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CULTURA & POLÍTICA @ CIBERESPACIO. 1er Congreso ONLINE del Observatorio para la. CiberSociedad. Comunicaciones – Grupo 5. Ciberespacio y ...

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CULTURA & POLÍTICA @ CIBERESPACIO  1er Congreso ONLINE del Observatorio para la CiberSociedad  Comunicaciones  Grupo 5 Ciberespacio y religiosidad    Coordinación: Luis Ignacio Sierra ( lisierra@javeriana.edu.co )   http://cibersociedad.rediris.es/congreso     Religiosidad on-line: Nuevo horizonte para el creyente   Luis Ignacio Sierra G. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. lisierra@javeriana.edu.co    Resumen Este texto intenta mostrar cómo el nuevo milenio se presenta con perspectivas claras de pluralismo religioso multimedial. Nuevos modos de ver, sentir, participar, percibir y visibilizar lo religioso a través de la red mundial de Internet, con un sinnúmero de posibilidades pero, igualmente con no pocas limitaciones y cuestionamientos para el creyente. Palabras clave : Religiosidad on-line  Comunicación  Postmodernidad  Comunidad  Nuevas tecnologías.  Abstract This text tries to show how the new millenium brings new and clear perspectives of religious pluralism through the multimedia. New modes to understand, to feel, to participate, to perceive and to visualize religious issues communicatively through the worldwide web. The Internet offers uncountables possibilities, but at the same time, not a few limitations and questionnings for the religious person. Key words : Religioussness on-line  Communication  Postmodernism  Community New technologies.   
 
 
Hoje, nâo basta mais manipular, transportar e refinar a crenca. É preciso analizar-lhe a composicâo, pois há a pretensâo de fabricá-la artificialmente. Michel de Certeau: 1994   
 Presentación  El nuevo milenio nos abre progresivamente a una etapa inédita de la historia humana. Innumerables indicios revelan que asistimos a transformaciones sustanciales en nuestros modos de vivir, de ver, de informarnos, de mirar y representar la realidad. Todo convoca a pensar y actuar tanto global como localmente. Vivimos y actuamos por encima y más allá de nuestras fronteras. Esta sociedad dispone de medios sofisticados de comunicación, particularmente audiovisuales y electrónicos, que permiten un contacto activo, simultáneo y recíproco entre actores individuales, traspasando cualquier frontera de país, religión y continente. La relación interpersonal, más emotiva, directa y cara a cara, comienza a ser mediada con inusitada intensidad por la frivolidad de pantallas de toda índole. Pertenecemos a una sociedad desterritorializada, que se dice no exclusiva, sino abierta e inclusiva, pero llena paradójicamente de profundos y agudos contrastes, de nuevas brechas y desigualdades sociales.  La religiosidad, al igual que muchos otros fenómenos de la actividad humana, se ha venido transfor- mando también al ritmo de los acelerados avances tecnológicos. La pantalla, particularmente la del computador, es, en este caso, el nuevo templo que congrega, convoca a multitudes para practicar y compartir un solo credo: la globalización del mensaje religioso, en simultaneidad con los distintos acontecimientos. Se ha convertido en púlpito virtual desde donde emanan toda clase de discursos, que van desde la más pura ortodoxia hasta los más refinados esoterismos.  Muchos autores constatan que en el terreno religioso presenciamos una aguda paradoja: de una parte, amplios grupos sociales viven con una visión secularizada del mundo  un mundo sin Dios, donde las preguntas por el Ser Supremo han quedado relegadas -, y, de otra, se da a la vez una explosión de nuevas formas de búsqueda de lo trascendente 1 . Para otros especialistas, estamos lejos de asistir al retorno de las religiones institucionales. Al contrario, por un lado, asistimos al fenómeno de la fragmentación de la experiencia religiosa en el seno de las grandes religiones, por otro lado, estamos frente a la emergencia de una experiencia religiosa difusa y ecléctica, que subvierte los conceptos tradicionales de religión, dado que no pretende constituirse en una religión, sino en ser una contraposición a ellas. Por ese y muchos otros factores, el fenómeno de la experiencia religiosa en la actualidad es complejo de abordar 2 .  Con la llegada de la nueva cultura creada por la comunicación moderna, especialmente las inmensas potencialidades que brinda la red de Internet, el fenómeno religioso adquiere las pro- porciones de un nuevo horizonte por descubrir y trabajar por parte del creyente. Al ampliarse y visibilizarse mejor el panorama religioso a través de la red mundial, el horizonte para el creyente se ha reconfigurado con nuevas ofertas y posibilidades. La producción e intercambio de información y contenido simbólico referido a lo religioso-espiritual se encuentra ya disponible en abundancia y amplia variedad en la Red. Desde esas nuevas experiencias del fenómeno religioso surgen varios interrogantes que dan motivos para pensar: ¿de qué tipo de religiosidad se trata
 
