FORMAMOS EL GAC Y ESCRIBIMOS ESTE LIBROLORENA FABRIZIA BOSSIVANESA YANIL BOSSI INDICE FERNANDA CARRIZOMARIANA CECILIA CORRALNADIA CAROLINA “CHARO” GOLDER 5 PRÓLOGO grupodeartecallejero@gmail.com 9 (CON)TEXTO(S) PARA EL GAC 19 INTRODUCCIÓN COLABORARON EPÍLOGO Y EDICIÓN EDICIÓN DE FOTOGRAFÍAS 23 SALIR POR SALIRCON TEXTOS COLECTIVO SITUACIONES VANESA BOSSIRAFAEL LEONA TINTA LIMÓN 37 PENSAMIENTOS CARTOGRÁFICOSCOLECTIVO SITUACIONES DISEÑO GRÁFICO 55 CONCEPTOS Y PRÁCTICAS DE JUSTICIA: MESA DE ESCRACHE POPULAR CORRECCIÓN CAROLINA KATZGRACIELA DALEO EXPERIENCIAS DESDE LA MESA DE ESCRACHEPRÓLOGO DISEÑO DE TAPA Los escraches. Un poco de historiaANA LONGONI GAC Pensando el trabajo barrial SEBASTIÁN HACHER Caminando justicia 77 EL ESCRACHE COMO PUNTO DE PARTIDA PARA RE-PENSAR LA IMAGENEsta edición se realiza bajo la licencia de uso creativo compartido o Creative Commons. Está permitida Escrache: uso de la imagenla copia, distribución, exhibición, utilización y recreación de la obra bajo las siguientes condiciones: Parque de la MemoriaUsted debe atribuir la autoría de la obra original a GAC. Los “carteles de la memoria”Sólo está autorizado el uso parcial o alterado de esta obra para la creación de obras derivadas siempre “AquI viven genocidas”que estas condiciones de licencia se mantengan para la obra resultante. 97 IMAGEN Y MEMORIA El escracheEStE LIbro HA tEnIDo EL APoyo DE FoUnDA tIon For ArtS ...
FORMAMOS EL GAC Y ESCRIBIMOS ESTE LIBRO
LORENA FABRIZIA BOSSI
VANESA YANIL BOSSI INDICE
FERNANDA CARRIZO
MARIANA CECILIA CORRAL
NADIA CAROLINA “CHARO” GOLDER
5 PRÓLOGO
grupodeartecallejero@gmail.com 9 (CON)TEXTO(S) PARA EL GAC
19 INTRODUCCIÓN
COLABORARON EPÍLOGO Y EDICIÓN EDICIÓN DE FOTOGRAFÍAS
23 SALIR POR SALIRCON TEXTOS COLECTIVO SITUACIONES VANESA BOSSI
RAFAEL LEONA TINTA LIMÓN 37 PENSAMIENTOS CARTOGRÁFICOS
COLECTIVO SITUACIONES DISEÑO GRÁFICO
55 CONCEPTOS Y PRÁCTICAS DE JUSTICIA: MESA DE ESCRACHE POPULAR CORRECCIÓN CAROLINA KATZ
GRACIELA DALEO EXPERIENCIAS DESDE LA MESA DE ESCRACHE
PRÓLOGO DISEÑO DE TAPA Los escraches. Un poco de historia
ANA LONGONI GAC Pensando el trabajo barrial
SEBASTIÁN HACHER Caminando justicia
77 EL ESCRACHE COMO PUNTO DE PARTIDA
PARA RE-PENSAR LA IMAGEN
Esta edición se realiza bajo la licencia de uso creativo compartido o Creative Commons. Está permitida Escrache: uso de la imagen
la copia, distribución, exhibición, utilización y recreación de la obra bajo las siguientes condiciones: Parque de la Memoria
Usted debe atribuir la autoría de la obra original a GAC. Los “carteles de la memoria”
Sólo está autorizado el uso parcial o alterado de esta obra para la creación de obras derivadas siempre “AquI viven genocidas”
que estas condiciones de licencia se mantengan para la obra resultante.
