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Aproximación a la metodología empírico-periodística del análisis de contenido: concepto y aplicación práctica. Antonia Isabel Nogales Bocio – Departamento ...

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Aproximación a la metodología empírico-periodística del análisis de contenido: concepto y aplicación práctica. Antonia Isabel Nogales Bocio Departamento de Periodismo II, Universidad de Sevilla  anogalesb@us.es   Persona para participar en la mesa: Antonia Isabel Nogales Bocio CV: Antonia Isabel Nogales Bocio cuenta con el Diploma de Estudios Avanzados y es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Actualmente se encuentra en la última fase de investigación de su tesis doctoral. Forma parte del Personal Docente e Investigador en Formación (PDIF) de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Actualmente, completa su actividad investigadora con tareas docentes en el Departamento de Periodismo II impartiendo, entre otras, las asignaturas de Estructura de la Información, Periodismo Especializado y Periodismo Deportivo . Pertenece al grupo de investigación en Historia, Estructura y Contenidos de la Comunicación (GREHCCO). Su campo de investigación es el estudio estructural de la comunicación, centrándose en las interrelaciones entre los poderes políticos, económicos y mediáticos, y su repercusión en los contenidos informativos, así como en la labor del periodista. Mesa de comunicaciones 4: Mesa de comunicaciones libres. Palabras clave: Metodología; Análisis de contenido; Periodismo, Empírico, Periodística; Estructura. Resumen: La labor informativa es un proceso de interpretación contextual y de construcción textual de la actualidad, un proceso ineludiblemente intencionado, porque no hay información sin sujeto con una voluntad concreta de informar o desinformar. El análisis de contenido desde una perspectiva estructural, un planteamiento crítico y una lógica discursiva es la herramienta metodológica que nos permite profundizar en la dimensión esencial del mensaje periodístico: su significación latente o implícita. Pero no podremos comprender en toda su extensión sus condicionantes y características si obviamos el enfoque aportado por los profesionales del periodismo. A pesar de su pertinencia, en la actualidad observamos la carencia de un basamento metodológico que incorpore una verdadera aproximación al análisis de contenido desde la experiencia periodística. Con este fin, pretendemos demostrar la implicación del entramado político-económico y mediático en la configuración y presentación intencionada de la información. Mostrar lo que subyace al acontecimiento y cómo los análisis que de la profesión periodística llevan a cabo los propios profesionales son muy sensibles y conscientes de la realidad de la que partimos: la intencionalidad estructural y cualitativa del mensaje. A esto hemos denominado “metodología empírico -periodística del
análisis de contenido”, a la a plicación al análisis del mensaje intencional de una metodología de índole mixta: académica y profesional. Metodología propuesta:  Escuela metodológica: Economía Política de la Comunicación, la Información y la Cultura como base teórico-metodológica del análisis de contenido.  Incorporación con fines metodológicos de los planteamientos expuestos por los periodistas desde la observación participante.  A nálisis de mensaje: El análisis de la „macroestructura‟ o contexto real, la estructura y el mensaje mediáticos a través de los propios documentos periodístico-informativos tomados como base primaria de referencia dentro de un método inductivo-deductivo.
