El Auxiliar Médico: revista mensual profesional, n. 083 (1933)

Desconocido

Description

L! linfadenitia aguda en los niños, no obstante ser un estado frecuente y a vecee peligroso, puede tratar¡e a menudo satis­ factoriamente sin necesidad de operar . • Adem¿s de la hiperemia pasiva y el yodo, lo opJicaci6n constante del calor b6medo e& un procedimiento esencial sin ocurrir pedqdos alternantes de calor y. frlo . • La A.utiphlogistine resulta ser uno de los mejores métodos )lar";¡ la aplicación del calor húmedo continuo. Esparcir una capa giueSll y caliente sobre toda la zona afee· tada, es un tratamiento que resulta a me· nudo en la reducción de la linfadenitis en mu_y poco tiempo. THE DENVER CHEI'tUCAL ~IA:'iUH, y dispensa de honordl'ios y hunwnid.Jd, no,olrolo Jiq­ ~o. como es nalurnccdcmos. vincial de Sanidad pdl'a salvar delin · Está fracasado el procedimiento se cuentes. quido por d Coleqio de prc1cticilnles El segundo caso. el que se refiere a para combatir el INTIWSfS:"-10; ni el a los vínculos de familiaridad, es qra · Inspector Provincial d..: S,1n1dad, ni ciosísímo, según criterio de una per­ el Gobernador e¡,,¡¡ de lc~ provinc!cl. sonalidad médica cordob.:sa, el he­ nos atienden. mira1k lo con una indi cho de ser familia le releva de toda lercncia i¡lrdndi,imd nucstr•lS dem,m respons.1bílídad y lo mismo que dciS y dci ndL)5Cnos un lrt~ lu de dcs una me funestos plemente bicarbondto só.

Sujets

• Enfermería
• Medicina
• Médecine

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• Publié par: helvia
• Publié le: 01 janvier 1933
• Nombre de lectures: 27
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• Langue: Español
• Poids de l'ouvrage: 5 Mo