en la Red?, ¿qué busca la gente al acercarse a sitios web de religiosidad o de experiencias espirituales virtuales?, ¿qué impacto tienen esas prácticas para la vivencia real religiosa de la gente?, ¿cómo se configura lo simbólico religioso en la Red?, ¿cómo visibilizar auténticamente a Dios, la religiosidad, la espiritualidad en el marco de las nuevas tecnologías globalizadoras?, ¿qué implicaciones comunicativas tiene esta nueva práctica cultural? o, el interrogante clave planteado por Michel de Certeau: ¿qué papel juegan en los procesos de elaboración de las creencias colectivas las nuevas tecnologías culturales? Se trata de resolver el enigma de ¿cómo se construye la creencia en nuestras sociedades, sobre qué bases se producen sistemas de credibilidad entre los grupos sociales? 3 . Interrogantes estos que desbordan aquí nuestras posibilidades y darían lugar para una o varias investigaciones.  Con el ánimo sólo de esbozar algunas pistas de reflexión este texto intenta mostrar cómo el nuevo milenio se presenta con perspectivas claras de pluralismo religioso multimedial. Nuevos modos de ver, sentir, participar, percibir y visibilizar lo religioso a través de la red mundial de Internet, con un sinnúmero de posibilidades pero, a la vez con no pocas limitaciones y cuestionamientos para el cre- yente. Inicialmente, veremos cómo ha incidido el fenómeno de la posmodernidad en la religiosidad en la era telemática. Describiremos luego rasgos característicos de la llamada  religiosidad on-line , particularmente en lo referente a la religiosidad católica y, finalmente, plantearemos algunos cues- tionamientos y desafíos que surgen a partir del auge de este fenómeno contemporáneo.   1. Posmodernidad y religiosidad en la era virtual  El consenso es unánime en torno a la comprensión de la posmodernidad como época del desencanto, como época de las diferentes crisis por las que ha pasado una sociedad que le ha apostado a la razón como explicación suprema de la realidad y de la existencia humana. Según Max Weber, la idea de la modernidad en Occidente se erige sobre un proceso de desencantamiento del mundo, proceso que se caracteriza por la pérdida de un sentido que unifique las distintas esferas de la vida social.  En la perspectiva planteada por Michel Maffesoli 4  se puede comprender la mitología de pasaje de la modernidad a la posmodernidad del nuevo milenio, como la configuración de una época de cambio sustancial de los valores modernos, es decir, los valores que constituyen a los individuos y la sociedad en su conjunto, valores, según Michel Foucault, que constituyen la episteme, es decir, la representación y las organizaciones de una época dada. En ese sentido, sostiene Maffesoli, la episteme de la modernidad podría resumirse en tres aspectos: primero, la idea de unidad, de reducción a lo Uno. Los grandes relatos de referencia (metarelatos en términos de Lyotard), especialmente en la segunda mitad del siglo XIX, realizaron la homogenización de la repre- sentación. El ocaso de los grandes relatos, se expresa tal vez, en los nuevos regímenes discursivos de los medios. Segundo, en los siglos XVIII, XIX se asiste a la invención del individuo, como entidad homogénea basado en una lógica de identidad, generando posteriormente una teorización del individuo y el individualismo. Finalmente, está la hegemonía de la razón como factor clave en la constitución del individuo y la sociedad.  De la emancipación del individuo y de la razón, llevada a cabo por el humanismo, por el renacimiento y por la revolución científica, en algunos de sus teóricos, se llegó a la erradicación de la religión y de la idea de Dios como condición para la autoafirmación del hombre. De la primera ilustración (razón subjetiva) y la
 
segunda ilustración (razón práctica), se ha venido gestando la tercera ilustración (razón comunicacional) 5 .  Así, de la exasperación y saturación de ciertos valores modernos está emergiendo una nueva mane- ra de estar juntos. Los acentos se desplazan hacia la expansión de nuevos ejes: lo local, el localismo, las afirmaciones localistas, maneras de vestir, hablar, hacer, comportarse, en un brico- lage ideológico, "una especie de babelización del mundo". Maffesoli propone la metáfora del tribalismo, como extraña pulsión que lleva al individuo a hacer como el otro , a existir formal- mente gracias a la mirada del otro . "En ese tribalismo, en ese estar de moda, en esa imitación, la verdadera importancia está en la imagen, en el imaginario, en la imaginación, justamente porque no hay más prevalencia de la razón, que dejó de ser elemento de hegemonía. Si creásemos un neologismo, diría que experimentamos la emergencia de un mundo imaginal. Lo imaginal estaría sucediendo al mundo en el cual prevalecía la razón" 6 .  