97 IMAGEN Y MEMORIA
El escrache
EStE LIbro HA tEnIDo EL APoyo DE FoUnDA tIon For ArtS InItIA tIvES Plan Cóndor
Contra el apagón del terror
Esta edición cuenta con el apoyo del Centro Cultural de España en buenos Aires Juicio y Castigo
Acciones barriales
Acciones legitimantes del Estado
con respecto a los DDHH
Aparecidos en la Facultad de Derecho
121 INVASIÓN
rafaela Carras
135 19 Y 20 DICIEMBRE 2001Pensamientos, prácticas y acciones del GAC. - 1a ed. - buenos Aires : t inta Limón, 2009.
26 de junio de 2002368 p. : il. ; 15x21 cm.
155 MINISTERIOS DE CONTROL.
ISbn 978-987-25185-0-9
PLAN NACIONAL DE DESALOJO
Acción directa en los silos de Puerto Madero1. Movimientos Sociales. I. título
Desalojarte en progresiónCDD 303.484
171 COMUNICACIÓNFecha de catalogación: 17/06/2009 177 METODOLOGÍAS
trabajo dentro del grupo
trabajo con otros grupos
Los formatos
Efectividad y eficacia
Dinámica de los métodos
Genealogía de ciertas prácticas
dentro del grupo
Genealogía en relación a la historia
de las producciones simbólicas
La cuestión del autor
197 REGISTRO FOTOGRÁFICO
209 ESPACIOS DE RECONOCIMIENTO
Y LEGITIMACIÓN DE LAS EXPERIENCIAS
229 RELACIONES INSTITUCIONALES
1. La teoría de la “infiltración”
2. Estrategia de apropiación de recursos
3. Como espacios de intercambio creativo
y político con otros grupos afines
Los viajes que generaron resonancias
255 BLANCO MÓVIL
267 PENSAR A LA DEFENSIVA
¿Cómo intervenir este circuito
tan seguro y naturalizado?
279 PARA MUESTRA BASTA UN BOTÓN
Gatillo fácil
El poema visual
El afiche y los carteles en las vallas
Las cucarachas de la normalización
299 ANTIMONUMENTO
¿Arte politico?
¿Cómo se legitima un exterminio?
La desobediencia castigada
nuestra políitica: la lucha de lo simbólico
¿Por qué un antimonumento?
Ley antimonumento a Julio Argentino roca
317 ACCIONES Y PROYECTOS
335 EPÍLOGO
341 AGRADECIMIENTOSPrologo
Por Sebastián Hacher
Es lícito imaginarlas con glamur, vestidas de negro y con botas al tono,
parecidas en su sigilo y elegancia al ladrón de la Pantera Rosa. Pero en vez de
asaltar museos, ellas irrumpen en el espacio público para robar sus símbolos y
transformarlos en algo nuevo. Lo hacen con tanta personalidad que generaron
el efecto inverso al que sufren la mayoría de los colectivos: a pesar de contar
con algunos hombres en sus filas, todo el mundo las conoce así, en femenino.
Son las chicas del GAC, el Grupo de Arte Callejero. En sus manos, una señal vial
puede convertirse en el aviso de la proximidad de un genocida, una publicidad
de shampoo en una denuncia sobre presos políticos, o una encuestadora en
alguien capaz de perforar conciencias a preguntas. Después de cada acción, es
sabido, las chicas del GAC dejan las ropas oscuras a un lado y festejan al ritmo
de Rafaela Carrá, con pelucas platinadas y plumas incluidas. Quien las haya visto
bailar puede dar fe. En ellas no existe contradicción entre la acción política y el
goce, entre la vida cotidiana y el arte, entre lo privado y lo público. Por eso es
tan difícil clasificarlas, encerrarlas en los marcos del catálogo, tanto a sus inter-
venciones como a ellas mismas.
No es casualidad que el grupo haya nacido una década atrás. Contemporáneos
a sus primeros murales, los piqueteros del sur del país reinventaron el corte de
ruta más o menos en las mismas fechas en que ellas se reunían por primera
vez. Los piquetes de entonces frenaban el tránsito para hacer visible una des-
ocupación que alcanzaba sus picos más altos. Era una vuelta al espacio público,
una forma de retomar las calles después de tantos años de silencio. Las chicas
del GAC saltaron a ese espacio sin cargar con las mochilas ideológicas de los
viejos militantes, y reformularon, ellas también, formas de hacer visible lo invi-
sible. Sacaron el arte a la calle y estiraron sus límites hasta ponerlos al alcance
de cualquiera. Tanto que al principio el mundillo que se creía dueño del arte les
negó entidad. Es que las acciones del GAC no fueron ni son algo espectacular,
destinado a los medios de comunicación o al reconocimiento de los iguales. Sus
intervenciones tienen una raíz mucho más profunda y compleja: son un diálogo
directo con la señora que va a la carnicería changuito en mano. El GAC decidió
aprovechar ese recorrido desde la casa hasta el negocio para interferir las señales
5
que el transeúnte recibe en su camino. En ese sentido, quizás una de las acciones descubiertos. Ése podría ser el símbolo de la época: un tiempo en el que los artis-
más logradas sea el volante pegado en los postes de luz durante los escraches a tas callejeros se confundían con la masa –tal vez, como siempre habían soñado– y
los genocidas. A simple vista, eran fotocopias con estética de maestra particular en el que los representantes del Estado tenían que actuar desde la clandestinidad.
