Reflexiones sobre el origen de Lixus y su Delubrum Herculis en el contexto de la empresa commercial fenicia - article ; n°1 ; vol.166, pg 85-101
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Reflexiones sobre el origen de Lixus y su Delubrum Herculis en el contexto de la empresa commercial fenicia - article ; n°1 ; vol.166, pg 85-101

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Publications de l'École française de Rome - Année 1992 - Volume 166 - Numéro 1 - Pages 85-101
Entendemos que los restos arqueológicos hallados en Lixus denotan la existencia de una amplia colonia fenicia de « poblamiento » desde finales del S. Vili - comienzos del VII a.C. Con anterioridad a ese momento, la expansion comercial a partir de Gadir justifica la existencia ο bien de una factoria aislada ο bien de un grupo de comerciantes en un posible habitat indigena en la colina de Tchemish. En cualquiera de los casos el Delebrum Herculis ο santuario de Melkart es su elemento mas significativo, siendo francamente activo en la empresa comercial fenicia en esta zona.
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Publié le 01 janvier 1992
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Langue Español
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Fernando Lopez Pardo
Reflexiones sobre el origen de Lixus y su Delubrum Herculis en
el contexto de la empresa commercial fenicia
In: Lixus. Actes du colloque de Larache (8-11 novembre 1989). Rome : École Française de Rome, 1992. pp. 85-
101. (Publications de l'École française de Rome, 166)
Resumen
Entendemos que los restos arqueológicos hallados en Lixus denotan la existencia de una amplia colonia fenicia de «
poblamiento » desde finales del S. Vili - comienzos del VII a.C. Con anterioridad a ese momento, la expansion comercial a partir
de Gadir justifica la existencia ο bien de una factoria aislada ο bien de un grupo de comerciantes en un posible habitat indigena
en la colina de Tchemish. En cualquiera de los casos el Delebrum Herculis ο santuario de Melkart es su elemento mas
significativo, siendo francamente activo en la empresa comercial fenicia en esta zona.
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Lopez Pardo Fernando. Reflexiones sobre el origen de Lixus y su Delubrum Herculis en el contexto de la empresa commercial
fenicia. In: Lixus. Actes du colloque de Larache (8-11 novembre 1989). Rome : École Française de Rome, 1992. pp. 85-101.
(Publications de l'École française de Rome, 166)
http://www.persee.fr/web/ouvrages/home/prescript/article/efr_0000-0000_1992_act_166_1_4294LOPEZ PARDO FERNANDO
REFLEXIONES SOBRE EL ORIGEN DE LIXUS Y SU DELUBRUM HERCULIS
EN EL CONTEXTO DE LA EMPRESA COMERCIAL FENICIA
Plinio, en una referencia enormemente su- Gadir, en torno al 1100 a.C.3, para asi resaltar
cinta se hace eco de la gran antigüedad del la vejez del tempio lixita, sin embargo hace
santuario de Hercules en Lixus1. caso omiso ο desconoce el relato del orâculo
Este mismo autor, en otra parte de su sobre la fundación de Gadir, que implica fo
obra, senala que Lixus es el escenario de anti- rzosamente la preeminencia del santuario ga-
guos mitos. Alii se encontraria el «Jardin de ditano.
las Hespérides» y el «Palacio de Anteo»2. Al Igual que lo ocurrido con los origenes de
hablar de elio, Plinio es muy escéptico, pues Câdiz, la separación cronològica existente en
considera los mitos pura fabulación y llega a tre esta «fundación remota literaria» del san
decir incluso que el famoso bosque de manza- tuario y los vestigios arqueológicos apareci-
dos en el yacimiento parecia enorme. Plantea- nas de oro, en su època es un simple conjunto
de acebuches. También crée que es mentira la ban ambos yacimientos los mismos proble-
mas de interpretación. El «vado arqueológi- afirmación de que Lixus habia sido muy po
derosa, y mas grande que Cartago. co» era explicado y aun lo sigue siendo, de
A pesar del excepticismo de Plinio, de sus dos maneras : una negando tajantemente la
notas se deduce que en su tiempo se conser- datación alta de ambas fundaciones, la otra,
considerando la existencia de un periodo vaba el recuerdo de un pasado remoto y a la
vez floreciente del santuario y la ciudad de «precolonial» que se extenderia entre la èpo
ca de las fundaciones y el momento de im- Lixus.
La fuente de información de Plinio que plantación de verdaderas colonias.
