El papel de los mediadores
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Colecciones : Educación y biblioteca. Año 11, n. 105
Fecha de publicación : 1999

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Langue Español

Extrait

ar, un deseo mal afna­
ciales definitivos. Sin duda hay personas -incluyén­ do de leer o aprender, e incluso revelarlo. Y otros
donos a todos nosotros en ocasiones- que leen como mediadores podrán acompañar enseguida al lector,
quien se chupa el dedo. Pero si el poder ha temido en diferentes momentos de su recorrido.
EDI Y BIB -10, 19 5

UJ. DISTINOS ACERCAMIENOS
Este mediador es a menudo un maestro, un biblio­ escolar. El/a me aydó mucho también. Sobre todo
en francés. como yo tenía muchos problemas en esta tecario, un documentalista, o a veces un librero, un
prefecto, un trabajador social o un animador social materia. debía ponerme al corriente.
voluntario, un militante sindical o politico, hasta un y en la biblioteca, Hava intercambiaba también
amigo o alguien con quien se topa uno. Apoyándome conocimientos, experiencias, con otros usuarios que,
siempre en las entrevistas que realicé durante mis como ella, iban a hacer sus tareas.
investigaciones, tomaré algunos ejemplos que se Cuando encontramos a esta jovencita vivaz, tenía
referen a veces a maestros, y más a menudo a biblio­ veinte años. Cursaba el último año de preparatoria,
tecarios, dejándoles como tarea, una vez más el tras­ quería ser maestra. Desde entonces ya era animadora
ladar a su propia actividad y a su propio contexto intercultural y ayudaba a los niños del barrio a hacer
la tarea. También era lectora. En las joradas ante­estas experiencias de otro continente.
riores la cité; es a ella a quien le gustaba leer a Víc­
tor Segalen, porque le parecía que le devolvía su dig­Una relación personalizada
nidad a la gente sencilla. También nos habló de
Par que entiendan hasta qué punto un mediador Agatha Christie, de Shakespeare, de escritores turcos
puede infuir en un destino, les daré un primer ejem­ y antillanos, etc. Las cosas no son tan sencillas para
plo. El de Hava, una jovencita de origen turco que, Hava: se siente desgarrada entre su deseo de emanci­
ts haber vivido hasta la edad de diez años en un pación y el apego a sus padres. Y aunque éstos evo­
barrio marginado de Estambul, fe a dar a Francia, a lucionan, lo hacen menos rápido que ella. Pero ella
una ciudad de provincia, donde su padre, albañil, está mejor armada para enfrentarse a los obstáculos
había llegado para probar suere. que encontrará en su camino.
Debido a su ignorancia inicial del fancés, Hava Aquí podemos ver que con el apoyo simultáneo de
estaba muy atrasada en su formación escolar. Y ya se un maestro, una bibliotecaria y una documentalist
disponía a dejar sus estudios en segundo año de pudo modifcar su destino.
secundaria para buscar un trabajo, como era el deseo Tomemos otro ejemplo, el de Zohra. A Zohra tam­
de sus padres. Le cedo la palabr: bién la nombré ayer; es la muchacha cuyo padre,
Se lo había dicho a mi maestro de matemáticas y muy hostil a la cultura letrada, analfabeto, pese a
él me dio: "¡Estás loca! En qué podrías trabajar al todo "leía" el periódico con asiduidad, a su modo,
salir de segundo de secundaria ". Y yo le die: "Sí. particularmente para seguir los resultados de las
pero ya tengo quince años. Voy a salir. voy a traba­ carreras. Escuchémosla:
jar. Voy a hacer un certicado de aptitudes profe­ Mi vida escolar fue muy difcil. llena de facasos.
sionales ". Y él me contestó: "No. Yo te aconsejo que Las cuatro llegamos a Francia entre las edades de
termines la secundaria para ver. tal vez las cosas tres y cinco años. Yo hablaba argelino. Cuando entré
cambien ". Yo quería mucho a ese maestro [ .. ] a la primaria me costó mucho trabajo adaptarme. y
Entonces le die que sí. para darle gusto, y también luego sufrí la separación de mi madre. Nos pusieron
para ver qué pasaba: "Terminaré la secundaria. así en los grupos no francófonos que había en la época
obtendré mi certicado; un certicado, para mí, era [,,] Chapurreábamos el francés. Pero yo sentía
mucho en esa época: ahora ya no signiica nada ". mucho cariño por mis profesores en forma indivi­
Así que me die: "Voy a intentarlo y luego me pon­ dual. Es decir. adoraba a la maestra, le escribía tar­
dré a buscar trabajo ". Porque todo el tiempo me jetas postales que nunca le enviaba. Quería mucho a
habían remachado "trabajar, trabajar ". Así, termi­ los maestros porque transmitían cosas, estaban allí,
né la secundaria y me die: "Quiero ir un poco más eran personas sensatas. que razonaban, que com­
lejos ". Es verdad que me entendía bien con mis prendían, mientras que mis padres no comprendían.
maestros [ .. ] Además el/os ya se habían dado cuen­ Eran adultos dierentes a los que me rodeaban. Me
ta de que la escuela era el único lugar donde yo me dieron una fuera. Después de todo había otras per­
sentía bien [. . .] Eran los únicos que no me decían sonas aparte de los padres. de la vida tradicional en
todo el tiempo: "Tenes que casarte ". Además me familia. Me ayudaban a abrirme hacia el exterior, al
enseñaban muchas cosas. igal que las bibliotecarias. Eran otros adultos que
Durante todos estos recorridos, Hava encontó no me consideraban una bebé o una niñita que está
apoyo en las bibliotecarias de su barrio: para hacer el quehacer.
Tenía muchos problemas por haber llegado gran­ Vivíamos en un capullo familiar muy fuerte. Mis
de a Francia, pero ella me ayudó mucho. Tuve suer­ padres nunca recibían visitas, amigos franceses o
te, hay otras que no te ayudan [. . .] En fancés, me argelinos [.,,] Es muy diil cuando ésa es la única
corregía mis resúmenes. Me decía: "Mira, no se dice referencia que se tiene de joven. Es como si estuvie­
así, mejor di/o así ". O los errores de gramática. Ella ras completamente aislada. El libro era la única
me explicaba, se daba tiempo para hacerlo. Decía: forma de salirme de eso, de abrirme un poco.
"De matemáticas, bueno, mejor no me preguntes Zohra y sus hermanas le habían arrancado a sus
nada porque ... " Me ayudaba mucho. Nunca la olvi­ padres el derecho de ir a la biblioteca. Escuchémosla
daré. O si no, era la documentalista de la biblioteca de nuevo:
ECACI y BBOlC - 10. 199 6

