o laPelado.. ^2l^joscBaíUv//3BaíUíé:etíbzezía íedit02íal oeBna, núm. lo.pia3a oc Santa1905INTRODUCCIÓNPoco cultivado fué en España durante los siglos pajSados el género autobiogi'áfico,ya que no podemos incluir en éste las numerosas vidas espirituales que nnesti'as reli-giosas escribieron, donde los hechos externos quedan relegados al olvido ó mencionadosligeramente; rara excepción entre ellas es la de Santa Teresa, en cuyo privilegiadoespíritu se unieron la contemplación la acción , carácter que se refleja en sus obras,y-las cuales contienen no solamente los favores divinos é iluminaciones interiores quelogró aquella mujer extraordinaria, mas también un relato de los mil trabajos que sufri(5hasta realizar la santa empresa que le estaba encomendada (').Bastaba pues , la rareza de dichas autobiografías seculares para tenerlas en sumo,aprecio el cual debe acrecentarse teniendo en cuenta la importancia de esta forma,histórica que nos presenta la evolución completa de los hechos, desde el pensamientonacido en el alma como efecto del medio social ó de condiciones individuales hasta surealización. son para laLos documentos, por regla general, más los cancillerescos,yHistoria algo parecido á cuerpos genio de ilustres escritoresmuertos , en los cuales elcomo ...
LIBRARYf
I
c^\ p. nía
SAN DIEGOJespañolee?Uito:c0^£>ibltoteca t)eHueva
Dtzccción Delbd)o la
Pelado.. ^
2
l^joscBaíUv//3BaíUíé:etíbzezía íedit02íal oe
Bna, núm. lo.pia3a oc Santa
1905INTRODUCCIÓN
Poco cultivado fué en España durante los siglos pajSados el género autobiogi'áfico,
ya que no podemos incluir en éste las numerosas vidas espirituales que nnesti'as reli-
giosas escribieron, donde los hechos externos quedan relegados al olvido ó mencionados
ligeramente; rara excepción entre ellas es la de Santa Teresa, en cuyo privilegiado
espíritu se unieron la contemplación la acción , carácter que se refleja en sus obras,y
-las cuales contienen no solamente los favores divinos é iluminaciones interiores que
logró aquella mujer extraordinaria, mas también un relato de los mil trabajos que sufri(5
hasta realizar la santa empresa que le estaba encomendada (').
Bastaba pues , la rareza de dichas autobiografías seculares para tenerlas en sumo
,
aprecio el cual debe acrecentarse teniendo en cuenta la importancia de esta forma,
histórica que nos presenta la evolución completa de los hechos, desde el pensamiento
nacido en el alma como efecto del medio social ó de condiciones individuales hasta su
realización. son para laLos documentos, por regla general, más los cancillerescos,y
Historia algo parecido á cuerpos genio de ilustres escritoresmuertos , en los cuales el
como Macaulay Taine inspira un aliento vital que parece resucitar los cadáveres dey
vivos,sus tumbas. La gran ventaja de las autobiografías consiste en ser documentos
humana:útiles sobre toda ponderación si no ofreciesen un escollo inherente á la condición
la vanidad, por cuyo motivoque hace falsificar los hechos ó exagerarlos cuando menos,
han sido miradas confundir ocasiones locon prevención bastantes de ellas , temiendo en
que era pura novela con la narración histórica. Aun así, las autobiografías poco verídicas,
cual es, por ejemplo, la de Duque de Estrada, nos transmiten datos inapreciables acerca
estado losdel social en su época, de costmnbres de oü-as mil cosas desdeñadas pory
todavía predomina la parte(1) En su Vida y más en el Libro de las fundaciones, pues en aquélla
ascética. Sabido es que estas dos obras fueron impresas por vez primera en Salamanca, año 1588, y
cuidó de la edición nada menos que el autor de la Profecía del Tajo'j de Los Nombres de Cristo. De
las innumerables ediciones posteriores sigue siendo la mejor, por sus notas críticas é históricas, la
que incluyó D. Vicente de la Fuente en la Colección de autores españoles. De estas las demás pro-y
ducciones de Santa Teresa trato extensamente en mi Biblioteca de escritoras españolas..