 1. Introducción Partimos de la consideración de que los mensajes periodísticos que encontramos a diario en los medios de comunicación, lejos de ser asépticos, están motivados por una dualidad lejana a la pretendida objetividad periodística: la motivación comercial-económica y la sintonía ideológica. De este modo, queda difuminada la frontera entre información y contenido propagandístico o publicitario. Las turbulencias que actualmente azotan a la industria de la comunicación a escala global dan cuenta de las máximas de rentabilidad que dentro de los conglomerados mediáticos han de cumplirse. Pero las empresas de medios funcionan también como catalizadores de la opinión pública, y es precisamente ante ese público ante el que se encargan de proyectar una imagen positiva de las instituciones, accionistas y poderes políticos que respaldan al medio. Desde finales de los años noventa se han intensificado una serie de tendencias que han propiciado el actual contexto mediático-económico. Una de ellas es la diversificación cada vez más frecuente de los grupos mediáticos. El resultado es la constitución relativamente reciente de macrocorporaciones mediáticas, también llamadas “gigantes de la comunicación”. En su descomunal tamaño influyen además dos factores de vital importancia: por una parte, la transnacionalización que caracteriza a estas empresas, y por otro lado, se encuentra la entrada en las industrias mediáticas de sectores ajenos a la comunicación. En lo que respecta al primer factor, conviene decir que la sociedad de la información (también de n n 2 o) mnion acdoan Era de la información 1 o la Tercera Revolución, la de la informació oce de fronteras y por eso los                                                  1 ROJO VILLADA, Pedro A: Tecnología y contextos mediáticos. Condicionamientos socioeconómicos y políticos a la comunicación de masas en la Sociedad de la Información. Sevilla, Comunicación Social ediciones y publicaciones, 2003, p. 22.  2 Marshall McLuhan alude al concepto de aldea global conectada por ondas, cables y satélites, en la que nos encontraríamos actualmente según él.
que aspiran a dominar sus ejes de influencia han de situarse estratégicamente de forma internacional. En lo referente a la incursión de sectores ajenos a la comunicación, no es menos cierto que estos ven en el universo mediático un suculento mercado que reporta tanto dividendos como beneficios inmateriales. Este último punto resulta fundamental, dado que a finales del siglo pasado se intensificó especialmente esta carrera por la inversión en medios de las grandes industrias a nivel mundial. Empresas armamentísticas, del sector inmobiliario, e incluso compañías de seguros comenzaron a adquirir medios de comunicación para que formaran parte de su grupo empresarial. La justificación de esta especie de “bulimia informativa” 3 se explica, como decíamos, tanto por las halagüeñas perspectivas de negocio que representaba el panorama comunicativo, como por la posibilidad nada desdeñable para estas industrias de contar con un medio a través del cual proyectar una buena imagen de sí mismos y paralelamente filtrar los flujos de información perjudicial para sus intereses. En la actualidad nos encontramos ante ese contexto mediático y político-económico. Desde la perspectiva de la Estructura de la Comunicación, la connivencia entre estos tres poderes se solapa bajo los mensajes que recibimos constantemente. Para descubrir la influencia de estos poderes en el discurso que llega cada día a la ciudadanía a través de los altavoces mediáticos, es necesario acometer un exhaustivo análisis cualitativo de los mensajes desde una perspectiva de totalidad eminentemente crítica. Para acometer este análisis, partimos de la fundamentación teórico-científica de la Economía Política de la Comunicación, la Información y la Cultura, cuyos postulados serán completados a través de los planteamientos realizados por diversos profesionales en activo desde la observación participante. Son numerosos los periodistas que, como implicados en el contexto mediático real, han reparado en la descripción de los condicionantes que interfieren en la labor de los profesionales del medio, y por ende, en la visión de la realidad mediada que llega a la ciudadanía. Sin embargo, sus planteamientos no son usualmente tenidos en cuenta desde la perspectiva académica, de ahí el carácter innovador de nuestra propuesta: la incorporación con fines metodológicos de los planteamientos expuestos por los propios periodistas. Nuestro objetivo consiste, por tanto, en realizar una aproximación a los fundamentos de una metodología del análisis de contenido que combine los planteamientos académicos con las aportaciones realizadas al respecto por parte de los periodistas, considerados estos como las fuentes empíricas más acreditadas para acercarnos al estado actual de la profesión. En este sentido, buscamos reivindicar el papel de estos conocedores-periodistas como base primaria de referencia a pesar de que sus planteamientos y su experiencia no son objeto de las publicaciones científicas más prestigiosas: las revistas científicas de comunicación social. Se trata de una comunicación que más allá de analizar aspectos cuantitativos de las revistas y los parámetros de publicación, está relacionada con aquellos contenidos derivados de la experiencia profesional, que resultan vitales para                                                  3 MIGUEL DE BUSTOS, Juan C.: Los grupos multimedia: estructuras y estrategias en los medios europeos. Bosch, Barcelona, 1993.  
