Recibiendo a Jesús

Mariann Edgar Budde, Yoimel González Hernández

Description

A menudo pensamos en la fe cristiana como una obligación o como un conjunto de creencias que debemos seguir. Si seguimos esta idea podemos perder de vista lo más importante: la invitación a experimentar una relación amorosa y personal con Dios. Esta es una relación en la que podemos confiar, en la que podemos encontrar protección y tierra segura sobre la cual pararnos. Mariann Edgar Budde comparte sus pensamientos sobre cómo el lector puede llegar a conocer - a recibir - a Jesús más profundamente, practicando el Camino del Amor. Ella comparte historias bíblicas, la sabiduría de la tradición cristiana y sus propias historias personales de crecimiento espiritual a través de las siete prácticas que nos han sido dadas con antelación: cambiar, aprender, orar, adorar, bendecir, ir y descansar.

So often we think of the Christian faith as an obligation or as a set of beliefs that we must hold. With this outlook, we can lose sight of what is most important: the invitation to experience a loving, personal relationship with God. It's a relationship we can trust, where we can find refuge and solid ground upon which to stand.

The Way of Love set forth by the Episcopal Church's Presiding Bishop Michael Bruce Curry is the journey of a lifetime. It's a way of knowing God, receiving and sharing Jesus' love, and being a blessing to the world. Mariann Edgar Budde shares her thoughts on how the reader can come to know—to receive—Jesus more deeply in practicing the Way of Love. Through the seven practices that have been put before us: to turn, to learn, to pray and to worship, to bless, to go, and to rest, she will share biblical stories, wisdom from the Christian tradition, and her own personal stories of spiritual growth.

Sujets

• Religion
• Christianisme
• Philosophie et théologie
• Spirituality

Informations

• Publié par: Church Publishing Incorporated
• Date de parution: 17 mars 2020
• Nombre de lectures: 0
• EAN13: 9781640653047
• Langue: Español

Extrait

Recibiendo a Jes s
MARIANN EDGAR BUDDE
Traducido por Yoimel Gonz lez Hern ndez
Al pueblo de la Di cesis Episcopal de Washington
Copyright 2019 Mariann Edgar Budde
Todos los derechos reservados. No deben reproducirse o archivarse ninguna parte de este libro.
Las citas de las escrituras que aparecen aqu fueron extra das de la versi n Reina-Valera Contempor nea, copyright 2009 por Sociedades B blicas Unidas.
Cubierta dise ada por Jennifer Kopec, 2Pug Design Typeset by Rose Design
A record of this book is available from the Library of Congress.
ISBN-13: 978-1-64065-303-0 (impreso) ISBN-13: 978-1-64065-304-7 (libro electr nico)
CONTENIDO

PREFACIO POR MICHAEL B. CURRY
INTRODUCCI N
1 Cambiar:
Detente, escucha y decide seguir a Jes s
2 Aprender:
Reflexiona sobre la Escritura cada d a, especialmente sobre la vida y las ense anzas de Jes s
3 Orar:
Mora con Dios intencionalmente cada d a
4 Adorar:
Re nete en comunidad semanalmente para agradecer, alabar y morar con Dios
5 Bendecir:
Comparte la fe, da y sirve desinteresadamente
6 Ir:
Cruza fronteras, escucha profundamente y vive como Jes s
7 Descansar:
Recibe el don de la gracia, la paz y la restauraci n de Dios
EP LOGO
AP NDICE: L ECCIONARIO E L C AMINO DEL A MOR
AGRADECIMIENTOS
PREFACIO