Está pues en juego un estilo y un modo de vida que compromete casi todas las esferas de la intimidad y de la esfera pública. Dice Mabel Paccini, que lo que está en juego, son las formas de construcción de las creencias y, no menos importante, la reinvención de los lazos sociales.  Nos sentimos inmersos entonces en una era cultural de lo icónico y audiovisual, de lo digital y lo telemático, que nos seduce a cada instante. Como dice A. Renaud, asistimos al surgimiento del nuevo régimen de lo visible y con ello a un nuevo régimen de discursividad , de tratamiento del saber. La imagen contiene y despliega plenamente una cuota de saber, de igual forma que la visibilidad, asumida por la imagen, incorpora y materializa iconológicamente el concepto, aportándole una dimensión estética, sensible. Baudrillard lo resume admirablemente: "En el corazón de esta videocultura siempre hay una pantalla, pero no hay forzosamente una mirada" 7 .  Porque si la experiencia icónica y audiovisual replantea desde su misma raíz los modos de relación con la realidad, es decir, desde las transformaciones de nuestras percepciones de espacio y tiempo, paradójicamente nos coloca frente a una proliferación de imágenes que provocan igualmente un vacío de significación de muchas de ellas al ser sometidas a la lógica de la mercancía. Como lo sostiene J. Martín Barbero, "vivimos bajo la hegemonía audiovisual que descubre, pone al descu-bierto, las contradicciones de una modernidad otra, esa a la que acceden y de la que se apropian las mayorías sin dejar su cultura oral, mestizándola con las imaginerías de la visualidad electrónica (), si ya no se escribe ni se lee como antes es porque tampoco se puede ver ni expresar como antes" 8 .  El consenso entre muchos especialistas es que los nuevos medios surgidos gracias a los avances de la tecnología, nos acercan al mundo, rompen las barreras del espacio y del tiempo y pueden potenciar la comunicación humana, pero también pueden generar una actitud de pasividad, de uni- direccionalidad y nos pueden imponer un pensamiento rápido, único e inmediato, en el que no hay tiempo para la reflexión y el análisis.  Nos encontramos en plena situación de <<cambio de paradigma>>, en los inicios de una nueva forma social de estar en el mundo. Evidentemente, Internet es una expresión y a la vez un instrumento importante de ello: es una herramienta comunicacional completamente novedosa, que se añade a otros mass media multiplicando las fuentes de mensajes. (...). En Internet <<cabe de todo>>: la
 
sabiduría y la ordinariez; la paz y la guerra, la ciencia y el oscurantismo, lo sagrado y lo esotérico en un caleidoscopio sin brújula" 9 .  Para J. F. Lyotard, uno de los primeros teóricos de este cambio, la crisis de los metarelatos se constituye en clave explicativa de los cambios sustanciales entre modernidad y postmodernidad. Esa crisis no ha dejado por fuera la esfera de lo religioso. Todo lo contrario, tanto la crisis como el resurgimiento de lo religioso se han constituído en uno de los mayores indicadores de este nuevo período en nuestra historia. Sin embargo, la irrupción de lo religioso no es necesariamente el retorno de lo sagrado y parecen más formas de neopaganismo. Un nuevo discurso religioso que, para muchos teólogos, nos adentra en una época ecuménica.. En el ámbito religioso ha sido decisivo el impacto de la secularización y el pluralismo de valores. A ello han contribuido, sin duda, no sólo innumerables factores políticos, culturales, sociales, tecnológicos, económicos vividos a escala mundial, sino también factores claves a escala local, las conquistas sociales, la visibilización de la pluralidad cultural.  Lo que Peter Berger llama secularización de la conciencia ha llevado a que los fieles, particu- larmente católicos, hagan una resignificación de la doctrina que aprendieron de la Iglesia. Un replanteamiento que ha llevado a muchos a darle otro significado a los principios y dogmas religiosos aprendidos, a su idea de la Iglesia y a la misma representación de Dios. Lo que otros denominan una flexibilidad dogmática. En " un sentido amplio, la secularización de la conciencia  implica la posibilidad que tienen los laicos para comunicarse directamente con Dios, ser escuchados y obtener su respuesta [...] Es decir, los laicos también pueden dar lo sagrado a los demás, con lo cual prescinden de la jerarquía eclesiástica" 10 . El individuo ha adaptado la religión a su sociedad y su cultura y recurre a la búsqueda de nuevas directrices con las que habrá de organizar su entorno y darle sentido a su existencia.  De un discurso religioso eminentemente teocéntrico, totalizante, hegemónico, vigente a lo largo de sucesivos siglos, se ha dado en los últimos años un viraje radical hacia un discurso religioso plural, fragmentado, policéntrico, politeista, antropomorfo, naturista y esotérico. Las condiciones contem- poráneas de la fe y de su transmisión han variado sustancialmente.  