Cebos y carnadas para la pesca en agua dulce
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Cebos y carnadas para la pesca en agua dulce , livre ebook

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Description

* El buen pescador sabe que, para obtener una buena presa, necesita un buen material, pero no basta sólo con eso: la elección de los cebos y las carnadas es determinante en esta tarea.
* ¿Deben encarnarse cebos animales o vegetales en los anzuelos? ¿El momento del día ha de determinar la elección del engodo?
* Con esta obra, todos los pescadores —principiantes o veteranos— tendrán en las manos una guía completa de las técnicas de cebado: cómo escoger, conservar o encontrar las carnadas, función y composición de los engodos, cebos, qué sedal utilizar en función del tipo de pesca (al coup, a pulso, a la inglesa, con cebo vivo, con peces muertos…)
* En los ríos de llanura o junto a los lagos, en las aguas claras de los arroyos o en los torrentes al pie de las montañas, la pesca es un arte del que deben aprenderse todos los detalles para poder apreciar todas sus facetas y percibir ese sentimiento único de unión con la fauna y la naturaleza.

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 25 avril 2016
Nombre de lectures 0
EAN13 9781683250432
Langue Español
Poids de l'ouvrage 3 Mo

Informations légales : prix de location à la page 0,0150€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

E. Silva



CEBOS Y CARNADAS
PARA LA PESCA
EN AGUA DULCE
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.

Nuestro agradecimiento a Regione Lombardia, que nos ha proporcionado amablemente las fotografías de los peces que figuran en las fichas.

El editor agradece a Xavier Carrera Farrés, presidente del Comité de Agua Dulce de la Federación Catalana de Pesca, su colaboración en la edición española de este libro.

Para resaltar todos los detalles, los dibujos de las cañas de pescar no están hechos a escala.
Hasta la página * , fotografías del autor (salvo donde se indica otra procedencia).
Dibujos de Salvatore Guastella, Eliana Mini y Studio C. & C. (páginas ** , *** , **** , ***** , ****** ).
Traducción de Ariadna Martín Sirarols.

© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-68325-043-2

El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
ÍNDICE


INTRODUCCIÓN
ASPECTOS GENERALES
EL MACIZO (O ENGODO)
Pan y otros alimentos
Harinas vegetales
Harinas animales
Edulcorantes
Hierbas aromáticas
Materias inertes
Preparación del macizo
LA CARNADA
Anélidos
Larvas
Insectos
Carnadas de origen animal
Carnadas de origen vegetal
Fruta
Pan
Mezclas
Peces
Señuelos
EL SEDAL (O LA LÍNEA)
La pesca al coup
La pesca a pulso
La pesca a la inglesa
La pesca con cebo vivo
La pesca con cebo muerto
LOS PECES
DIRECCIONES ÚTILES
ÍNDICE D E ESPECIES
INTRODUCCIÓN



«Párate y observa. Antes de preparar la caña, examina el agua y el lugar donde quieres pescar. De ese modo, percibirás muchos indicios que te servirán para llenar tu cesta y no regresar con las manos vacías, como las otras veces, cuando yo no estaba…» ¡Cuántas veces tuve que escuchar estas recomendaciones de boca de mi «maestro» al principio de mi «carrera» de pesca deportiva! En esa época, estaba tan ansioso y tenía tanto empuje como cualquier joven: llegaba junto al agua, clavaba mi caña de pescar sin encomendarme a nadie e intentaba que los peces mordieran el anzuelo. Tenía entusiasmo para dar y tomar, pero era muy poco reflexivo, y ese buenazo de Emilio Albricci no dejaba de repetirme: «Despacio, mira, observa, no hagas ruido: los peces son más astutos de lo que crees, y si te oyen o te ven, pondrán pies en polvorosa».
Ha llovido mucho desde entonces y, a veces, a pesar de mi edad, cuando me embarga el entusiasmo, que me conduce instintivamente hacia el río, esos consejos renacen en mi mente, me sosiegan y me permiten afrontar la situación con calma, que, como todo el mundo sabe, es la virtud de los fuertes, pero también la mejor herramienta de los pescadores.
Realmente, hace falta mucha tranquilidad y mucha paciencia no sólo para preparar el material sino, sobre todo, para observar el comportamiento y las reacciones de los peces y definir el sentido de la corriente, muy importante en la pesca al coup o a pulso. Este famoso sentido del agua de los grandes pescadores de pesca deportiva no es un don innato: si no existe en el común de los mortales, se debe en parte a la falta de aplicación y voluntad de agudizar nuestro sentido de la observación. Los grandes deportistas son capaces de leer la corriente y percibir las venas por las que se introducirá mejor el cebo, y alcanzará con mayor facilidad las zonas de pequeños puntos muertos creados por los remolinos de agua, donde al pez le gusta quedarse inmóvil.
A fuerza de estudiar las diferentes situaciones, el pescador deportivo sabe determinar en qué lugar de esas aguas en movimiento se encuentra el punto tranquilo donde debe presentarse el anzuelo a los peces. De estos deportistas se podría decir que sus ojos pueden sondear el agua con rayos X; pero desengáñese, no son dones sobrenaturales, sino tiempo de entrenamiento, aplicación y examen continuo de los movimientos del flotador respecto a la corriente. Aunque la observación y el análisis no son tan importantes como el equipamiento (anzuelos, sedales, carnadas), siguen siendo esenciales para tener un buen día de pesca.

