Con Alfonso Sastre, a propósito de su "Miguel Servet"
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Colecciones : Tiempo de historia. Año III, n.30
Fecha de publicación : 1-may-1977

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Publié le 01 mai 1977
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Langue Español

Extrait

Teatro
Con Alfonso Sastre,
a propósito de su
"Miguel Servet"
Una entrevista de Moisés Pérez Coterillo
Expulsado de Fran­ español el pasado
cia cua1'ldo iba a verano.
presentar un libro De vuelta entonces
de Eva, su mujer, a Madrid, a la es­
hecho de testimo­ pera de que este ter­
cer simulacro de nios recogidos en la
prisión, Alfonso amnistía abra las
Sastre era puesto puertas de la prisión
en manos de la Po­ y pueda, después de
tan larga pesadilla, licía española en
rehacer la vida con virtud de una orden
su mujer y sus hijos, del ministro Ponía­
hoy dispersos, en su towski, finnada en
casa aún precinta­la Navidad última,
cuando a propósito da, y reanudar su
oficio de escritor, y de u na huelga de
hambre en solidari­ también su militan­
dad con los presos cia política en un
políticos que co­ proyecto que para
menzó a celebrarse Alfonso no ha pa­
sado, con tanto agi­en la catedral de
En palabra. de Alfon 1-0 Sa.tre -.1 que vemos--, .. 1. HI.tona Iratl
tar verbal de demo­Bayona, fue a dar del. r.alldad tal como ,e ha producido, mlenlr., que el drama trata
del mundo d, lo posible. En l. Hi,torla, que e. rica en po,lbllldad •• , con los huesos en la cracias: el de la re­se produce una entre 1,. mucha, que pudieron '.r~.
comisaría. Termi­ volución.
naba así un exilio silencioso y fecundo en En medio de todos estos sucesos, se pro­
duce el eSlrel10 en Barcel0l1a de su obra Burdeos donde Sastre ha realizado el
«La sangre y la ceniza. Diálogos de primer tomo de su obra sobre la imagi­
Miguel Servet» , un espectáculo que ha rlaciórz.
La Po/icia italiana le retiene pocas se­ realizado el colectivo «El Buho») y en el
que han trabajado de común acuerdo el manas después porque se encuentra en una
autor y el grupo. Sobre esta obra, sobre la lista de españoles no deseables, él que ha
figura de Servet, sobre las relaciones entre recibido invitaciones tan oficiales como la
el teatro y la Historia, hemos mantenido de la Bierm.ale de Venecia para presidir
con Alfonso Sastre, la siguiente entrevista. la mesa de los coloquios sobre teatro
124