completar el análisis cualitativo de contenido periodístico y que paradójicamente permanecen ajenos a las publicaciones científicas.  2. Economía Política de la Comunicación, la Información y la Cultura como base teórico-metodológica del análisis de contenido. La fundamentación teórico-científica de nuestra propuesta se sustenta, como anunciamos anteriormente, en el enfoque estructural y, dentro de él, en la Economía Política de la Comunicación. La EPC ancla sus supuestos teóricos en el materialismo histórico marxista. Es decir, parte de la tesis de que “los procesos histórico-materiales que se inscriben en el desarrollo de las diversas formaciones sociales tienen como fundamento explicativo las determinaciones estructurales de la producción material, rechazando la visión idealista de la cultura y de los procesos comunicativos en la que el análisis separa cultura y medios de su base terrenal, enfatizando los aspectos subjetivos o superestructurales 4 . En este sentido, se reconoce el determinismo macroeconómico como base motivadora de los procesos históricos y la interrelación efectiva entre los poderes económico, político e informativo. Históricamente, para desarrollar una estructura de poder económico-político, ese poder siempre ha precisado de un elemento decisivo: unos mensajes que justifiquen la necesidad de que tal estructura exista. En lo que respecta al panorama de la comunicación de masas, esta visión vendría a constatar el carácter comercial de la información periodística, como un elemento productivo más, sujeto a las leyes de la Economía de Mercado.  Como señalan autores como Antonio Sánchez Bravo 5 , los equipamientos para hacer de la información un instrumento eficaz (de conocimientos, de acumulación de datos, de toma de decisiones, etc.) están controlados por la industria que capta y envuelve al poder político. El control del capital financiero, de la tecnología y de los canales hacia los mercados impone criterios y fundamentan la dependencia, convirtiendo la información en un producto esencial y muy rentable, puesto que puede ser colocado en el mercado varias veces y es más accesible que otros productos. En esta lógica, el producto periodístico pasa a ser un mero recurso, con las consecuentes repercusiones negativas para la opinión pública receptora.  Para detectar los indicios de este determinismo productivo, el análisis estructural de los mensajes informativos se detiene sobre todo en los intereses que puedan estar detrás de ellos. A través de un posicionamiento crítico y una perspectiva de totalidad nos aproximamos a una interpretación sincrónica lo más amplia posible. En suma, un análisis de las interconexiones entre el poder político, el socioeconómico y el mediático que nos aproxime a un boceto del macrocontexto actual. El pensamiento estructuralista pone de manifiesto la                                                  4 QUIRÓS FERNÁNDEZ, Fernando: Globalización, Economía Política y Estudios Culturales . Redes.Com No. 2. Publicación anual editada por el Instituto E uropeo de Comunicación y Desarrollo, Sevilla, 2005. p. 33. 5 SÁNCHEZ-BRAVO CENJOR, Antonio: Manual de Estructura de la Información . Fundación Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid, 1992. p. 35.  
