Manuel Quero Jiménez, pionero de la Cardiología pediátrica española
3 pages
Español

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris

Manuel Quero Jiménez, pionero de la Cardiología pediátrica española

-

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris
Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus
3 pages
Español
Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus

Description

Resumen
En este XVI Memorial Guillermo Arce-Ernesto Sánchez Villares se entrega la medalla, a título póstumo, al Dr. Manuel Quero Jiménez concedida por unanimidad en la reunión del Comité del Memorial en Salamanca en noviembre de 2002. Falleció en Madrid el 22 de agosto cuando se encontraba en fase de preparación de la Conferencia de Clausura. La Dra. María Jesús Maître Azcárate, ha concluido el trabajo iniciado y lo ha hecho en nombre y como homenaje a su entrañable maestro y amigo. Fue un apasionado militante de la ciencia cardiológica pediátrica, a quien ?nada humano le fue ajeno?. Entregado a la medicina, descuidó en demasía su propia salud. Sin Manuel Quero no se puede entender la cardiología pediátrica española
tampoco sin cardiología pediátrica se alcanza a hacerlo con la vida de Quero. Fue una fortuna conocerlo. Por eso, en el adiós hay mucho sentimiento. Su palabra sosegada, su mirada limpia, su aspecto distraído, encerraba una inmensa humanidad. Aquélla a la que, en la emotiva celebración religiosa en el Salón de Actos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, aludía reiteradamente el celebrante...