NO ME DISCULPO AL ADMITIR que siempre hablo de lo mismo con relaci n a proclamar el amor de Dios. De hecho, lo digo en serio cuando se alo que no se trata del amor, sino de Dios Este amor-intencional, incondicional, sacrificial-es el coraz n y el alma del mensaje de Jes s. Y en Jes s vemos el coraz n mismo de Dios
Durante los d as posteriores a la boda real del Duque y la Duquesa de Sussex, un entrevistador me sorprendi con una gran pregunta: Realmente funciona este tipo de amor del cual usted predica? Mi respuesta, tanto en aquel momento como ahora es un S inequ voco-El amor es la nica cosa que realmente funciona. Es la fuerza detr s de todo lo que ha sido demostrado como bueno y verdadero en el mundo. Y por eso, escoger el Camino del Amor es escoger vivir la vida como debe vivirse, nada m s y nada menos que como el sue o de Dios para nosotros y para nuestro mundo.
Pero hay otra pregunta que vale la pena hacer: C mo vivimos este Camino del Amor? Es esta la pregunta que la Muy Rev. Mariann Budde, obispa de Washington, responde tan clara y maravillosamente en las siguientes p ginas. Aqu ser s introducido a los siete pasos, las siete pr cticas intencionales-Cambiar, Aprender, Orar, Adorar, Bendecir, Ir y Descansar-que son parte de lo que ella apropiadamente llama el peregrinar de toda una vida. Ella hace este viaje real a trav s de historias personales conmovedoras.
D jenme ser perfectamente claro. Mientras le a estas p ginas, encontr que la Obispa Mariann hizo m s que hacerme pensar: ella comprendi el deseo de mi coraz n. Fue aqu que descubr nuevamente el amor incondicional de Dios que Jes s me hab a ense ado de una manera ntima y personal. Aqu hay un Camino que puede cambiar nuestras vidas para bien, y a trav s de nosotros, a nuestra sociedad y a la comunidad global toda. Ella ha puesto coraz n, alma y pies en el Movimiento de Jes s.
As que no tengas dudas . . . entra, sum rgete en este Camino del Amor y recl malo para ti. Estar s muy feliz de haberlo hecho.
E L R EVEREND SIMO M ICHAEL B RUCE C URRY XXVII O BISPO P RESIDENTE Y P RIMADO DE LA I GLESIA E PISCOPAL
INTRODUCCI N