Extrait

L! linfadenitia aguda en los niños, no
obstante ser un estado frecuente y a vecee
peligroso, puede tratar¡e a menudo satis­
factoriamente sin necesidad de operar .
• Adem¿s de la hiperemia pasiva y el yodo,
lo opJicaci6n constante del calor b6medo
e& un procedimiento esencial sin ocurrir
pedqdos alternantes de calor y. frlo .
• La A.utiphlogistine resulta ser uno de los
mejores métodos )lar";¡ la aplicación del
calor húmedo continuo. Esparcir una capa
giueSll y caliente sobre toda la zona afee·
tada, es un tratamiento que resulta a me·
nudo en la reducción de la linfadenitis
en mu_y poco tiempo.
THE DENVER CHEI'tUCAL ~IA:'iUH<.1'1JRJNC CO.
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iElAuxiliarMédico
ljl Ó 16"''0 DEL COLEGIO OFICIA'- lJE PRACTICANTES EN JI
IJ MEDICINA Y CIRUGIA DE LA PR OVINCII· DE CÓRDOBA JI
Olrector Fuaelador; 1 Reducfon l:l Admln lslrll.clón. 1 Redactor Jefe: J
l.ollo 6on~átez Cl!bellrJ Quinle,.._,, ,vin num (6ondoma~J J Manuel lloua¡¡o lllulloz
~- Afio IX ll Córdoba, Enero 1935 11 Núm. 83]
Consideraciones sobre Intrusismo
Enlre lns muchos tcnws que intere Ley es nuestro, y nadie puede ni de­
san a la clasr y que poco a poco be influenciar a nadie c1 que usurpe
iremos locando desde las columnas el derecho ajeno- Pero al fin la ma
de EL AUXILIAR tv!ÉDICO. eslima­ niobra ha salido tal y como se la tra­
mos merece más ur11encia e importan­ zaron nuestros "bueno; amis;ros"; los
cia EL INTRUSIS~10 que tan dí hecho;; se han consumado y el fin q ue
rectamente aiecta a la profesión se proponían lo han conseguido en
y con l<~l ma¡znítud que necesi­ toda Íil línea; deben, por tanlo, estar
ta una cspccídl aknción por parte de muy satisfechos, l sto es: El pan, • así
¡odoslos interesados a que desapim:Z· ciícho tan d esnuclamente , se lo han
ca, sí es que 'lerdudcramentc tenemos quitado al praclicantc, a infinidad ele
un átomo del conceplo • diSJnidacl honrados padres de iamílic1; en una
protesionill". Citsa sí, en otra lambién, y en todas
en qcncral, existe uno o una d e esas En esla mísmd Revíslc1, aunque ha­
muchas que a diario adícslran los ce dl¡zunos atios, hemos Ira lado múl­
bienhechores de nuestra clase en la tiples veces tk este enojoso tem<1, y
práclica ele inycclar, única misión por en a ii!UIJaS ocdsioncs ¡,, necesidad nos
lo ~isl0 que le atribuyen al praclican­hizo recurrir a la prensa local pc1ra
te, ya que olras más elevadas no lle­que se nos escuchura y no se desoye­
qan a nosotros por que nueslros "pa­ran nueslrJs jusi as demandas de jus
dres" se las apropian, cosa lamenla­ticia; no tratamos, por ahora, de acu­
sar a nadie, n1 lampoco señalar quié­ ble, pero que como mal menor d ebie­
nes han sido los iniciadores y lomen ran hacerlo lambién con las inyeccio
ladorcs del I~TRUSlS:V!O en nuestra nes antes que entres¡¡arlas al público,
profesión que se ha interpuesto en pura ridiculizar y desprestiqiar a una
nuestro ejercicio profesiunal, ürreba­ clase que no parece sino q ue la tie
l~ndonos lu que por ímp~rcltívo de la nen condenada al h,1 mbre.
­­­­­­­-=-2 ______ __:: E ;.:::.L_:.AUXILIAR !1EDICO
Pues bien en tales circunstancias rccun icndo al conocidísimo !ruco de
tocé! poner remedio a lciS cOS<.I>, y dispensa de honordl'ios y hunwnid.Jd,
no,olro<; prc!¡funlamLh: Anl<.: este cs en este caso, si así fuese, los practi­
pect,kulo, ¿qul! picn<;cl lhlcer ¡,, clase'! cantes pucd.:n ejercer de médico por
humJnid,ld y sin cobrar, ,umque luc¿[~csil;¡nursc? ¿:viorir <;m un ~t:>lo Jiq­
~o. como es nalur<ll, el qLIC recibe tan no, sin dcfcnJer,c:, sin 11 '"'11' un pl.1n
para probar fuerzas 'i' medir haslil bu.:na obra ha¡¡a un 'l'C\!alillo• en di·
dónde es d..1ble nu.:slr,, jusl,l ,lckn:xl? neru o en es~ecies, el caso no hace.
Nosotros no; perm1hmos exponer Pues bien, este caso es uno de los
m1cslras ; u,.¡er.:ncicb sobr..: este ilsun­ considerando; de la Inspección Pro­
lo (.fllC lélnlo inlcn::, le cc>nccdcmos. vincial de Sanidad pdl'a salvar delin ·