y troquelados para que el potencial cliente se llevara información. De cerca se
notaba la verdadera intención: distribuir la dirección y teléfono del torturador im- Aquel período en el cual lo fantástico parecía cotidiano duró varios meses, hasta
pune, para que cualquiera pueda llamarlo y decirle lo que piensa. Así, un recurso que el Estado se reacomodó para contragolpear. La represión del Puente Pueyrre-
del marketing barrial se convierte en una invitación a construir condena social. don en junio de 2002 –con el saldo de dos piqueteros muertos– la posterior con-
Tampoco es casualidad que el 19 de diciembre hayan hecho llover 10 mil para- vocatoria a elecciones generales y el desalojo de la fábrica recuperada Brukman
caidistas de plástico sobre el centro porteño. Algún historiador tendrá que tomar en el año 2003 fueron hitos fundamentales. Las obreras textiles que habían ocu-
nota de la anécdota: justo cuando el país estalla, un grupo de desconocidas pado su fábrica sintetizaban todo lo que representaba el 20 de Diciembre. El día
inunda el corazón financiero del país con miles de soldados que caen desde el del desalojo –una noche lluviosa de semana santa– muchos entendimos que nos
cielo. Ellas no saben lo que depara el futuro cercano, pero tienen conciencia de estábamos jugando el todo por el todo: sentíamos que recuperar la fábrica qui-
época, de los sentimientos que se caldean a su alrededor. Es un arte callejero zás era recuperar la esperanza de que el espíritu del 20 de Diciembre seguía vivo.
que prefigura casi al milímetro lo que está por venir, una muestra de que quizá
los Guernica del futuro sean obras efímeras, anónimas y colectivas. En aquella época yo vivía en Villa Insuperable, a una hora del barrio donde está
Brukman. Después del desalojo, en las noches prefería dormir frente a la valla
Después del estallido, en el verano caliente de 2002, parecía que el país entero policial que volver a casa. Así ahorraba el dinero del viaje y estaba al tanto de
se convertiría en una intervención del GAC. Las acciones donde se mezclaban todas la novedades. Éramos varios en la misma situación. Entre todos hicimos
la protesta y lo artístico eran impulsadas desde asambleas en las plazas de la una ranchada frente a la fábrica, que con el correr de los días se pobló en una
ciudad. La vida de miles de personas era una performance permanente. Los aho- mezcla de militantes, obreras y linyeras que encontraban en el campamento un
rristas destrozando las fachadas de los bancos, los desocupados con sus capu- ámbito amigable. Si dormir en la calle es complicado, hacerlo frente a la Infante-
chas cortando autopistas, e incluso los cacerolazos frente a Tribunales estaban ría, con los nervios de punta y poco dinero, hace las cosas todavía más difíciles.
cargados de una subversión de los símbolos como nunca habíamos imaginado. El smog impregna la nariz y ayuda a que la ciudad se vea desde un punto de
El arte, como habían soñado las chicas del GAC, tomaba las calles. vista nuevo. La realidad se suspende y uno termina por sentirse un polizón en
Recuerdo que en aquella época el GAC se acercó a los familiares de los muer- medio de un naufragio.
tos durante el 20 de diciembre, y juntos organizaron los homenajes para señalar Recuerdo que era otoño, y que una de las chicas del GAC hacía guardapolvos de
los lugares donde habían caído las víctimas de la represión. La placa de Gustavo papel y los colgaba en los árboles con sogas, simulando un tendal de ropa. Se
Benedetto, asesinado frente el banco HSBC, era destruida de forma sistemática veía como una mezcla de juegos de origami y collag