Secretario general del Partido Carlista entre 1934 y 1955: Última entrevista con Fal Conde
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Colecciones : Tiempo de historia. Año IV, n. 39
Fecha de publicación : 1-feb-1978

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Publié le 01 février 1978
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Langue Español
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Extrait

Secretario general del
Partido Carlista
entre 1934 y 1955
Ultima
entrevista
con
Fal Conde
F al CO/1de tiene ahora la palabra.
Me trasladé a Sevilla,
antes de su fallecimiento en 1975,
para que diera testimo/7 io
de su participación
en el Alzamiento de 1936.
Multitud de artículos, entrevistas,
libros y conferencias
han aparecido en los últ imos al'lOs
Manuel Fa' Conde. nacido en Higuera de la Si.". (Huel".). abo­
dentro de nuestro país sobre gado con d •• pecho en Se ... lII .. Ilegaria 11 •• r •• creta,lo glnlllll' del
Partido C.,I,-" enlr. 1934)' 1955. M'. de "lIlnla lñol en 101 que el
este aSU/7to que ya es Historia. y el e.,Ulmo ~ •• ron po' dlll ...... I1uc::tu.clone. hl.tOrtea.
QN Manuel na{;ió en tlCO nacional. A partir de en· arma y mi litariza a los volun· T I...!J lligucra de b Sil'ITa lances, Fal se convierte en tarios carlistas: el Requeté. El
(Huelv3) y contaba con el ti· pieza fundamenta l dentro del J 5 de abril de aquel mismo
tu lo de abogado. No poseía, movimiento carlista, que en año ya se pueden notar los re·
como la gente cree, antece­ aquellos tiempos estaba do· sultados de su mando: se efec·
dentes carlistas en su familia. minado por elementos inte· lúa en la finca de «El Ouinti-
Sin embargo, este andaluz re­ gristas y tradicionalistas. Fal 110., de Sevilla. la primera
culmina esta actuación poli. presentó un papel importante demostración de esas fuerzas,
en la acción de nuestra pasada tka cuando, el 3 de marL.O de que fueron adiestradas y p re­
historia. t 934, don Alfonso Carlos de paradas por el capitán Enri­
Borbón le nombra delegado En agosto de 1932 se produce que Barrau.
suyo en España y, por lo tanto, el levantamiento militar de
jefe de la Comunión Tradicio· tendencia monárquica contra El carlismo adquiere nuevo
nalista. la República, cuya represen· vigor y acuden a él otras ca·
tación ll evó Sanjurjo, en el Se hace cargo del carlismo y rricntes políticas. Entre ellas.
que la intervención de un abo· realiza una profunda reorga­ el jefe y miembros de un grupo
gado andaluz, Manuel Fal nización. Ante los nubarrones de nacionalistas catalanes de·
Conde, adquiere relieve poli- que se aproximan, Fal Conde nominado «Vella Catalunya.,
13