necesidad de un análisis discursivo macro. Por lo que, trasladado al terreno de la comunicación de masas, se deduce que la interpretación contextual resulta imprescindible para comprender la auténtica motivación de los mensajes mediáticos. Las implicaciones estructurales de cada uno de los elementos presentes son las que aportan un significado mucho más rico al que ofrece cada elemento a priori individualmente. “Tras las relaciones observables externamente, aparentes y tangibles, el estructuralismo descubre que se oculta una lógica interna, estructura , […] esta no se establece por inducción, sino por deba o e ciertas manifestaciones superficiales, estructuras p p r o o s f t u u n la d n a d s, o  , s  iendo las j p  ri d meras una manifestación de las segundas” 6 . Atendiendo al planteamiento metodológico completo, Bourdieu señala que son tres las operaciones necesarias para el dominio científico de los hechos sociales : una “conquista contra la ilusión del saber inmediato” (epistemológica), una “construcción teórica” (metodológica) y una comprobaci ón empírica (tecnológica) 7 . Entre estas tres operaciones existe un metalenguaje que las relaciona. Así pues, las tres perspectivas de la investigación social, la distributiva, la estructural y la dialéctica, puntúan de modo diferente estos niveles. La perspectiva distributiva puntúa sobre todo el nivel tecnológico (es empirista); la perspectiva estructural, el nivel metodológico (articula empirismo y formalismo); y la perspectiva dialéctica, el nivel epistemológico (articula empirismo, formalismo e intuicionismo). Consideramos que nuestra investigación se adecua de un modo especial a la perspectiva dialéctica, puesto que conjuga el enfoque epistemológico (de la Economía Política de la Comunicación, la Información y la Cultura, el enfoque crítico y estructural en comunicación), con la articulación de una metodología concreta (la del análisis de contenido a partir de los posicionamientos académicos y periodísticos) y una construcción empírica (la comprobación de las hipótesis a través del análisis crítico de mensajes periodísticos). El método consiste pues en el análisis de la Macroestructura o contexto real, la Estructura y el Mensaje mediáticos a través de los propios documentos periodístico-informativos tomados como base primaria de referencia, dentro de un método inductivo-deductivo. Todo ello bajo la fundamentación científico-metodológica de la Economía Política de la Comunicación y la incorporación de los planteamientos expuestos por los periodistas acerca del ejercicio profesional y sus condicionantes reales. La constatación empírica a partir de los postulados profesionales y los textos periodísticos son los que nos permiten hablar de una verdadera metodología empírico-periodística . El contexto real detectado por los periodistas es el que se incorpora, ya como propuesta académica, como método para el análisis crítico del discurso.  3. La incorporación del enfoque profesional desde la observación participante con fines metodológicos.                                                   6 BOLÍVAR BOTÍA, Antonio: El estructuralismo: de Levi-Strauss a Derrida. Editorial Cincel, Madrid, 1990. p. 38.  7 BOURDIEU, Pierre: El oficio del sociólogo. Siglo XXI, México, 1976.
La investigación en comunicación juega un papel clave en un aspecto fundamental para nuestra democracia: la interpretación crítica de los medios de comunicación. Estos tienen como misión democrática bien reconocida la crítica a la función pública, pero los medios, a su vez, también deben ser objeto de crítica y análisis. Esta función corresponde a la investigación en comunicación que debe interpretar sus contenidos y poner al descubierto los intereses políticos y económicos que los condicionan. Hasta el momento la perspectiva académica de la investigación social mediática parece ser la única vía para acometer este análisis. Sin embargo, consideramos que el enfoque aportado por los profesionales de la comunicación es el más adecuado para completar una visión metodológica profunda acerca del análisis de contenido. En este sentido, las publicaciones de los profesionales se refieren generalmente a la actividad mediática, descrita como experiencia, o como reflexión desde el conocimiento interno de los medios y de los procesos de información 8 . Son este tipo de obras las que emplearemos como basamento para completar la perspectiva teórico-académica.  A través de un recorrido por los planteamientos expresados por diferentes periodistas, los conocedores del oficio, pretendemos aproximarnos a las verdaderas dinámicas y condicionantes presentes hoy en día en una actividad de tal repercusión para el desarrollo de una opinión pública libre y formada. Los periodistas, tomados aquí como base primaria de documentación científica y metodológica, son fuentes empíricas que teorizan sobre su profesión y aportan argumentos sólidos y creíbles para demostrar que el análisis de contenido debe partir fundamentalmente de una visión macroestructural de totalidad, una interpretación contextual, una perspectiva eminentemente cualitativa y un irrenunciable enfoque crítico.  