Lo religioso se presenta con unas características muy propias en el nuevo horizonte de la postmo- dernidad. Para muchos se trata de un bricolaje tendenciosamente sincretista, de des-tradicio- nalización y des-doctrinación. La ideología postmoderna, como ideología pura, niega a Dios y la posibilidad de relacionarse con El. Sin embargo, inserta otros aspectos culturales e históricos, ofrece perspectivas nuevas para relacionarse con Dios. En opinión de J. Habermas, esta "nueva intrans- parencia" está marcada por una crisis religiosa.  No obstante, pese a los pronósticos de Feuerbach, Marx y Nietzche, la esperada muerte de la religión no se ha producido.  Se observa, por el contrario, un "resurgir religioso". El resurgimiento, más que la vuelta de lo religioso, de lo sagrado, la sed por el misterio, por la trascendencia, por la mística en distintas formas, aparece después de la exclusión de lo sagrado por la secularización. Sin embargo, el <<regreso>> o el <<despertar>> de lo religioso en Occidente exige sin duda un discernimiento exigente. Si bien se trata, en la mayor parte, más de un regreso del sentimiento religioso que de una adhesión personal a Dios en comunión de fe con la Iglesia, no se puede negar por otra parte que muchas personas en número creciente, vuelven a estar atentos a una dimensión de la existencia humana que caracterizan, según los casos, como espiritual, religiosa o sagrada 11 .
 
 Hoy son muchas las religiones históricas o del libro que han ido dando pasos definitivos para estar presentes en Internet y ofrecer así información y presencia religiosa a los navegantes sedientos de trascendencia. Según la teóloga brasileña María Clara Bingemer, hay un aparente resurgir de valores como la gratuidad, el deseo, el sentimiento, y el redescubrimiento, en una dimensión, de la naturaleza y la relación del hombre con el planeta.  En esa misma línea, el teólogo jesuita Alberto Parra, percibe que "asistimos hoy a una explosión del entusiasmo religioso. Si bien es cierto que ha muerto el dios de la metafísica, el dios de las gramáticas deístas, es incuestionable la constatación de un resurgir religioso que debe explicarse también por el hastío general de la sociedad capitalista, consumista, hedonista, materialista que intuye la supervivencia de lo mejor de lo humano (...). Las religiones vuelven a insinuarse para la conciencia general como la gran reserva de humanidad de este planeta y sus juegos de lenguaje se tornan arrolladoramente significativos. El fenómeno religioso en la alborada de la postmodernidad se hace incontenible: grupos y movimientos, carismatismos y pentecostalismos, neognosticismos y satanismos, nuevoerismo y milenarismo, reencarnacionismo y esoterismo, naturismo y multipli- cación de iglesias libres, junto con la pesadez y el cansancio de las iglesias históricas encalladas en el dogma, en las teologías filosóficas, en los preciosismos gramaticales y en la férrea y desconcertante disciplina (...) " 12 .  Según observadores expertos, asistimos a una presencialización de lo sagrado en el ámbito secular. Una sensibilidad mística, difusa y ecléctica, basada en elementos de la tradición cristiana, junto con referencias orientales, cósmicas, herméticas, psicológicas y humanistas, componen el nuevo culto de contornos difusos y afiliación fluida y cambiante que está en el trasfondo de muchos de los nuevos movimientos religiosos y de la reconfiguración espiritual de la época. Se advierte igualmente un reencantamiento de la vida cotidiana mediante la referencia a lo oscuro del destino, la suerte, lo sorprendente, lo inexplicable, la luz interior. Una religiosidad magnificada y de tono menor, que se mueve desde el horóscopo hasta el maravillosismo milagrero de las apariciones o de las sorpren- dentes propiedades de los cristales de cuarzo.  La recomposición religiosa contemporánea se caracteriza por los retos más evidentes de la nueva sensibilidad religiosa al cristianismo, marcados por rasgos tan característicos como: la fragmentación de las religiones institucionales, el eclecticismo doctrinal; el énfasis en el individuo y un concepto de salvación para él en solitario; el experimento emocional; el pragmatismo en la consideración y vivencia de la religión, y el esnobismo esotérico.  No obstante todo ello, las dimensiones religioso-simbólicas se muestran fundamentales y relevantes para el análisis socio-cultural y para el sondeo de la conciencia humana. La religión es una construcción humana donde se reflejan, en grados y modos diversos, las búsquedas y crisis de la situación histórica, de las cristalizaciones institucionales y de las prácticas sociales dominantes. La religión y la religiosidad no se pueden entender al margen de estas vicisitudes. Religión y sociedad se implican mutuamente y revelan de alguna manera el devenir histórico de la humanidad.   La religiosidad es la esencia del hombre que se manifiesta en vivir, actuar y existir como hombre precisamente a través de su relación con lo último, absoluto y eterno. El hombre está constituído de tal manera que se realiza autotrascendiéndose.
