Los grandes mitos y la historia del hombre
71 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris

Los grandes mitos y la historia del hombre , livre ebook

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris
Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus
71 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus

Description

Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha intentado descubrir el secreto de sus orígenes, el misterio de la victoria de la vida sobre el caos: así nacieron los mitos, un intento de explicar lo que no podía decirse con palabras e historias comprensibles para las personas. En esta obra, los autores nos cuentan la historia del mito en las sociedades denominadas arcaicas, su papel profundamente civilizador. Detallan para nosotros los grandes temas que encontramos en la mayoría de civilizaciones: el huevo cósmico, los diluvios, la Madre Tierra… Pero también nos hablan del espacio, a menudo ignorado, y que ocupa en nuestra sociedad actual, en nuestra cultura y en los sentimientos un papel importante. Y es que si bien el mito puede parecer poco apto para nuestra sociedad moderna, materialista y a menudo agnóstica, no es así. En realidad, lejos de ser una fábula anodina, es un eco, en lo más profundo de nuestra psique, de lo que hace que el ser humano sea como es, con sus dudas y sus interrogantes, pero también con sus conocimientos ocultos.

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 23 juillet 2012
Nombre de lectures 0
EAN13 9788431552800
Langue Español

Informations légales : prix de location à la page 0,0247€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

Los grandes mitos
y la historia del hombre
Anne da Costa - Fabian da Costa






LOS GRANDES MITOS Y LA HISTORIA DEL HOMBRE
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.


Todo nuestro agradecimiento a los artistas que han autorizado la reproducción de sus obras para ilustrar este libro:
Por las esculturas de barro, a Marie-Ève Juen (Atelier de Chamonet, 01300 Contrevoz).
Por sus «cajas de imágenes», a Daniel Montelet (120, bd Vincent-Auriol, 75013 París).
Por su Narciso, a Farid Bouhamed.
Además, me gustaría agradecer a Christine Stutz y Élisabeth Leblanc que me hayan querido acompañar con sus consejos y su amistad.


Traducción de Sonia Afuera Fernández.

Fotografías de la cub ierta y del interior de Fabian d a Costa.


© De Vecchi Ediciones, S. A. 2012
Diagonal 519-521, 2º 08029 Barcelona
Depósito Legal: B. 15.009-2012
ISBN: 978-84-315-5280-0

Editorial De Vecchi, S. A. de C. V.
Nogal, 16 Col. Sta. María Ribera
06400 Delegación Cuauhtémoc
México


Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o trasmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito de DE VECCHI EDICIONES.
Los mitos no tienen vida propia.
Esperan que los encarnemos.
Que una sola persona en el mundo responda a su llamada,
y ofrecen su savia intacta.


A LBERT C AMUS , E L VERANO






Para Christine,
que me acompañó un día
hasta el centro de mi laberinto
en busca del Minotauro.
Primera parte PRESENCIA Y FUERZA DE LOS MITOS
L OS MITOS : LUCES EN EL CAMINO DE LA HUMANIDAD