que se integran plenamente en He aqui su testimonio y sus llano y el también conde de La
el movimiento carlista. declaraciones póstumas de Florida. se unifican.
El 15 de julio, Fal Conde se El 11 de agosto, Fal vuelve a 1975:
dirige por primera vez en pú­ España. pero en 1941 es confi­
LA CONSPIRACION blico a los carlistas, con mo­ nado en Menorca, hasta que a
tivo de un acto político en Po­ mediados de diciembre. fecha -Don Manuel, unos artículos
tes (Santander). En aquella en que vuelve a Sevilla, donde suyos en la ya desapareCida
ocasión, dijo: «Los pHeblos tie­ estuvo residenciado hasta di­ revista trMontejurra_ han
nen derecho a levantarse contra ciembre de t 945, adquiere de descubierto al público lo que
los tiranos, pero primero hay nuevo libertad de actuación. antes era dominio de mino nas
que hablar a las conciencias y De hecho, Fal había seguido de lnfonnados. En ellos se ve
prepararlas». Y así lo hizo, actuando mediante enlaces, claro que usted fue uno de los
hasta que llega el estallido del proclamas y manifiestos. primeros y más encientes mo­
18 de julio de 1936. siempre a las órdenes directas tores de la conspiración con·
El 8 de diciembre de este del entonces Regente del car­ tra la República. ¿Me puede
mismo año, con motivo de la lismo. don Javier de Borbón ampliar este tema?
decisión del jefe de los reque­ Parma, hasta que el I t de - Ma la señal sería que fueran
tés de crear una tr Real Acade­ agosto de 1955. y debido a una dándose de baja en e l cuadro
mia Militar Carlista_, Fal repentina y grave enfermedad de honor y servicios de aquella
Conde es expatriado. en la garganta. Fal Conde cesa conspiración tantos que en
como jefe-delegado y asu me número, por crecido desmere­Llega abril de 1937. Fal sigue
directamente don Javier el cedores. han monopolizado en Portugal, pero Hedilla. a
gobierno del Carlismo. hasta aquí la ostentación y la través de dos cadistas, le pro­
gala de esa primacía. Es c ierto pone un acuerdo: si la Unifi­ Fal Conde poseía uno de los
que un mayor nive l de cultura mejores archivos sobre la gue­cación se efectúa sin contar
va inspirando a los corazones con ellos. no aceptarán cargo rra española y, precisamente
hondas repugnancias hacia la alguno en el partido naciente. por ello. le pedí que me diera
violencia, creando un clima Hedilla y Fal cumplieron este noticia sobre algunos puntos
más propicio a la caridad. que acuerdo. mientras que los tra­ referentes a los preparativos.
no permi ta Dios degenere en antecedentes '1{ demás accio­dicionalistas pro-alfonsinos.
un pacifismo conformista. pa­conde de Rodezno. Luis Are- nes sobre la mi sma.
tológico. que a mila ne las con­
ciencias ante la fucr.la y las
resigne infrahumanamente a
la opresión, que seria regre­
sión a távica a la espirituali
dad de la esclavitud bajo e l
paganismo.
Yo. personalmente, ni fui polí­
tico ni jamás me sentí voca­
donado a la violencia, a la
fuerza, a la guerra. Modesto
abogado y ferviente cate­
quista en misiones de segla­
res, donde eran rechazados los
miS ioneros sacerdotes.
c.:uando vine a la política no
cambié mi equipo espiritual
de misionero segla r . visitador
de pobres en las conferencias y
educador en centros obreros.
Amenazaba inminente la re­
volución en e l año treinta.
Cuanto me cupo en suerte
promover fue. desde que em­
pecé a actuar en política, bajo
la dirección de mis jefes y la
f.1 COnde ¡nlar ... lno .ell .... menl •• n .¡le .... nl.ml.nIO mllll •• eonl •• l. RepubUe. que ene.· suprema y sapientísima de
bezo .. genet.' S.nlurlo el IOd goslo de U132. Vemos _ .mbos en .st. fOlo 10mad •• 1
don Alfonso Carlos. mismo di. def •• lUdo .Iz.ml.nlo.
14

­

Ya he dicho que España con­
servaba aún esa vitalísima
reacción defensiva contra la
tiranía, que identifica a los
pueblos que se han formado
bajo los dictados del Derecho
Público cristiano y en el aire
de las libertades públicas legí­
timas.
-¿ Puede decirme algo sobre
sus acuerdos con el general
Sanjurjo?
-Ya desde agosto del treinta
y dos estábamos en contacto.
Fracasó el golpe en Madrid,
dirigido por el general Barre
ra, con las víctimas de los jó­
venes carlistas de la A.E.T.,
Triana y San Miguel, pero
triunfó en Sevilla. Por la no­
che declinó el sol del general y
empezó el calvario de prisio­
nes y confinamientos.
Era necesario un primer in­
tento de sublevación contra el
poder constituido y necesita­
ban también los espíritus
templarse en la tribulación.
Sin 10 de agosto de 1932 no
hubiera habido el Alzamiento
del 18 de julio de 1936, ni vic­
toria de 1939. Segun explica el propIO Fal Conde. en el apoyo carlista a la sublevadon del 18 de JuUo de
1936 jugaron un papel lundamental 101 aspeclos religiosos y tradicionalistas. Lo que relleja­Desde mi prisión pri mero, y
ria $aenz de Tejada en este dibujo, con la leyenda "".EI voluntario parte fortalecido también
después visitando las cárceles, con la bendición del padre ......
los exilios de Lisboa, Gibral­
tar, San Juan de Luz, se aglu­ sufragábamos como obsequio ción cívica las juventudes, con
tinaron voluntades y se selec­ un gran jefe nacional -Aure­ al general y como acto de jus­
cionó un grupo valiosísi mo de ticia el atender la necesidad lío González de Gregario-; y
jefes. Don Alfonso Carlos ha­ del insigne militar que, pri­en proyecdón paramilitar con
bía puesto cartas cordialísi­ el general VareJa, los tenientes vado por la República de la
mas a los deportados de Villa coroneles Royo y Utrilla y su carrera, tras la amnistía, se
Cisneros, como Lamamié de buscaba en Madrid el limpio delegación nacional con Za­
Clairac les había amparado manilla. vivir con clases particulares
con su interpelación en las que hubo de dejar. La llegada
Pero jamás deseamos una ac­Cortes. Yo había cuidado a los a Navarra de Mola constituyó
ción aisladamente del Ejérci­deportados de Villa Cisnems

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