 
El impulso inminente de la autotrascendencia es el dinamismo de la vida que se llama amor. El hombre postmoderno, al negar a Dios, ha perdido este fin último del amor humano, su esencia espiritual. Al negar su dimensión religiosa ha perdido el núcleo y clave de la integración total de su persona. Se contenta con una religiosidad light, blanda, caracterizada por una creencia genérica, difusa en Dios, extremadamente cómoda y coexistente, una moral de conveniencia y una práctica acomodaticia a las circunstancias y necesidades personales.  Si bien la postmodernidad como tal rechaza a Dios, la fe y la Iglesia, ofrece no obstante criterios válidos para actualizar las relaciones con Dios en la nueva etapa histórica. Las distintas prácticas religiosas posibilitan un espacio valioso para su análisis y consideración desde diferentes perspectivas, principalmente la comunicativa. El creyente que hace hoy un sincretismo religioso postmoderno, desea mantener unas relaciones creíbles con Dios, unas relaciones muy libres, personales o subjetivas, estéticas y radicalizadas.  En concreto, se trata de propiciar en el creyente que vive la postmodernidad unas relaciones creíbles con Dios, con una imagen de Dios que simpatice con la sensibilidad actual y con los criterios sobre la dignidad de la persona adulta. Es básica la inculturación adecuada del Dios-Misterio. Prefiriendo que no sea la razón quien imponga esa relación sino la experiencia personal y la libre elección. La misma credibilidad de las relaciones lo lleva al pluralismo: cada persona puede relacionarse válidamente con Dios, desde su religión, ambiente cultural o simplemente desde sus ideas personales. Está descartado el fanatismo, los fundamentalismos, de quien cree estar, o trata de imponer,  la religión única y verdadera para salvarse. El creyente postmoderno, por el contrario, está abierto al ecumenismo, al diálogo respetuoso con todos los credos, sin dogmatismos exclu- yentes, a las exigencias novedosas de lo sagrado.  En tal sentido, el creyente postmoderno anhela una libertad sin ataduras, y eso con mayor razón en la esfera religiosa. Dios es un "Tú" con quien relacionarse con tal que se salve la autonomía humana. Los hombres deben gozar de una libertad para construir la imagen de Dios, con plena autonomía y pleno ejercicio de la libertad interior. Por ello ese mismo sujeto ya no responde a principios absolutos y universales, exalta la dignidad individual, elige unas opciones subjetivas, muy personales, que revaloricen la interioridad y la buena intención. Las relaciones con Dios están configuradas por la subjetividad, por la soledad en la intimidad. Es el sujeto persona con su situación concreta la norma definitiva para obrar y no precisamente los principios absolutos, los criterios del magisterio o las órdenes emanadas de cualquier autoridad.   Sobresale de igual forma en el creyente postmoderno la estética y el pragmatismo de lo religioso como revalorización del  ahora como manifestación de lo último  y  definitivo . Mucha cercanía de lo místico, lo esotérico y la contemplación oriental. Sin embargo, existe mucha ambigüedad y un velado ateísmo. Se caracteriza por un comportamiento pragmático, sin el influjo de la ley, basado principalmente en el deseo, pero con un sentido de exaltación progresista.  En fin, creemos que dentro de este nuevo espíritu epocal, la necesidad de expresión religiosa, la vivencia y práctica espiritual, la pluralidad de expresiones que brotan de la interioridad humana en búsqueda de trascendencia, el ecumenismo creciente, seguirán marcando la diferencia con cualquier pretensión absolutista de secularización o cualquier intento por radicalizar posiciones dogmáticas o autoritarias
 
en la esfera de lo religioso.  Dentro de ese nuevo espíritu no se puede desconocer, desde luego, el influjo arrollador de la tecnología informática en la comprensión religiosa, en una generación de personas crecidas en las redes de Internet. Tendencias, inquietudes y necesidades religiosas del usuario de Internet en lo relacionado con dudas, convicciones o creencias más íntimas. Se ha ido desarrollando con fuerza la llamada religiosidad on-line , donde la Red se ha convertido en el espacio de difusión para nuevas tendencias religiosas, espirituales y toda clase de propuestas que van desde los horóscopos, rituales, manuales espirituales, guías y talleres de oración, hasta esoterismo y magia en cantidad 13 .  