AüTODIOaRAFÍAS Y MEMORIAS. 1MEMORIASAUTOBIOGRAFÍAS Y
II
de ellas por hombresclásicos. Escritas algunaslos historiadoresoficiales ó porcronistas
cuan profundas raíces teníaaventureros, nos muestransoldadoscondición, yde humilde
en multitud de libros; pasajescomo se halla descritavida picaresca talrealidad laen la
Casti'o de Conti-eras que pare-Em-íquez, de Miguel dede D. Alonso ylas vidashav en
Qiixmán de Alfarache.del Oran Tacaño ó dedel Lazarillo,copiadoscen
nos presentan sus autores como rufianes,desparpajo del mundo semayorCon el
aunque se ha ponderado mucho la hipocresía derateros, puesmendigos ótahm-es
entonces mayor franqueza que ahora; cuando menosacaso reinaraantepasados,nuestros
convencional eufemismo con que actiialmente se disfrazan laselhabía inventadono se
viles censm^ables.acciones más y
aim eltanto , las autobiografías donde el historiador, el literatoson por yCampo ,
materiales que en otra parteno pocos difícilmente se hallarían.pueden recogersociólogo
II
Academia Española da esta definición de la autobiografía:Diccionario de la RealEl
ella misma». Definición que,una persona, escrita por como bastantes de las«Yida de
interpretarse literalmente, pues la palabra vida no puede entenderseno debeetimológicas,
ella , sino en su mayor tiempo ó en un período considerable por sula totalidad deen
importancia, ya absoluta, ya relativa, de los sucesos en él ocuiTidos.extensión ó por la
tomada en el sentido que hemos dicho la palabra autohiografia^ no puedeMas aun
con la denominación de género autobiográfico, siendo éste de mayor extensión,coincidir
cartas relaciones de sucesos particulares, méritos otroscomprende hasta las , depues y
persona redacte acerca de vida los cuales no debenescritos breves que una su , se
verdadera denominación es la de documentos autobiográficos.llamar autobiografías; su
comprendo en la palabra no solamente las relacionesPor estas razones autobiografía^
la vida , sino también aquellas que abarquen un período relativa-de la mayor parte de
siendo más corto trate de sucesos importantes, excluyo losmente extenso, ó que y
breves relativos á un hecho aislado pues aunque pertenecen al génerodocumentos y
,
no pueden ser reputados como autobiografías.autobiográfico,
Y hechas estas aclaraciones, manifestaré que no voy á ocuparme de las autobiografías
trato enmeramente espirituales, obras casi en su totalidad de religiosas, pues de ellas
el con-mi Biblioteca de escritoras esjmñolas premiada por la Biblioteca ISTacional en
,
está imprimiendo Tampoco hablaré decurso público del año 1898 que se actualmente.y
que he llamado autobiográficos, exceptuando ajgunos en que se refierenlos documentos
sucesos notables de nuestra Historia.
A fin de evitar el desorden en la exposición, he clasificado las autobiografías segilu
la condición de las personas á quienes pertenecen , teniendo en cuenta que el elementoINTRODUCCIÓN' iii
subjetivo predomina en ellas que suele destacarse sobre los hechos la figura pequeñay
ó grande, obscura ó gloriosa del autor que los cuenta.
Tal almétodo me ha parecido preferible cronológico, no obstante que éste tendría la
ventaja de ofrecer un cuadro de nuestros tiempos pasados, agrupando en cada siglo los
personajes de diferentes clases que narraron toda ó parte do su historia, donde se verían
las varias manifestaciones de la vida nacional: el escritor hablándonos de sus obras, el via-
jero de sus peregrinaciones el aventurero de sus dramáticos sucesos.y
Fijándome en el estado, profesión ó género de vida que distinguió principalmente á
cada uno de los personajes, he ordenado sus autobiografías de la siguiente manera:
Capítulo I.—De reyes.
II. ministros,—De políticos funcionarios públicos.y
— III.—De navegantes conquistadores.y
— IV.— viajeros.De
— Y.—De militares.
— VI.— aventureros.De
— VIL- -De oradores escritores.y
— VIII.—De clérigos religiosos.y
— IX.—De mujeres.