Está fracasado el procedimiento se cuentes.
quido por d Coleqio de prc1cticilnles El segundo caso. el que se refiere a
para combatir el INTIWSfS:"-10; ni el a los vínculos de familiaridad, es qra ·
Inspector Provincial d..: S,1n1dad, ni ciosísímo, según criterio de una per­
el Gobernador e¡,,¡¡ de lc~ provinc!cl. sonalidad médica cordob.:sa, el he­
nos atienden. mira1k lo con una indi cho de ser familia le releva de toda
lercncia i¡lrdndi,imd nucstr•lS dem,m respons.1bílídad y lo mismo que
dciS y dci ndL)5Cnos un lrt~ lu de dcs una m<~dre da un purgante al niño
i¡¡:ualdad entre o tras profcsk1ncs Sd puede aphcdrle una inyección. Nos­
nilarias, pues mientras se propusieron otros estimamos que el caso no es
Jermindr con el intrusismo e:~ Vderi­ il,lual, la madre que da un pur!Janlc
nariil y úllirndmentc en Pa rmJci,, , ,,¡ nilio-uunquc siempre mal hecho­
viéndose caso, de mulldr muy alld­ élla. por sí sola, prescribe 1 e]ccula,
men le a dro~ueros por expender sim qu~ si el purJlunle tu~ie>e funestos
plemente bicarbondto só.lico, el in de;cnldnces, aunque probado el buen
trusismo en la protcsión dt: practican deseo que le indujo a la maJre cuan­
le no encuentr<J apoyo oor la vía qu do lo dió, no sería más que un ale­
bern<'ltiva, y conste que con las ante IJUanle de su pena. En el Sl"\!Undo
riere!' rnaniles ~acioncs no lrat,lmos de caso, id madre con ser madre, no ~stá
iuzqar sunciones impu..:slt~s a nadie. y autorizada ni capaciladi.l par<~ ejecu
sí sólo establecer comparaciones, pa tar en su hijo actos que compelen a
ra lwcer ver el por qué l cJ jusl iciil no un profesional, como por d hecho
se aplica por Í\lUéll en iquales delitos. de ser madre no puede impunemcn- ·
le matarlo I\wcce ser, "¡' éste es un punto él es
clarecer, que aquellos que ddinqu~?n --------------------------
en l <1 profesión Je pr.1clicanle, lodos Compañero: Si conoces aígún prac
:e séllvdn, por J os cc1usas: Prestación tica ue qtu 110 /zaya cwup/Jdo el r<'­
!Jrdtis dd servicio inspirados por sen­
qtmt/o fe cuteginción obligatoria, fS iimicnlvs humanitaric)S, o por \'tncu­
ltt Jl'ber COtnll'licar/o a la /unta Li· los de iamiliaridc1d l':n el primer Cc1SO
hemos de d ecir que no conocemos recliva, para que ella realice las
la Ley que perdone unc1 pena cuando gestio11es oporluaas .
se .llropclle la mismcl Ley <1Uih.¡uc sea
­­­­­­­­­­­­­­­EL AUXfLIAR i'lÉDICO
Cuc~ndo los praclican!es hemos Ira la Ley le autorice, para posterio r
lucio de soh·entar estos casos y poner continua rla conjuntamente con el
colo a estos abusos, estableciendo aboqado.
qestiones con la clase rnédicc1, se nos Huell!il consi¡znar que mencionada
contesta o se nos hacen los ·con;ide comisión debe de invesli¡,¡ar hasta
randos que hemos dejado expuestos qué punto ampara la Ley el ejercicio
anteriormente, lueqo podemos con­ de nuestra profesión en liospitale::.
\7encernos que nuestra familia no cfinicds particulares, casas de S•>co
presta atención a nuestros males. co­ rro, ele . a aquellas pers[)nas que,
Sd muylóqica, por que parte de ellos unas con diplomas y otras sin nada,
son los autores de los mismos, queda, ejercen actos que las leyes tienen ca­
pues, un camino a sequir, pero ~a­ ldloq,Jdos como función d el que po­
lienkmenle, constantemente; el cami­ see el título de practicante.
no de la justicia, el procedimiento Esta labor no debe inspirar a la
judicial, pero hemos de lle~ar a cabo clase el menor miedo, como es ft·e­
este procedimiento con un qran espi­ cuente cuando se tratan ciertos asun­
rilu de clase y sacrificio, por que tos, delcndcr un derecho y una d iq­
aunque lo parezca no cslcl el can1ino niclad profesiondt es una oblil)"ación,
muy llano para correr, y hemos de y &1 ilbanclonar unil defensa leqílima,
sa l~ar .;trdnc.les tropie~os, pero asi y es una cobardí,l, pens<H tan débil y
todo se impone afrontdr el asunto pobremente es al¡¡o que nos envilece,
con serenidad y con todas las deri como nuestro pleito es mu'i' fundamen­
vaciones que pu