Sujets

Informations

Publié par
Publié le 01 janvier 2003
Nombre de lectures 85
Langue Español

Extrait

Boletin -120 p 27/1/04 15:18 Página 353
BOL PEDIATR 2003; 43: 353-355
Editorial
Manuel Quero Jiménez, pionero de la Cardiología
pediátrica española
M. CRESPO
Universidad de Oviedo. Hospital Universitario Central de Asturias.
En este XVI Memorial Guillermo Arce-Ernesto Sánchez desarrollar el tema de una manera más amena, para que
Villares se entrega la medalla, a título póstumo, al Dr. Manuel todos nos entretengamos un poco, incluso Manolo que qui-
Quero Jiménez concedida por unanimidad en la reunión del zás nos oiga”, escribe Maître al enviar el original que publi-
Comité del Memorial en Salamanca en noviembre de 2002. camos en este mismo Boletín de Pediatría.
Falleció en Madrid el 22 de agosto cuando se encontraba en Con la muerte de Quero perdemos una las personali-
fase de preparación de la Conferencia de Clausura. La Dra. dades que mayor empeño puso por el reconocimiento ofi-
María Jesús Maître Azcárate, ha concluido el trabajo inicia- cial de las “especialidades“ (o áreas de capacitación especí-
do y lo ha hecho en nombre y como homenaje a su entra- fica”) de la pediatría española.
ñable maestro y amigo. Fue un científico destacado, un gran docente y un amigo
Fue un apasionado militante de la ciencia cardiológica “excelente e inolvidable”. Bregó incansablemente con don
pediátrica, a quien ”nada humano le fue ajeno”. Entregado Ernesto en pro del reconocimiento de la cardiología pediá-
a la medicina, descuidó en demasía su propia salud. Sin trica como especialidad. Treinta años después de la prime-
Manuel Quero no se puede entender la cardiología pediá- ra aportación de Sánchez Villares en Granada, hemos sido
trica española; tampoco sin cardiología pediátrica se alcan- testigos de momentos cambiantes de esperanza y de desi-
za a hacerlo con la vida de Quero. Fue una fortuna cono- lusión. Me gustaría apostar por los primeros, ahora que el
cerlo. Por eso, en el adiós hay mucho sentimiento. Su pala- Pleno del Consejo Nacional de Especialidades Médicas ha
bra sosegada, su mirada limpia, su aspecto distraído, ence- reiterado su aprobación y la Ley de Ordenación de las Pro-
rraba una inmensa humanidad. Aquélla a la que, en la emo- fesiones Sanitarias, ofrece perspectivas para su desarrollo.
tiva celebración religiosa en el Salón de Actos del Hospital Testimonios extraídos de las ideas de Arce, Sánchez Villa-
Universitario Ramón y Cajal, aludía reiteradamente el cele- res y, también del mismo Quero y de juicios de relevantes
brante. figuras de la medicina española nos ayudarán a completar
Maître ha resumido la evolución experimentada a lo esta breve aproximación a su protagonismo en la cardiolo-
largo de estos años, en una patología ciertamente comple- gía pediátrica española.
ja, a la que nuestro homenajeado contribuyó decisivamen- “El camino seguido por las especialidades ha cubierto
te. Sus aportaciones al estudio de estos “corazones univen- dos de las tres etapas de su recorrido - decía Sánchez Villa-
triculares” han sido originales y brillantes, tanto en el diag- res en 1992 -. En la primera - los 60 - nacen en el seno de la
nóstico anatómico de sus variantes, como en el manejo médi- Asociación. Durante los 70 tienen lugar los tres hechos cla-
co y en las indicaciones quirúrgicas. “Es obvio que Mano- ves que posibilitan su desarrollo real: adquisición de come-
lo habría terminado el trabajo mejor de lo que yo he hecho, tido asistencial, representatividad científica y reconocimiento
pero he procurado seguir el esquema que dejó”.....”espero profesional - al menos nominal-. La tercera fase se ha cum-
BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE PEDIATRÍA DE ASTURIAS, CANTABRIA, CASTILLA Y LEÓN 353 Boletin -120 p 27/1/04 15:18 Página 354
Manuel Quero Jiménez, pionero de la cardiología pediátrica española
plido en parte. Las especialidades pediátricas que han alcan- Las dificultades y los retrasos no siempre se debieron a
zado entera personalidad, no han conseguido la expresión la Administración española. Así lo reconoce Manolo Quero,
tangible de lo que es su existencia real. Falta el que oficial- uno, tal vez el más significado, de los promotores de la car-
mente sean reconocidas con acreditación y/o titulación espe- diología pediátrica. Al referirse a la necesidad de dotar pla-
cífica. Sin duda ésta es una meta que se está demorando en zas de jefes de servicio de cardiología pediátrica y cirugía
(1)demasía...” . cardíaca, criticaba que “tal premisa es algo muy difícil de
La cardiología pediátrica registra a partir de los 40, nota- digerir por muchos jefes de departamento (que me perdo-
bles logros en el diagnóstico y tratamiento de las cardio- nen las honrosas excepciones que conozco) que no quieren,
patías congénitas: desarrollo por Cornard y col. (1941) del ya tan cerca de su categoría jerárquica a profesionales que
cateterismo cardíaco que se estaba intentando desde 1905, puede que a ellos le resulten molestos, pero que en todo caso
(1) (3)anastomosis subclavia-pulmonar (1945)... . Para ello, “des- son beneficiosos para los centros hospitalarios “ . Denun-
pués de numeras reuniones se consiguió pleno acuerdo para cia de una realidad, que hoy, estimo, afortunadamente supe-
la cardiología pediátrica, pero al intentar que se trasladara rada.
al BOE quedó detenido en los entresijos de la Administra- Sobre un “sexteto de profesionales” iba a tener lugar la
ción”. fase de creación y desarrollo más rápido de las vertientes
Una cardiología pediátrica no ajena, sino integrada en médica y quirúrgica de la especialidad, “que caminaron en
una pediatría sólida que mejoraría su nivel asistencial y solitario durante 3-4 años en una atmósfera de entusiasmo
docente y, sin duda aún más, su faceta investigadora. La y entrada al trabajo prácticamente sin límites”. El sexteto
integración de las subespecialidades en la pediatría general estaba constituido por Quero, Pérez Martínez y Moreno Gra-
la resuelve Betke con esta mágica fórmula: hacer que el éxito nados en la faceta médica y por Álvarez Díaz, Lozano y Brito
y el florecimiento de las subespecialidades dependan de su en la quirúrgica. A esa etapa de su vida la recuerda como
íntima colaboración con la pediatría general. El hospital debe “uno de los períodos más entrañablemente creativos de
ser organizado de tal forma que garantice esta dependen- nuestra profesión”. “El trabajo era enorme, por lo que el
cia. Propone una fórmula mixta en la dedicación, lo que conocimiento y la experiencia se adquirían con gran velo-
en su opinión tiene ventajas para los pacientes, los residen- cidad”. Cada verano durante las vacaciones Quero acudía
tes y la organización hospitalaria. Ésta es también nuestra al Great Ormond Street Children Hospital (Prof. Bohman
(1)experiencia . Carter y Waterston) en Londres y el Hospital Bicêtre (Profs.
Don Guillermo había sido un precursor en este pensa- Nouailles) en París. Mostraba su satisfacción cuando decía:
(2)miento. Arce escribía en el prólogo del primer tomo de su “en realidad, en 1977 al final de este período de 12 años, la
Patología del Recién Nacido: ”....naturalmente, que todo lo cardiología pediátrica española era ya mundialmente cono-
que antecede (la oportunidad y necesidad de un libro de cida en las tres vertientes de su actividad (asistencia, docen-
(4)recopilación, clasificado por aparatos, de las diferentes enfer- cia e investigación)”. .
medades médicas y quirúrgicas que pueda presentar un Jaso, determinante en la proyección profesional de
recién nacido, con sus particularidades etiológicas, clínica Quero, escribía así su perfil: Abbot codificó la dispersa nómi-
y terapéuticas) no quiere decir que seamos de la opinión de na de las malformaciones cardíacas, Taussig se lanzó a la
que la patología del recién nacido deba ser disgregada o tarea de diagnosticar in vivo los diversos cuadros clínicos
separada de la pediatría general. Nada de esto. Tenemos más importantes, Gross inició la corrección hemodinámi-
cada día más arraigado el concepto amplio de nuestra espe- ca de las cardiopatías congénitas. “Entre nosotros, Quero ha
cialidad, por creer que corresponde exclusivamente al pedí- sido trasunto fiel de la Doctora Taussig”. Quero y colabo-
atra, el estudio de las enfermedades infantiles en todas sus radores viven la aventura en el hospital pediátrico a “pie de
(5)manifestaciones y períodos del crecimiento. Precisamente, fábric

  • Univers Univers
  • Ebooks Ebooks
  • Livres audio Livres audio
  • Presse Presse
  • Podcasts Podcasts
  • BD BD
  • Documents Documents