Envejecimiento vs. autonomía: reflexiones sobre un falso dilema (Aging vs. Autonomy: Reflections about a false dilema)

Salvador

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Resumen
Este artículo reflexiona sobre el sentido de la vejez y su relación con la autonomía de la persona. Se estructura en tres momentos: en el primero presenta la devaluación de la edad dorada a partir de distintas visiones sobre la vejez y el envejecimiento que van de la Antigüedad clásica y los siglos cristianos a la Modernidad y su crisis y a los signos de revalorización de la época actual. Aborda después la raíz del problema en la aparente contradicción entre autonomía y persona. Allí analiza el papel de la autonomía como manifestación o como fundamento de la
persona y trata de despejar los falsos dilemas –autonomía vs. vida humana
autonomía vs. envejecimiento
autonomía vs. solidaridad-. Finalmente apunta algunas ideas para encontrar un sentido auténticamente humano del envejecimiento.
Abstract
This article is a reflection on the sense of old age and its relation to personal autonomy. It can be structured in three phases: firstly, it presents the devaluation suffered by old age through different conceptions about it -from classic Antiquity and Christian times to Modernity and its crisis till the signs of revalorization today. In a second instance it reflects on the root of the problem in the apparent contradiction between autonomy and person. There the article analyses the role of autonomy as a manifestation or as a basis of the person and tries to clear the false dilema –autonomy vs. human life
autonomy vs. old age
autonomy vs. solidarity-. Finally, the article points out some ideas in order to find an authentic human sense to old age.

Sujets

• Senescencia
• Tercera edad
• Persona
• Dignidad
• Solidaridad
• Ageing
• Old age
• Person
• Dignity
• Human life
• Solidarity

Informations

• Publié par: erevistas
• Publié le: 01 janvier 2005
• Nombre de lectures: 38
• Langue: Español