Momento de la llegada al sitio de pesca o pesquil. Lo primero que hay que hacer, antes incluso de asir las cañas o desplegar la silla, es observar con calma la superficie del agua para descifrar una señal procedente del fondo. Obviamente, la primera vez no se sabe que unas burbujitas en la superficie indican una tenca hurgando el cieno ni que la concentración de grandes burbujas señala el paso de una carpa. No obstante, al menos se puede deducir que en el fondo del agua hay un pez comiendo. Esta es solamente la primera etapa. En este caso, deben apartarse por el momento las cañas de pescar en superficie y se pescará con las cañas que sirven para pasear el cebo por el fondo, en el sitio donde hay más posibilidades de ver cómo el flotador desaparece bajo el agua. Si en la superficie se ven círculos concéntricos, significa que la actividad de los peces se sitúa en la misma superficie del agua: entonces, se escogen las cañas ligeras para pescar, ya que pueden mantener el cebo en las capas altas de la corriente de agua donde claramente se está moviendo el pez. Sin embargo, no hay que olvidar que la mayor parte de los peces comen en el fondo, allí donde cae la comida.
Todas estas indicaciones sirven, sobre todo, para la pesca al coup en los ríos de las llanuras y en los lagos. En cuanto a la pesca de salmónidos, en las límpidas aguas de los ríos al pie de las montañas y en los arroyos montañosos, hay que mostrarse aún más vigilante, porque una trucha asustada tardaría varias horas en salir de su escondrijo. Así pues, no conviene hacer movimientos bruscos o violentos y, sobre todo, hay que prever que la sombra no se refleje nunca en el espejo del agua: póngase siempre de cara al sol para que la sombra se proyecte en la orilla. También es aconsejable no entrar en el agua, e incluso andar lo más lejos posible de la orilla. Las truchas tienen la costumbre de esconderse en las pequeñas galerías que existen en la orilla, allí donde la corriente es más débil; pueden, por tanto, percibir el ruido de las piedras que provocan los pasos del pescador, lo que las incita a huir.
En la pesca con cebo vivo, el súbito salto de alburnos u otros pececitos fuera del agua indica la presencia de predadores como lucios o percas. Aunque estas pistas son fáciles de descifrar en las tranquilas aguas de los lagos, lo son mucho menos en los ríos. Por eso conviene aprender que sólo después de un riguroso examen del agua se puede empezar a preparar el equipo de pesca: escoger las cañas, cebos y plomos más adecuados para enfrentarse y sorprender a los peces.
En ese preciso momento, ya se tienen todas las condiciones para pasar la mañana, la tarde o incluso el día entero divirtiéndose sanamente y, por qué no, practicando el no killing , que consiste en soltar las presas al final de la dura batalla e intentar capturarlas de nuevo un poco más abajo. Cuando el pez supere el miedo, el pescador astuto podrá divertirse engañándolo de nuevo con la ayuda de sus famosas pequeñas masillas preparadas con cuidado y presentadas, sin duda alguna, del mejor modo posible.
ASPECTOS GENERALES

EL MACIZO (O ENGODO)



Para estimular el apetito de muchos peces, de los ciprínidos en particular, y, por consiguiente, para que estos ataquen el cebo que se les presenta, se pueden utilizar macizos especiales, cuyo fuerte perfume es capaz de despertar a los peces más apáticos. Para que esta operación tenga éxito, es necesario realizarla en las mejores condiciones posibles, siguiendo algunas reglas precisas: queda descartado arrojar harina al agua por si acaso, ya que de esta forma los peces se alejan, en vez de ser atraídos al lugar escogido. Cualquiera puede darse cuenta de hasta qué punto es importante aplicarse en esta operación asistiendo a una competición de pesca, y observando la concentración de los participantes, incluso a escala internacional, cuando preparan las sustancias que arrojarán al agua para despertar el interés de los peces.


Diferentes tipos de harina para engodos


Pesca en vivero


Pesca en vivero




El tipo de harina que se utiliza para preparar el macizo es, sin duda, muy importante, pero también es fundamental saber qué consistencia y qué propiedades conviene darle. Por ejemplo, es ilógico lanzar a un río con fuertes corrientes un macizo semilíquido para que se disuelva en la superficie del agua, ya que no tendrá tiempo de bajar al fondo y producir el efecto de atracción en los peces. También es absurdo preparar y lanzar un engodo muy consistente y ligado si los peces están en la superficie del agua: en seguida llegará al fondo y se descompondrá lentamente. En resumen, antes de proceder al lanzado del engodo, deben buscarse todos los indicios posibles que no

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