Feminismo y espiritualidad (Feminism and spirituality)

Marta

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Resumen
Ensayo sobre la relación entre el feminismo y la espiritualidad, en la que ha existido siempre una intensa tarea interdisciplinaria tejida de presupuestos socioculturales y políticos, antropológicos y filosóficos.
Abstract
This is an essay about the relationship between feminism and spirituality. This relationship has always had an intense interdisciplinary task full of social, cultural, political anthropological and philosophical
pre-judgments.

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• Publié par: erevistas
• Publié le: 01 janvier 2008
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• Langue: Español

Extrait

Ensayo
Feminismo y espiritualidad
1 Marta Inés Restrepo Moreno O.D.N.
Feminism and spirituality
Feminismo e espiritualidade
had an intense interdisciplinary task full of social,Resumen
cultural, political anthropological and philosophical
pre-judgments.Ensayo sobre la relación entre el feminismo y la
espiritualidad, en la que ha existido siempre una in-
Key words: Feminism. Spirituality.tensa tarea interdisciplinaria tejida de presupuestos
socioculturales y políticos, antropológicos y filosóficos.
Resumo
Palabras clave: Feminismo. Espiritualidad.
Ensaio sobre a relação entre o feminismo e a
espiritualidade, na que existiu sempre uma intensa
Abstract tarefa inter-disciplinaria tecida de orçamentos
socioculturais e políticos, antropológicos e filosóficos.
This is an essay about the relationship between
Palavras chaves: Feminismo. Espiritualidade.feminism and spirituality. This relationship has always
propio director espiritual, que al fin llegó a en-Es sorprendente que sor Juana Inés de la Cruz
tenderla, no la tuviera por mujer.haya dicho que Dios debía ser mujer porque todo
lo había hecho bello… Pero Sor Juana Inés tuvo
Pero ¿Qué es la Teología feminista? Las teólo-que pagar caro el pensar en voz alta. Todos sa-
gas, provenientes de diferentes comunidadesbemos que escapó de la Inquisición a cambio
cristianas, en el Primer Sínodo europeo de mu-de dejar su biblioteca de 4.000 volúmenes, de
1jeres, en 2001 , hablaban de teología feministarenunciar a las visitas en el locutorio y dedicar-
como “un modo de pensar desde un puntose al cuidado de las enfermas de su comuni-
de vista”, desde una conciencia de ser muje-dad. Murió afectada por la peste.
res, o de género, como se admite hoy en la teo-
logía contemporánea.Hildegarda de Bingen afirmará también en la
Edad Media, que, gracias a Dios, el primer pe-
Un silencio profundo sobre las cuestiones femi-cado lo cometió Eva, pues si lo hubiese cometi-
nistas ha cubierto la academia teológica en nues-do Adán, hubiéramos permanecido irredemptos,
tro medio, con rarísimas excepciones. Hasta elya que los hombres son más obstinados en el
punto de hacerse difícil también el hablar sobrepecado, como bien lo comprobaban las costum-
el tema.bres de los clérigos de su tiempo.
Vale anotar que de los años 60 hacia acá, lasLa Beata M. Laura de Santa Catalina se queja-
mujeres empezamos a frecuentar las escuelasba de la poca comprensión de sus confesores
de Teología que antes no eran accesibles sino aen cuestiones místicas y aún más, de que su
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1 Religiosa de la Congregación Compañía de María Nuestra Señora, licenciada en Educación y Ciencias Religiosas de la Universidad Pontificia
Bolivariana, PhD. en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magíster en Teología de Lasalle University de Filadelfia. Profesora de
la Facultad de Ciencias Sociales y Educación de la Corporación Universitaria Lasallista.
Correspondencia: Marta Inés Restrepo Moreno , email: [e-mail]
Fecha de recibo: 12/02/2008 ; fecha de aprobación: 22/09/2008
146 REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2los varones. La Teología se enseñaba solamen- Un segundo camino es el antropológico. Se
te en los Seminarios y en las Facultades trata de una reflexión feminista en cuanto tiene
Teológicas con miras a la docencia. La Teología por objeto la dignificación de la mujer, pero que
feminista en la Iglesia Católica tiene una conno- la busca por las vías de la relacionalidad varón–
tación peyorativa. Pero es a partir de la época mujer.
conciliar cuando la mujer se convierte en suje-
to, no solo en objeto de reflexión teológica. En esta línea se coloca la Carta Apostólica de
iJuan Pablo II: Mulieris Dignitatem . A mi pare-
Hoy, podemos esbozar una catalogación de tres cer, se trata de un camino al feminismo desde