-Sobre la ngura de Servet
publicaste en t 967 una bIo­ COLECTIVO EL BUHo, de Madrid
grafía, teFlores rojas para MI­
guel Servet. (Ed_ Rlvadenel­
ra. Madrid), q ue coincide con
la primera edición ~n ita­
lia- de tu obr a de teatro teLa
sangre y la ceniza. Diálogos de
Miguel Servet_, que tarda casi
diez años en poderse publicar
aquí. Hay un trabajo de histo­
riador y un de drama­
tu rgo que coinciden al mismo
tiempo. Hablemos de ello.
-Originalmente mi proyecto
era una obra de teatro, y antes
de ponerme a escribir co­
mencé a documentarme. Me
empapé en el personaje hasta
el extremo de recoger más do­
cumentación de la necesaria
para hacer una obra desde los
supuestos en que trabaja la LA SANGRE Y LA CENIZA
imaginación dialéctica. En
esa fase de preparativos y ten­ [Diálogos de Miguel Servet] de Alfonso Sastre
tativas de escribir los diálo­
gos, una editorial me pidió
Cartet de ta pueata e" .aeen. realizada por et grupo .Et Buno .. aobr. ta obra de Atlonao
una biografía de un personaje S.",e .,L, ""gr. y ta c."tza. Oltlogoa de Mlgu.1 Serv.t_. E" .. te montaje, .. trenado ya.n
dlve r. ,. cludade. eapa /101 ... han trabajado de comu" eeuerdo al' utor y el cItado colectivo. histórico, a lo que yo contesté
con la contrapropuesta de Mi­ aquí parte de la memoria, en­ das hipótesis sobre la ocu­
guel Servet, para lo que com­ rrencia de los hechos. Así tra­tendiendo la memoria en un
pleté la documentación nece­ baja también el científico, sentido ampliO. como infor­
saria. Pero ni con la obra de mientras que para nosotros es mación de la realidad, o si se
teatro ni con la biografía pre­ la imaginación la instancia prefiere, como documenta­
tendí un trabajo de erudición fundamental. La investiga­ción. Ese es su campo de des­
histórica. Esa biografía, pre­ ción científica sirve para la pegue. Pero una vez el trabajo
sentada sin aparato bibliográ­ acumulación de combustible. imaginario en marcha, no se
fico y en un estilo literario que
alimenta de sí mismo, sino -¿Al resultado de ese trabajo puede recordar la narrativa Que va consumiendo ese com­ se le puede llamar teatro h is­del siglo XVII, está muy ins­
bustible y quemándolo. De ahí tórico? crita en las fuentes históricas
que las obras de imaginación -El tema de las relaciones en­más preciosas y lo que en ella
«digan,. sobre la realidad, tra­
hay de imaginación está muy tre teatro e Historia aparece
ten de ella de un modo partl­ teóricamente planteado de un deslindado de lo que tiene ca­
culary diferente al modo de la rácter histórico. Lo i magina­ modo preciso en la poética de
investigación científica, aun­rio en la biografía tiene la fun­ Aristóteles. Según él,la trage­
que también la invesllguen y ción de ser puente entre los dia y Ja Historia se diferencian
la exploren. ASI, podría ocu­espacios históricos separados en la medida en que la Histo­
rrir que algunos pasajes alta­por zonas oscuras. ria cuenta las cosas como han
mente imaginarios (inventa­Al contrario, en el proyecto sido, mientras la u·agedia nos
dos) de mi obra teatral pudie­teatral de te La sangre y la ce­ dice cómo deben ser. Yo lo
ran con tener alguna verdad plantearía en términos de po­niza_ toda mi documentación
histórica. Pero no fue mi pro­no tenía otra función que ser­ sibilidad: la Historia trata de
pósito hacer una investiga­vir de base a un desarrollo la realidad y el drama de lo
ción de este tipo; el método imaginario, de aGucrdo con la posible. En Aristóteles per­
imaginario no es el adecuado. manecen términos ideales he­rorma en que yo concibo el
El historiador se ayuda con la redados del platonismo, se­trabajo imaginario y la es­
imaginación mediante el es­ gun los cuales la Historia, la tructura de la imaginación
tebJecimiento de delcrmina· realidad. sería una degrada-dialéctica. La
125

Brecht supuso alguna moti­
vación especial a la hora de
pre'parar tu obra sobre Ser­
vet?
-El «Galih!o» de Brecht no
introdujo ninguna motivación
en mi proyecto de teatro sobre
Servet. Después, sí se produjo
la coincidencia de una rela­
ción entre las dos obras. Ello
me hizo abordar, como ele
mento secundario de mi tra­
bajo, el estudio del significado
profundo del texto de Brecht.
Entonces meenconlrécon que
no había ese significado, con
~P81e a qua IU que las cosas DO estaban cia­
panlellmo llene ras sobre Galileo, ni siquiera mucho da
mlterlaUlta, no ea para el propio Brecht. Los crí­
al'e
ticós admiradores (idólatras, prematerraUlmo el
•• pecto con frecuencia) de Brecht de
fundamental de
Miguel Sarvet (aqul, lOs últimos años 50 y primeros
en un grabado de la
de los 60, consideraban que el época). A mi ma
Inlerelaba mucho autor alemán había hecho con
mh al tema de la
su obra una apología del per· libertad del
Intelectual, libertad. sonaje: Galileo sería para
InclulO, para el
erro,.", allnna Brecht el modelo :válido de in­
Affonao S.llre.
telectual. Yo pude comprobar,
a través de conversaciones
que tuve con colaboradores de ción del plano del «deber ser». una nota tundamemal del
Brecht (como Henry Peter Aristóteles, en su negación trabajo imaginan te; y ello no
Matthis, en cuya casa estuvo dialéctica del platonismo, entendiendo la pOSibilidad en
hospedado Brech t duran te su asume, aún negándolo, el pen­ sentido posibilista, sino lodo
exilio en Suecia), que Brecht samiento anterior. Por mi lo contrario, como la apertura
había pasado por varias alter­parte pl'efiero formularlo en de lo real a horizontes que
nativas. Si en un momento otros términos: la Historia desde una concepción vulgar
consideró a Galileo modelo de pueden ser considerados i m­trata de la realidad tal como
intelectual, en otros le juzgó posibles. En esa obra estudio se ha producido y el drama
muy rigurosamente, sobre tres niveles de la imaginación: trata del mundo de lo posible.
todo al final de su vida. Up el más bajo, «meramente re­En la Historia, que es rica en
joven francés ayud

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