Extrait

AUTOR INVESTIGACIÓN
RECIBIDO
30 de abril de 2005Salvador Antuñaño Alea
ACEPTADO
Universidad Francisco de Vitoria 28 de junio de 2005
PÁ[e-mail]
De la 165 a la 179
ISSN: 1885-365X
Envejecimiento vs. autonomía:
reflexiones sobre un falso dilema
Aging vs. Autonomy: Reflections
about a false dilema
Este artículo reflexiona sobre el sentido de la vejez y su relación con la autonomía de la perso-
na. Se estructura en tres momentos: en el primero presenta la devaluación de la edad dorada a
partir de distintas visiones sobre la vejez y el envejecimiento que van de la Antigüedad clásica
y los siglos cristianos a la Modernidad y su crisis y a los signos de revalorización de la época
actual. Aborda después la raíz del problema en la aparente contradicción entre autonomía y
persona. Allí analiza el papel de la autonomía como manifestación o como fundamento de la
persona y trata de despejar los falsos dilemas –autonomía vs. vida humana; autonomía vs.
envejecimiento; autonomía vs. solidaridad-. Finalmente apunta algunas ideas para encontrar un
sentido auténticamente humano del envejecimiento.
This article is a reflection on the sense of old age and its relation to personal autonomy. It can be structured in three
phases: firstly, it presents the devaluation suffered by old age through different conceptions about it -from classic Anti-
quity and Christian times to Modernity and its crisis till the signs of revalorization today. In a second instance it reflects
on the root of the problem in the apparent contradiction between autonomy and person. There the article analyses the
role of autonomy as a manifestation or as a basis of the person and tries to clear the false dilema –autonomy vs. human
life; vs. old age; autonomy vs. solidarity-. Finally, the article points out some ideas in order to find an authentic
human sense to old age.
Palabras clave: Envejecimiento, vejez, tercera edad, etapas de la vida, principio de autonomía, persona, dignidad, vida
humana, solidaridad.
Key Words: Aging, old age, stages of life, principle of autonomy, person, dignity, human life, solidarity.
Introducción: Planteamiento del problema sobre el sentido de la
vejez y su relación con la autonomía de la persona.
Los avances científicos y tecnológicos –especialmente en el campo de la biomedicina-,
el estado del bienestar y otras circunstancias del mundo desarrollado van alargando la
esperanza de vida y no parece inverosímil que dentro de unos años en esas regiones
se pueda alcanzar con una cierta normalidad el siglo de vida en condiciones de calidad
aceptables. Sin embargo, al final de un tan prolongado tiempo, a pesar de los medios de
la ciencia, los seres humanos terminarán también envejeciendo y no podrán suprimir la
muerte. En otras palabras: puede ser que la ciencia consiga prolongar la vida, pero al ha-
Revista Comunicación y Hombre · Número 1 · Año 2005166
cerlo estará también dilatando nuestro en- consideraron como una edad sabia, nece-
vejecimiento que resultará, al final, como saria, provechosa y respetable.
la misma muerte, inevitable. Sumergidos Así, las sociedades no sólo con frecuen-
en el estado del bienestar y acostumbra- cia se estructuraron en torno a un consejo
dos a eludir situaciones los aspectos “me- de ancianos, desde la Gerusía –“anciani-
nos agradables” de la realidad, nuestro dad”- de Esparta, a la misma Roma, en
tiempo no suele reflexionar demasiado donde tal consejo se llamó “Senatus” –que
sobre el final de la vida –el envejecimiento literalmente sería algo así como “anciana-
y la muerte-. Y sin embargo, si uno no se do”-, sino que, sobre todo, las sociedades
muere antes, terminaremos encontrándo- crearon cultura, instituyeron leyes y pro-
nos con la vejez –y con su consecuencia gresaron sobre el patrimonio legado por
1última, la muerte - . Sin ponernos tétricos los mayores. La representación más ideal
–esa actitud nada ayuda a esclarecer las del carácter romano es Eneas, el piadoso
ideas- en este artículo se reflexionará so- héroe que lleva sobre sus hombros a su
3bre el envejecimiento desde una perspec- anciano y frágil padre Anquises . En las
4tiva filosófica y humanista, intentando des- epístolas de Séneca –y hasta en los es-
5cubrir el sentido humano que puede tener critos epicúreos - la vida entera es asimi-
esa etapa conclusiva de nuestra vida y su lada a la vejez, en la que mira como en un
relación con la facultad de autonomía, par- espejo la quebradiza condición humana y
ticularmente en nuestra cultura. aprende a morir un poco cada día.
Para proceder con un cierto orden, También los tiempos cristianos, siguien-
nuestra reflexión recordará primero algu- do y ampliando la pauta marcada por la
nas concepciones sobre la vejez, unas pa- venerable tradición judaica, estimaron la
sadas y otras todavía actuales; en segun- vejez como la edad donde se debe alcan-
do lugar distinguiremos y analizaremos lo zar la sabiduría y transmitir los valores a
que es la autonomía, y apuntaremos final- las generaciones siguientes. Son elocuen-
mente alguna idea para la recuperación tes los pasajes del Antiguo Testamento
de un sentido auténticamente humano del que se refieren al testimonio de honesti-
proceso del envejecimiento, de su fragili- dad, prudencia y valor que se espera de
dad y dependencia . los mayores –como el “ejemplo de noble-
za y de virtud” del nonagenario Eleazar
que se narra en el segundo libro de los
1. La devaluación de la edad 6Macabeos - y contundentemente claros
dorada: distintas visiones sobre los preceptos sobre el cuidado, respeto y
la vejez y el envejecimiento cariño que se les debe como obligación
71.1. La experiencia común de la huma- de justicia - o la comprensión y ayuda
nidad: La Antigüedad clásica, los siglos cuando alcancen la senilidad y la pérdida
8cristianos y otras culturas, veneraron la de fuerzas físicas y mentales ; y todas
vejez como una edad sabia, necesaria, estas actitudes quedan compendiadas,
provechosa y respetable santificadas y sancionadas en el cuarto
La experiencia universal de la humanidad mandamiento.
nos ha mostrado casi siempre que enveje- Custodia de esta concepción, del apre-
cer es algo más que una mera oxidación cio al anciano, de su cuidado y ayuda ha
de células, y el sentido común nos dice sido siempre la institución natural de la
que algo valioso conserva el anciano, aun- familia –hasta que ha entrado en crisis-.
que merme su autonomía. Es fácil encon- En ella, en efecto, la persona es querida
trar en la Antigüedad clásica, en los siglos y valorada no por lo que tiene o por lo que
9cristianos y en otras culturas testimonios hace, sino por lo que es en sí misma . Por
abundantes sobre la veneración que sus eso, de forma natural, los hijos y aún los
hombres tuvieron por la vejez, a la que nietos asumieron el cuidado de los padres
Envejecimiento vs. autonomía: reflexiones sobre un falso dilema por Salvador Antuñano Alea167
y abuelos cuando estos ya no podían va- importante y cuán justa es cada una de
12lerse por sí mismos, al tiempo que recibían estas causas” .
de ellos aportaciones que superaban con Y el gran Orador concluye que el ancia-
creces el ámbito material y eran por ello no puede continuar con sus negocios –y
más valiosas. cita el caso de Sófocles, que en su ancia-
También culturas distintas de la nidad y para mostrar la plena vigencia de
nuestra han coincidido con sus facultades escribió una de sus obras
nosotros en su aprecio por maestras, Edipo en Colono (cuya trama,
el anciano, hasta san- por cierto, es en sí misma una defensa del
También cionarlo en sus mismas anciano)-. Concluye Cicerón también que
culturas religiones. Así, los si disminuyen las fuerzas físicas, el ancia-
distintas de la textos sagrados del no tampoco las necesita tanto, pues tiene
hinduismo hacen del ahora otras ocupaciones más espirituales, nuestra han
anciano una imagen para las que está más avezado que el jo-coincidido con
10de Brahma . O en ven. En cuanto a la pérdida de los place-nosotros en su
los preceptos dados res, desde su visión estoica, la considera
aprecio por el
por Confucio –cuya re- antes una ventaja que un daño, pues las
anciano ligión entera se asienta pasiones nublan la mente y la conciencia
sólidamente en el respeto a la par que llevan al vicio y al crimen, y sin
a los mayores, a sus normas, ellas el anciano puede alcanzar la sereni-
costumbres, honor,...-. O en las tra- dad de espíritu y la prudencia, la sabidu-
diciones del Buda, donde se nos dice que ría y la vida feliz –que tienen sus propios
fue precisamente la contemplación sobre honestos y virtuosos placeres-. Sobre la
un anciano una de las causas que movie- muerte concluye con rigor lógico profun-
ron al príncipe Sidharta a inici