Se afronta así el riesgo del relativismo religioso que el teólogo A. Brighenti describe como una de las características de la religiosidad en la contemporaneidad, que proclama el derecho de cada uno a tener su propia creencia, basado en dos principios: no hay una única verdad, sino varias; no hay una única forma de vida religiosa, sino una pluralidad, pues todas las religiones son buenas. En consecuencia, se acentúa la experiencia personal, en una especie de misticismo supraecuménico, libre de la sumisión a las instituciones. Es la emergencia de  comunidades emocionales , cimen- tadas en la experiencia espiritual alrededor de un líder, pero que tampoco ejerce un papel organizador y controlador del espacio religioso. Emerge, como alternativa a la institucionalización rígida de la experiencia religiosa, la conformación de una especie de iglesias invisibles , en las que hay dificultad para creer con los otros y en lo que los otros creen. De ahí la provisioriedad de las representaciones de las creencias, siempre relativas al momento en que se vive y a los problemas que busca resolver 14   Estamos sumergidos de esta forma en lo que J. C. Uhía llama, la  sociedad revelada , donde mediante la refrendación de una comunicación totalizadora e integradora de la realidad se da la posibilidad de convertir en público lo que hasta ese instante permanecía oculto. Nuevas determinaciones constituyen el paradigma de la sociedad revelada: la hiperaceleración, de cambios y mutaciones constantes; lo autocognoscente, derivado de lo anterior, que apunta al lenguaje y lenguajes como meollo del pensamiento y revelación de la interacción humana; y, un devenir digital, con la explosión de nuevos lenguajes y la revelación de lo social como fuente de análisis y comunicación. La metáfora de nuestro tiempo es el software , el know how y parece ser también el sentido de nuestra propia exaltación como sociedades y como individuos.   "La sociedad postmoderna es de hecho una sociedad revelada. Su máxima expresión es, en efecto, la telecomunicación y la complejidad de sus propias veleidades. El mundo contemporáneo sólo existe en torno de su difusión, de su publicación. El mayor sentido que parece adquirir la realidad es la posibilidad de ser divulgada [...] La sociedad revelada está tejida sobre la base de una proximidad virtual, sin embargo, en la era de la comunicación es evidente un aislamiento personal e individual" 15 .De otra forma, pero con el mismo sentido lo sostiene Manuel Castells:En estos tiempos difíciles, el fundamentalismo religioso es probablemente la fuerza más formidable de seguridad personal y movilización colectiva. En un mundo de flujos globales de riqueza, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad colectiva o individual, atribuída o construída, se convierte en la fuente fundamental de significado social16 .  En síntesis, el fenómeno de la religiosidad, en su amplia y variada gama de
 
expresiones, se está transformando de manera vertiginosa y sorprendente en todos los sentidos, reconfigurando sus discursos, ritualidades y expresiones simbólicas según la dinámica de las transformaciones que caracterizan estos tiempos posmodernos.   2. Encontrar a Dios en el ciberespacio  Sobre ese trasfondo de eclecticismo posmoderno irrumpe el fenómeno y la experiencia religiosa de la humanidad adaptándose a las exigencias de la era virtual y el ciberespacio y así la inquietud por la trascendencia, no obstante la creciente secularización, no desaparece sino que se vuelve plural y polimorfa. Al fin y al cabo, Internet pone ahora al alcance de todas las instituciones la posibilidad de crear sus propios medios de comunicación utilizando, en beneficio de sus estrategias, la privilegiada información de que disponen.  Por eso, hablar hoy de religiosidad on-line  es referirse a diferentes aspectos de una misma realidad relacionada con la trascendencia.. Se trata de observar la forma como irrumpe el discurso religioso y espiritual en la Red y se visibiliza a través de múltiples portales de información y comunicación religiosa, de home-pages  referidas específicamente a asuntos religiosos o espirituales, de websites  con diferentes ofertas de espiritualidad. Internet se ha convertido en  areópago digital  de difusión para nuevas tendencias religiosas, nuevas expresiones, nuevos encuentros, nuevas ritualidades, nuevas formas de decir y vivir distintos credos, distintas opciones religiosas, nuevas experiencias de espiritualidad digitalizada.  Como informa Thelma Glisamaniego 17 , paulatinamente Internet se está convirtiendo en un nuevo medio de evangelización y de promoción de la fe en todo el mundo. El estudio, llevado a cabo por la Pew Internet & American Life Project (http:// www.pewinternet.org ), institución dedicada a estudiar el impacto de Internet en diversos ámbitos (familia, escuela, trabajo, centros de salud, etc), y respondida por alrededor de 1300 grupos religiosos, reveló que Internet está siendo utilizada para fortalecer la fe y el crecimiento espiritual; para evangelizar y llevar a cabo misiones en sus comunidades alrededor del mundo; para incrementar su presencia y visibilidad en las comunidades, y para explicar y dar a conocer sus creencias. Estas confesiones también aseguraron usar Internet para difundir sermones e información básica; interactuar, mediante discusiones acerca de temas espirituales y rezar en línea.  