L. DISTIN OS ACERCAMIENO
La biblioteca fue un hallazgo extraord inario por­ hasta su ofcio de bibliotecaria y su deseo actual
de escribir. Tal vez el gusto por leer y escribir le que modicó el curso de mi vida. Me permitía salir
de mi casa, conocer gente, ver cosas interesantes. nació "por transferencia", por amor a alguien,
como esa maestra, que b'l staba de leer y escribir. Es cuchaba cosas, porque en las bibliotecas se dicen
muchas. Había conversaciones. La hihlioteca, para y como esas bibliotecarias a las que admiraba,
mí, er a también un lugar de intercambios, hasta quienes acompañaron y sostuvieron su recorrido
personal. cuando se oía a Jos pequeñitos reír, jugar, correr por
todas partes r . .] Era un lugar vivo, donde pasaban El gusto por leer no puede surgir de la simple fe­
cuentación material de los libros. Un saber, un patri­cosas. El lihro nos lo podíamos llevar a casa y des­
monio cultural, una biblioteca, pueden ser letra pués devorarlo, mirarlo. Fue allí donde verdadera­
muerta si nadie les da vida. Sobre todo si uno se sien­mente leí, devoré, recibí consejos de los biblioteca­
te poco autorizado para aventurarse en la cultura rios. De inmediato los intercambios fueron agrada­
letrada debido a su origen social o al alejamiento de bles. Iba a la biblioteca a leer, por mis lihros, a
los lugares del saber, la dimensión del encuentro con escogerlos, y por el contacto con las hibliotecarias.
un mediador, de los intercambios, de las palabras En verdad era muy importante. No quiero decir que
"verdaderas" es esencial. anduviera detrás de ellas, en espera de sus sugeren­
cias; pero con mucha frecuencia ellas podían darm e Transmitir el amor por la lectura:
ideas de lectura, y cuando me llevaba algún lihro me
¿una apuesta para el maestro?
decían: "Ah, ya leíste éste, te voy a recomendar este
otro". Regresemos por un momento a la institución
Hubo mu je res bibliotecarias que me marcaron escolar. Ayer les comentaba que esos jóvenes no
mucho. Es un trabajo muy femenino. ¡Las mujeres eran muy benevolente s con la escuela y que solían
son tamhién las mejores lectoras del mundo a pesar decir que la escuela les había quitado el gusto por
de que tienen menos tiempo que los hombres! leer, porque lo había convertido en una obligación,
Zohra soñaba con ser impresora pero, a difere

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