tipos de feminismo: la antropología bíblica. Más que de una tarea
socio-política, la dignificación de la mujer es una
El sociopolítico y cultural, cuya lucha se refie- tarea antropológica, a partir del relato del Géne-
re sobre todo a la búsqueda de la equidad de sis. Sin negar las discriminaciones que han sido
género. Estas feministas, que nacieron con la el fruto de una larga historia de la humanidad en
modernidad y sobre todo con los movimientos el lento proceso de acceder a lo verdaderamen-
existenciales y socialistas encontraron muy pron- te humano, de hacerse hombre-mujer en reci-
to eco en las iglesias. Hacia 1900 las mujeres procidad complementaria.
habían empezado a frecuentar la Universidad y
a reclamar sus derechos políticos y religiosos. Teólogos y teólogas se han dado a la tarea de
Las teólogas apoyaron estas búsquedas desde descubrir el aporte profundamente humano de
Estados Unidos y Alemania. Ellas se encarga- la mujer a la hominización de la especie y a la
rán, a partir de los estudios bíblicos, de una her- historia de salvación. Se trata del hombre y de
menéutica que encuentra su espacio en las teo- la mujer que en comunión, en cuanto Imagen y
logías de liberación. Se preguntarán sobre todo: semejanza de Dios realizan el proyecto de Dios
¿Dónde están en este texto las mujeres? ¿Qué de ser co-creadores, cuidadores y transforma-
hacen? ¿A qué se debe el silencio sobre ellas? dores del la tierra. Edith Stein con sus escritos
¿Para quién escriben los autores bíblicos? Una
de 1926 a 1936, está en los orígenes de esta
hermenéutica de la sospecha hará que se des-
3antropología teológica .
cubra muy pronto que si bien la actitud de Jesús
frente a la mujer fue de contravía con la de sus
Por último, un feminismo posmoderno es elcontemporáneos, y que el antifeminismo de
de aquellas mujeres que dan un viraje, desde laPablo no es tan suyo, que posiblemente a cau-
Historia de las Religiones, hacia la “religión desa del lugar de la mujer en la gnosis se generó
la Diosa”. Modelos ecologistas que hacenmás tarde la desconfianza de los Padres frente
reviviscencia de la antigua gnosis, están dispues-a los roles directivos de las mujeres en la comu-
tas a redireccionar la humanidad desde los mi-nidades cristianas.
tos matriarcales.
Este primer tipo de feminismo se ha caracteri-
Una intensa tarea interdisciplinaria tejida de pre-zado por su voz de protesta. Se le ha calificado
supuestos socioculturales y políticos,de corte masculino. La Jerarquía ha reacciona-
antropológicos y filosóficos está a la base deldo a estos debates negando a la mujer el
esfuerzo hermenéutico de las primeras teólogassacerdocio y el diaconado con el mismo rigor
feministas que desde luego se volcaron sobrecon que se la ha excluido de un puesto de “igua-
la Biblia para descifrar en ella, con la ayuda deles” en la docencia teológica o en la pastoral.
los métodos histórico-críticos, los lugares deEstas teólogas, aunque se catalogan dentro de
salvación y de opresión de las mujeres.una teología profética han llegado a preguntar-
se si se podrá seguir siendo fieles a la mujer y
Estudios sobre la condición femenina en la Bi-fieles a la Iglesia. Mary Dally, teóloga norteame-
blia como los de Elizabet Shüssler Fiorenzaricana ha dicho abiertamente “No” !
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i 2Debo advertir que para muchas feministas sin duda esta posición no es feminista .
REVISTA LASALLISTA DE INVESTIGACIÓN - Vol. 5 No. 2 147el Evangelio de Juan: María, la Madre del Se-provocaron una interesante solidaridad entre teó-
logos y filósofos. Podríamos afirmar que en la ñor, María de Magdala, la otra María y el miste-
bibliografía teológica reciente no hay apenas au- rioso discípulo amado. Todos ellos están allí,
tor, entre mujeres y hombres, que no esté aten- “junto a la cruz”, en un retablo tardío (Jn.19,25-
to a reivindicar el lugar de la mujer en la Historia 27) dibujado por el Evangelista, para hablarnos
de la Salvación, sin hablar de la producción mís- de aquella iglesia, particularmente femenina, que
tica y espiritual. los estudiosos llamarán “la comunidad joánica”.
Un grupo que siempre desconcertó a Pedro
Es sobre todo a la modernidad a la que debe- como se deja ver en el capítulo 21 del Evangelio
mos “el que la mujer exista”. Sin embargo la de Juan: “¿Pedro, me amas más que éstos? (Jn
6.antigüedad conoció a grandes mujeres como 21,15) ¿Quiénes son estos, en plural?
Safo, Penélope y aquella sabía Diotima a quien
Platón atribuye en El Banquete la iniciación de Las mujeres que representan a la Iglesia fiel
4Sócrates en los misterios del amor . Apenas hoy