Las grandes religiones están asumiendo el reto de "traducir" a los nuevos lenguajes de la cultura digital, todo el acervo de su riqueza doctrinal, moral, litúrgica, pastoral. Las religiones históricas monoteistas hacen presencia en este ciberespacio: cristianismo, islamismo y judaísmo tienen ya clara identidad digital, accesible desde cualquier lugar del planeta. Es de resaltar cómo se han multiplicado en los últimos cinco años páginas web dedicadas a favorecer, bien sea a nivel individual o colectivo, el recogimiento, la oración, la meditación dirigidas o asistidas desde la pantalla del computador.   De cinco años para acá la Iglesia católica hace presencia en la red de Internet, en las autopistas de la información, con alrededor de más de mil páginas web. En el caso católico, se trata de ofrecer auténticas razones para la esperanza y el anuncio de Jesucristo como camino, verdad y vida del mundo para todas las épocas. Se trata de un anuncio del evangelio a través de nuevos lenguajes y nuevos formatos. "Vamos siendo testigos de una convergencia de globalización humana que, lejos de una evolución meramente económica (paradigma del hombre teledirigido y manipulado),
 
más bien parece inspirarse en ese otro sentido de la evolución creativa, en donde la interactividad del hombre se pone de manifiesto como continuación de lo social-dinámico" 18 .  De manera particular, se han multiplicado vertiginosamente los portales católicos en lengua castellana, influenciados en gran parte por el trabajo desarrollado por la RIIAL (Red Informática de la Iglesia en América Latina). La Iglesia hace uso de 19 un instrumento, la informática, que supone su inserción en la era del mundo digital . . Ahora es posible encontrar toda clase de información y subsidios religiosos que van desde reseñas históricas de las distintas religiones, textos bíblicos, oraciones, prácticas devocionales, calendarios litúrgicos, experiencias pastorales, hasta bibliotecas digitales de grandes dimensiones que son de incalculable valor para la vida eclesial, etc. "Seguramente la aparente Babel de Internet es aprovechada por el Espíritu de Dios para hacer florecer, como en un nuevo Pentecostés, la presencia de Dios en el mundo. Corresponde a los cristianos un discernimiento constante de estas realidades 20 . Ya el Papa Juan Pablo II ha anunciado que dedicará al fenómeno de Internet, la próxima Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales, en enero de 2002, bajo el lema: Internet: un nuevo foro para la proclamación del evangelio. Según informe de la Unesco (1999) 75 millones de personas tienen correo electrónico, y circulan 3000 millones de mensajes mensualmente en el mundo. Internet se impone como soporte de información, capaz de transmitir en tiempo real la actualidad junto con la radio, la prensa y la televisión. Internet parece estar llamada a transformar las condiciones de trabajo rompiendo el aislamiento científico y cultural. Mutación de formas de producción, intercambio y aprendizaje y socialización. Nuevas formas de congregarse y de compartir una misma fe religiosa. Esfuerzos como los de AICA (Agencia Informativa Católica Argentina) y la RIIAL como proyecto conjunto del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y el CELAM, se constituyen en ejemplo palpable de la inserción de la Iglesia católica en la era del mundo digital.  En el caso católico, encontramos innumerables páginas con trasfondo religioso, como soporte de datos relativos a lo religioso, teológico, espiritual. Espacios informativos, o de oración virtual, valiéndose de los recursos tecnológicos, con la ayuda de una guía en la pantalla. Se trata de orar delante de Dios, valiéndose de la mediación tecnológica. Evidentemente no es lo mismo entrar a una página determinada para obtener información específica sobre determinado asunto, que visitar un sitio como " Sacred Space ", www.jesuit.ie/prayer/langs.html  21 , manejado por los jesuitas de Irlanda, aparece en varios idiomas, dedicado exclusivamente a la oración diaria on-line en la pantalla, donde se brinda un lugar de interconectividad y se puede desarrollar diferentes ejercicios de espiritualidad cristiana. Figura con un registro de 2694.487visitantes.  A título informativo, y apoyados en los informes actualizados que emite el Boletín SOI-RIIAL 22  sobre el fenómeno religioso: el horizonte creyente en Internet, presentamos algunos portales refe- ridos a información religiosa o a espiritualidad católica, como indicativo de la dinámica que invade la Red mundial, que permite al cibernauta, que quiera ir más allá del sentido científico, cultural o comercial, indagar sobre el sentido religioso que también da forma a la Red de Redes. Los portales religiosos han surgido, en su mayoría, inspirados en los portales comerciales como www.altavista.com  o www.yahoo.com  . Sobra anotar que las principales instituciones oficiales de la Iglesia católica (El Vaticano, las Diócesis, Conferencias Episcopales, Congregaciones, Asociaciones, etc.) cuentan con su respectiva página web, ampliamente documentada y permanentemente renovada a disposición de los navegantes virtuales.