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo p mpano que en m no lleva fruto, lo quitar ; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiar , para que lleve m s fruto. Ustedes ya est n limpios, por la palabra que les he hablado. Permanezcan en m , y yo en ustedes. As como el p mpano no puede llevar fruto por s mismo, si no permanece en la vid, as tampoco ustedes, si no permanecen en m . -Juan 15:1-4
EN DICIEMBRE DEL 2017, el obispo presidente de la Iglesia Episcopal, Michael Curry, invit a un peque o grupo de l deres de la iglesia para ayudarlo a pensar acerca de un asunto que lo estaba preocupando.
Nosotros en la Iglesia Episcopal hemos sido inspirados durante a os por la predicaci n del Obispo Curry, incluso mucho antes de que su serm n en la boda real del Pr ncipe Harry y Meghan Markle catapultara su mensaje sobre el amor al escenario mundial. Desde su elecci n como nuestro obispo presidente en el 2015, l ha estado predicando y ense ando en todo el pa s, llamando a cada miembro de la Iglesia Episcopal a renovar nuestro compromiso con Jes s y con su mensaje de amor por el mundo. La energ a alrededor del obispo presidente, tanto dentro como fuera de la Iglesia Episcopal, ha sido electrificante. El Obispo Presidente Curry solo quiere hablar de Jes s, el enviado de Dios, para mostrarnos a todos c mo vivir y amar. l es, en esencia, un avivamiento en s mismo. La iglesia no es una instituci n , nos recuerda cada vez que tiene una oportunidad, la iglesia es un movimiento. Cada vez que habla, nos sentimos animados en la Iglesia Episcopal. Pero, qu significa esto exactamente?
En nuestro encuentro en diciembre del 2017, Michael Curry quiso hablar sobre una estrategia de evangelizaci n. Aunque hay algunos ejemplos excelentes de vitalidad espiritual y crecimiento en algunas iglesias episcopales en el pa s, muchas de nuestras congregaciones est n luchando simplemente por sobrevivir. Incluso cuando consideramos nuestras iglesias m s fuertes, la tendencia al declive es clara. A pesar de la actual estatura p blica del Obispo Curry, la mayor a del pueblo menor de cincuenta a os en los Estados Unidos no tiene idea qui nes somos y cu les son nuestras esperanzas m s profundas con relaci n a nuestro mundo. Tristemente, para muchos el tesoro de la Iglesia Episcopal permanece escondido bajo las cestas de trigo del decaimiento institucional.
Por eso en aquella reuni n oramos y nos preguntamos durante dos d as c mo ser fieles a Jes s y a su movimiento de una mejor manera. Qu m s podr a hacer el obispo presidente? Qu podr amos hacer nosotros, no solo para asegurar la mera sobrevivencia de nuestras iglesias, sino para que estas puedan florecer como comunidades espirituales vibrantes y como testigos incansables del mensaje de amor de Jes s?
Parte del problema, nos decimos a nosotros mismos, es que los episcopales titubeamos a la hora de hablar sobre nuestra fe. Casi nunca invitamos a nuestros amigos y vecinos a que nos acompa en a la misa o a un peque o encuentro grupal. Adem s, parece que estamos demasiado atados a nuestras preferencias en la adoraci n. Nos gusta pensar que las comunidades de fe son afectuosas, acogedoras, pero dado nuestro declive institucional, es poco probable que otros tengan esa experiencia de nosotros. En nuestro encuentro reconocimos que las tendencias de declive sugieren que la Iglesia Episcopal no es particularmente un testigo incansable del evangelio. Claramente necesitamos hacer m s que intentarlo otra vez cuando se refiere a hacer que otros conozcan nuestra presencia y a ser m s acogedores.
Despu s de horas de conversaci n, alguien en nuestro grupo le pregunt al obispo presidente qu le preocupaba m s. Me preocupa , dijo tranquilamente el Obispo Presidente Curry, que la mayor a de la gente en nuestras iglesias no conocen del amor incondicional de Dios. Sospecho que la raz n por la que ellos dudan de hablar sobre Jes s es porque no lo conocen como su Se or y Salvador personal. l hizo una pausa. C mo podemos compartir lo que no tenemos?
El sal n se qued en silencio. Me vi a m misma pensando en algo que hab a le do poco tiempo antes sobre c mo los cristianos experimentaron al Esp ritu Santo. El libro en el que lo le , escrito por el pastor metodista Adam Hamilton, se trataba de los fundamentos de la fe cristiana:
Cuando hablamos del Esp ritu Santo o del Esp ritu de Dios, estamos hablando de la acci n activa de Dios en nuestras vidas, de la forma en que Dios nos conduce, nos gu a, nos forma; del poder y la presencia de Dios para consolarnos, darnos nimo y hacernos el pueblo que Dios quiere que seamos. El Esp ritu es la voz de Dios susurrando, busc ndonos, llam ndonos. Y al escuchar su voz y al ser formados por su poder, encontramos que nos convertimos aut nticamente en seres humanos m s llenos. 1
Hamilton contin a:
Creo que muchos cristianos viven sus vidas deficientes del Esp ritu, un poco como alguien que est privado de sue o, de alimentos o de ox geno. A muchos cristianos no le han ense ado sobre el Esp ritu y no han sido animados a encontrar la obra del Esp ritu en sus vidas. Como resultado, nuestras vidas espirituales est n un poco an micas mientras intentamos vivir la vida cristiana con nuestro propio poder y sabidur a. 2
Mientras escuchaba al obispo presidente hablar y al recordar las palabras de Adam Hamilton, fue como si Dios estuviera sosteniendo un espejo frente a mi rostro. Tuve entonces que reconocer personalmente y ante Dios que muchos d as yo intento vivir y dirigir con mi propio poder y sabidur a. En alrededor de treinta a os de liderazgo ordenado, mi posici n m s com n es asumir que todo depende de m . Intelectualmente, yo s que eso no es el evangelio. Ni siquiera una sola vez Jes s dijo: Todo depende de ti. Por el contrario, l dijo cosas como: Yo soy la vid y ustedes los p mpanos. l es la fuente de nuestra fortaleza. Nosotros somos las ramas, capaces solo de compartir lo que recibimos de l. Sin embargo, reconocerlo no es suficiente: como cristinos-y con seguridad como l der de otros cristianos-necesito recordatorios diarios y experiencias v vidas de una verdad fundamental: separada de Jes s no puedo hacer nada.
El obispo Curry nos dijo que l quer a pasar los a os que le quedaban como nuestro gu a espiritual, ayudando a todas las personas a experimentar el amor de Dios revelado a nosotros en Jes s y a seguir a Jes s en ese camino del amor. l quiere que la Iglesia Episcopal sea conocida por nuestro compromiso de seguir el camino del amor de Jes s. En ese momento fuimos un nimes en nuestro deseo sumarnos a esa tarea. Juntos so a