Al despertar a la conciencia, semejante a un niño que poco a poco intenta comprender el mundo que le rodea, el ser humano universal descubre una ineludible y certera verdad: desde el inicio de los tiempos hasta el fin del mundo creado, todas las personas van de la cuna a la tumba. Nada hay más banal, y tampoco nada menos esencial. Todo el mundo llega desnudo a la tierra y regresa también desnudo al seno de esta misma tierra. A lo largo de la vida, toda persona va a ver desplazarse los astros por encima de su cabeza y al mar soltar indefinidamente sus olas con el paso de las mareas, sobre arenas en constante renovación. Los días y las estaciones le habrán aportado luz u oscuridad, calor o frío. Habrá sufrido tormentas de viento y de nieve.
La naturaleza, maternal u hostil, y su propio ser le parecerán incomprensibles y, sin embargo, tan cercanos... Las dichas y las desgracias le llegarán de manos desconocidas, pero implacables. ¿Por qué los hijos de los seres humanos nacen tan vulnerables del vientre de las mujeres, y por qué, al llegar el día de tal o cual voluntad, estos mismos seres se vuelven tan rígidos y fríos como la piedra, antes de descomponerse y regresar a la nada? ¿Quién, desde lo alto de los cielos, lanza un rayo destructor, pero también portador de fuego? ¿Qué potencia oscura vierte desde las entrañas de la tierra las lavas en fusión? ¿Qué monstruo gigantesco retuerce bruscamente el suelo que se hunde bajo sus pies? ¿Hacia qué lugar secreto se retira, al llegar los fríos, una vegetación que va a renacer en primavera? Todo es un interrogante, todo está todavía virgen de principios y de razón.
Fuera del vientre materno, fuera de la gruta, de la cabaña, del refugio, de la tribu, para el ser humano no hay más que lo desconocido que va a tener que descubrir, un vacío que va a tener que llenar, un miedo que va a tener que dominar. En estos territorios sin fronteras, asentará los límites que serán sus certezas y sus puntos de referencia. En estos espacios infinitos, colocará signos reconocibles. Nombrará lo innombrable y, al hacerlo, accederá a una conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea, cada vez más aguda, más fina.
Muy pronto en su historia, el hombre inició esta larga ruta por la que sigue caminando. Porque ¿qué más hacemos, hombres modernos e iluminados, o quienes nos jactamos de ser, más que de intentar siempre comprender el aparente desorden de la condición humana, sondear los misterios de la naturaleza y de la materia, conocer el mundo para ser capaces de vivir en él, e introducir en esto que puede parecer absurdo cierta sabiduría?
Este trabajo empezó hace muchísimo tiempo a través de las inhumaciones del Paleolítico inferior. Los hombres salían de la animalidad tan cercana al Australopitecus para avanzar hacia el Homo sapiens . Las sepulturas de los neandertales hablan ya de ritos y costumbres, de un acompañamiento de los restos hacia un destino desconocido pero presente. El cuerpo está acostado sobre un lado, con la cabeza vuelta hacia el oeste y las piernas replegadas en la actitud del que duerme. Cerca de él aparecen dispuestos fuegos simbólicos, osamentas de animales, piedras talladas, conchas... Todo lo que daba sentido a su vida en la tierra, todo lo que podía resultarle útil para vivir en estos lugares desconocidos hacia los que avanza en un sueño de eternidad, está presente a su lado.
Los dioses y sus historias han crecido con los seres humanos; con ellos se han cargado de atributos, de familias, de poderes, de aventuras cada vez más complejas, más ejemplares en el bien o en el mal. Cada cultura ha querido desarrollar una mitología que se adapta a su carácter propio, a su personalidad profunda. Los primeros mitos, sumerios en su mayoría, se transmitieron primero de manera oral, puesto que existían antes del nacimiento de la escritura. Fue entre el Tigris y el Éufrates, dos ríos cuyos nombres ya hacen soñar, donde generaciones de agricultores y de pastores elaboraron sus visiones de la creación del mundo y del ser humano. En la época en que la práctica de la escritura extendía el conocimiento y hacía compartir el saber, los mitos se diversificaron en la superficie del mundo habitado. Tradiciones europeas de mitos griegos, celtas, nórdicos, de Oriente Medio, de Asia central y meridional..., todos diferentes y, sin embargo, parecidos en sus temas esenciales: creación del mundo por un dios que hace nacer el orden a partir del caos, Diluvio destructor que salva a una pareja de hombres de los que surgirá una nueva humanidad, lugares de delicias y descanso en que las personas justas descansarán por toda la eternidad... Porque si la naturaleza humana es múltiple en función de los continentes, es un conjunto en sus grandes aspiraciones, comparte las mismas esperanzas y los mismos temores.
Para explicar los primeros relatos fundadores de las culturas y de las civilizaciones, algunos, de una manera algo condescendiente, han hablado del «espíritu de la infancia» de una humanidad en los albores de su historia. Esto se justifica siempre que se considere a la vez la inocencia del niño y su sorprendente capacidad para pasar de las apariencias a lo real, con el objetivo de crecer hacia lo trascendente, de descubrir como por azar verdades esenciales e intemporales. Si no fuera así, los hombres de hoy, gentes razonadoras, apasionadas por las ciencias y la racionalidad, no mostrarían tanto ardor por los grandes relatos mitológicos, y los más eminentes psicoanalistas no habrían hallado una materia esencial para la comprensión de la psique humana.
No es objeto de este libro hablar de las tres grandes religiones consideradas como reveladas, ni tampoco situarlas en la misma categoría que los mitos que se evocarán aquí. Sin embargo, aparecerán cuando algunos mitos afecten a los grandes relatos o a las grandes imágenes aportados por ellas.


U N VIAJE AL CORAZÓN DE LA PSIQUE

Si bien no ha sido el único especialista en ciencias del alma que ha comprendido la importancia de la historia y de las grandes historias de la humanidad para cada ser humano, el médico psiquiatra Carl Gustav Jung ha sido, sin duda, el descubridor más eminente de este inmenso continente que es el inconsciente colectivo. Su palabra, sus descubrimientos resultan mucho más candentes e impactantes porque experimentó en su propia vida, en su alma y en su cuerpo, la fuerza y la presencia de los grandes mitos, de sus protagonistas, de los sentimientos complejos que los acompañaban. Jung no fue sólo un hombre de hipótesis y de reflexiones intelectuales. Experimentó en sí mismo, y a veces por su cuenta y riesgo, la verdad de lo que proponía a los hombres de nuestro tiempo para responder a la eterna pregunta: ¿qui&

  • Univers Univers
  • Ebooks Ebooks
  • Livres audio Livres audio
  • Presse Presse
  • Podcasts Podcasts
  • BD BD
  • Documents Documents