 
 Los primeros portales católicos fueron los de lengua inglesa, a los cuales fueron siguiendo los de las otras lenguas.  www.catholic.net  primer portal católico de la RIIAL, multilingüe que propaga el Espíritu en la Red. Tiene muchos links a publicaciones, documentos pontificios, directorio católico en Internet, etc. www.cin.org  también muy completo, presenta áreas de ritos Romano y Oriental, éste subdividido en Bizantino, Maronita, Mekita, Ruso y Ucraniano. www.cathcom.net  presenta novedades, santos, foro católico. www.catholic.church.org  presenta la Iglesia que habla y reza en castellano. www.hombrenuevo.org  Es un portal que se define como un centro multimedia católico, productor de programas de radio y televisión que son una herramienta eficaz para los cristianos comprometidos en la evangelización del Tercer Milenio. Ofrece otros links católicos, e-mail, multimedia, se pueden hacer preguntas, y tiene acceso directo a noticieros católicos diarios. www.servicato.com  Enlaces y textos propios, da paso a otras agencias de noticias eclesiales como Acidigital, Aceprensa y Zenit; tiene anillos de Internet.y suscripción. Es un servidor católico amplio. www.tomaelcontrol.com  Lo han promocionado familias que quieren ayudar a sus hijos para que sean críticos y selectivos con los medios de comunicación. Ofrecen links, contenidos propios, acceso a otras webs, archivo fotográfico, preguntas y respuestas. www.aciprensa.com  Servicio de prensa y contenidos católicos. Actualizado diariamente. Links con otras webs. Tiene buscador propio, da acceso a la enciclopedia católica, a noticias en audio, servicio informativo, e-mail, portal muy ordenado y claro. www.churchforum.org.mx  e uno de los primeros y más visitados portales de la Iglesia católica, miembro de la Red Informática. Noticias de actualidad, enlaces, e-mail, foros de discusión. www.multimedios.org  portal católico de la biblioteca electrónica cristiana, también en portugués. Contiene últimas novedades, enlaces, tienda, programas, consultas, suscripción. www.portaldeoracion.com Se trata de una empresa colombiana dedicada al servicio de la comunidad orante en general. Su mayor interés es mejorar la calidad de vida de cada una de las personas que ingresen voluntariamente al portal. Ofrece servicios de chat de oración y asesoría espiritual, al igual que la posibilidad de crear comunidad virtual de oración. www.fecinema.sitio.net  portal católico dedicado a la promoción y divulgación del cine con contenido religioso, católico. www.partenia.fr  primera diócesis virtual católica, de Monseñor Jacques Gaillot. Cuenta con una amplia información y servicio de catequesis virtual.  Por el lado evangélico protestante, existen portales como:  www.amen-amen.net  es un nuevo buscador cristiano que cuenta con muchos enlaces a sitios web con relación a la información cristiana evangélica protestante. Tiene temas bíblicos, chat-foro, eventos, librería, música, medios de comunicación. www.siervo.com  portal de la iglesia Bautista, cuenta con más de 422 enlaces para escoger. Categorías, ayudas, chats, Biblia, noticias y buscador. www.cristianet.com  portal protestante, tal vez algo radicales puesto que califican de secta a los católicos, anglicanos... Se autodenominaron el sitio cristiano en Internet. Tiene un buscador, hacen referencia a temas de educación, comunicación, comercios, etc. Portales de otras religiones:
 
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