La fase «precolonial» defendida por algu- resalta la antigüedad del santuario de Lixus,
lo hace, senalando que es anterior al de Ga- nos autores, se caracterizaria arqueológica-
dir. La comparación debe ser entendida corno mente por la aparición de algunos vestigios
una fòrmula para indicar la vejez del tempio aislados, Lixus, al igual que Gadir, fue centro
lixita, y no puede ser tomada en sentido rigu- de esta discusión, con el hallazgo de un pe-
roso. Si bien en la primitiva fuente de info queno escarabeo. Este apareció en 1951, en
rmación del autor latino se pudo tener en un nivel revuelto del sondeo n° 15 con cerami
cuenta la remota datación del santuario de ca de barniz rojo y ceramica âtica de los
1 Plin, N.H. XIX, 63 : infra, texte 15. Cadiz puede verse en : C. G. Wagner, Gadir y los mas anti-
2 Plin, N.H. V, 31 : infra, texte 12. guos asentamientos fenicios al Este del Estrecho, en Adas
3 Veleyo Pat. 1, 2, 3; Una ùltima voloración de las del Congreso internacional El Estrecho de Gibraltar (Ceuta,
fuentes literarias relativas a la antigüedad del tempio de nov. 1987), voi. I, Madrid, 1988, p. 420-1. FERNANDO LOPEZ PARDO 86
siglos IV y V a. C, pero supuestamente tenia ta mediados de este sigio6. Los trabajos de
M. Tarradell en Lixus fueron desde esa època una cartela de Amenofis III, faraón reinante a
comienzos del S. XIV a.C.4. encaminados, en parte, a descubrir ese pasa
A P. Cintas le pareció que era de la misma do fenicio. Primero con excavaciones in ex
serie que los apareeidos en Cartago y que tenso que pronto tropezaban con construccio-
eran fabricados en Naucratis en el S. VI a.C. nes mas tardias (de ese primer momento es la
Sin embargo, L. Leclant, a quien siguen Ch. excavación de dos casas romanas) y después
hasta 15 sondeos en profundidad por todo el Picard, J. M. Blâzquez y M. Almagro Basch, lo
datò en el S. X a.C. negando cualquier posibi- yacimiento siguiendo dos lineas imaginarias
que tenian su vèrtice en la factoria de salazo- lidad de hacerlo descender hasta el S. VI
nes. De todos ellos el que dio un resultado a.C.5. La senora Ingrid Gammer Wailler, mag
nifica conocedora de los escarabeos apareci- mas completo fue el conocido corno «Cata del
dos en la Peninsula Ibèrica, muy amablemen- Algarrobo».
te me ha comunicado que dicho escarabeo no El sondeo fue bastante extenso ya que fue
puede pertenecer al II milenio, que tampoco ampliado a la vista de los resultados iniciales.
es egipeio, pero que por el momento no es Su estratigrafia fue publicada varias veces, y
posible adscribirlo a ningun taller concreto, era considerada por su excavador corno el
ni atribuirle una datación precisa, siempre compendio de todos los sondeos y muestra de
dentro del primer milenio. Constata no ob- la evolución del habitat de Lixus1.
stante su parecido con los hallados en la gru- De los materiales de los nivelés profundos
de estos sondeos solamente han sido publica- ta de Gorham's Cave, en Gibraltar.
Tanto la incertidumbre cronològica corno das algunas piezas. Un cuello de un jarro de
la falta de contexto antiguo obligó a conside boca de seta procedente de la cata del Algar
rar siempre con réservas este documento robo, y fragmentos de ceramica a mano con
corno prueba de la antigua fundación lixita- diferentes decoraciones, de los distintos son
na. deos (Fig. 1 y 2)
Ningun vestigio del pasado fenicio de la Por las descripeiones sabemos que los mat
ciudad habia sido descubierto ο senalado eriales hallados sobre el suelo virgen en la
4 Tarradell 1959 a p. 71 ; 1960 a, p. 155. lògica del Marruecos espanol. Tarradell 1953 b, p. 201.
5 Cintas 1954, p. 60; Es seguido por : J. L. Posadas San También en el entorno, hasta esa fecha se produjeron
algunos descubrimientos, corno hace constar R. Thouve- chez, Amuletos y divinidades egipeias en el Estrecho de
Gibraltar prerromano. Nueva valoración de su influencia not, en 1934, que menciona el hallazgo de tumbas de
religiosa en el mundo colonial, en Adas del Congreso inte câmara en « Larache ». R. Thouvenot, Les antiquités pré
rnational «El Estrecho de Gibraltar ». Ceuta, Nov. 1987, islamiques dans la zone espagnole de l'Empire chérifien,
vol.1, Madrid, 1988, p. 517-27; Siguen la cronologia de en Bulletin de l'enseignement public, 1934, p. 10.
L. Leclant, J. M. Blâzquez, Tartessos y los origenes de la 7 Sobre la primera noticia, muy somera, vease : Tarra
colonization fenicia en Occidente, Salamanca, 1975, p. 25- dell 1952 b p. 61 ; La primera publicación de la «cata del
6; M. Almagro Basch, El problema de Tartessos segun los Algarrobo» y la «cata del Campamento» aparece en Tar
documentos arqueológicos, en Aspetti archeologici dell'Oc radell 1953 b, p. 25-6; comienza a valorar los resultados
cidente mediterraneo {Quaderni del Centro di studio per en : Tarradell 1952 d, p. 161-7; Tarradell 1954 b, p. 113-
l'archeologia etrusco-italica, 2), Roma, 1978, p. 11. 8; y 1956 a p. 789-96; Para datar la ceràmica
6 Hasta el ano 1948 se llevaron a cabo diversos traba de barniz rojo vuelve a aportar la estratigrafia de «El
jos de excavación en Lixus y sus alrededores. C. L. de algarrobo» en Tarradell 1959b p. 270-4; y Tarradell
Montalban, el principal actor de los mismos, dejó una 1960 b. Asi corno en trabajos de compendio donde apare
somera constancia en algunas relaciones escritas. Segun ce la relación mâs extensa sobre los hallazgos de los son
nos relata M. Tarradell en un informe preliminar, habian deos, vease: Tarradell 1960a...; y Tarradell 1959a;
sido sacadas a la luz hasta ese momento, una fâbrica de Id., 1958 a, p. 75-7; M. Euzennat dio cuenta puntual de
salazones, lo que se considerò una parte del foro, unas los descubrimientos que se iban produciendo en Euzen
termas, y una pequena mezquita, que se creyó en la èpo nat 1957 a p. 201; Euzennat 1960 a, p. 543-4; Una b

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