Dada la brevedad del presente trabajo, no es posible profundizar en exceso en todos los elementos que condicionan el mensaje mediático desde la opinión de los profesionales del medio. Observaremos, por lo tanto, a continuación tan sólo unos apuntes acerca de algunas de las cuestiones que se obtienen de la síntesis entre unos y otros planteamientos, a la postre complementarios.   El estado actual de la profesión periodística. La independencia de los periodistas: entre la ilusión y el deseo.  El per iodista portugués Furio Colombo define la profesión como “el producto de las condiciones culturales, sociales y políticas de un país y una época” 9 . Para él, desde sus orígenes el periodismo se ha visto amenazado y asediado por cuatro adversarios: la escasez de las fuentes, la fuerza del poder, el riesgo de la censura y el estado de ánimo de la opinión pública. En Europa, tras la caída                                                  8 Véanse algunos ejemplos como: MAS DE XAXÀS, Xavier: Mentiras. Viaje de un periodista a la desinformación. Ediciones Destino, Barcelona, 2005; MÍNGUEZ SANTOS, Luis: ¡Peligro! Periodistas. Un análisis crítico del oficio de informar. Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, Sevilla, 2005; ANGUITA, Eduardo: Grandes hermanos. Alianzas y negocios ocultos de los dueños de la información . Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2002; ELÍAS PÉREZ, Carlos: Telebasura y periodismo. Ediciones Libertarias, Madrid, 2004; REVERTE, Jorge M.: Perro come perro. Guía para leer los periódicos. Ares y Mares, Barcelona, 2002.   9 COLOMBO, Furio: Últimas noticias sobre el periodismo. Anagrama, Barcelona, 1997. p. 9.
del Muro de Berlín, y ubicados en las democracias postindustriales, observamos cómo “los nuevos tabúes están interfiriendo c on las limitaciones que el diálogo entre poder y opinión pública es capaz de imponer a la prensa” 10 .  Desde un punto de vista teórico e ideal, la misión de los medios de comunicación es la de contar la verdad, pero los profesionales coinciden en preguntar: ¿qué verdad? La información que suministran los periódicos está condicionada por diferentes factores internos y externos, que acaban contribuyendo a deformar esa verdad absoluta e ideal, al igual que sucede en los procesos de comunicación humana. Para el periodista Pedro Rojo Villada:  Internamente, actúan como condicionantes del periodista, los conocimientos; la personalidad y los prejuicios del propio redactor; así como la línea editorial del medio para el que trabaja; y su tarea y estatus dentro de este . Externamente, influyen las deformaciones introducidas por las fuentes que le proporcionan la materia prima informativa; los grupos de presión que tratan de interferir en la política informativa de cualquier medio de comunicación (anunciantes, partidos po líticos, administración…); y la propia audiencia 11 .  A estas presiones hemos de añadir la propia presión del medio de comunicación. Los medios son empresas con las mismas limitaciones económicas y técnicas que el resto de empresas, y los periodistas son simples asalariados en una estructura burocrática y jerarquizada como cualquier otra. Esta realidad coloca a los profesionales en una situación muy delicada, puesto que la información, además de ser un bien de servicio público, con todas las implicaciones que esto conlleva, al mismo tiempo se configura como mercancía, es decir, como producto que se somete a las leyes del mercado y de la competencia con otros productos informativos.  Para sobrevivir como empresa, el medio está obligado a privilegiar la obtención de beneficios sobre otras consideraciones. Las características del producto vienen condicionadas por la adecuación o no a las exigencias del público que lo consume, y por la lógica de la rentabilidad y la productividad. “Si la información es hoy de mayor calidad que nunca, no es por el afán altruista de la empresa, sino por la creciente competitividad entre los medios de comunicación” 12 .  En este contexto, la labor del profesional se encuentra notablemente influida por la presión de los poderes económico-financieros que detentan la propiedad del medio, que forman parte de su consejo de administración o que insertan su publicidad en él. Así pues, los profesionales que trabajan para el medio acaban asumiendo la representación del mismo a través de la interiorización de los valores, pautas y normas del comportamiento del medio. El periodista es consciente de que tendrá que adaptar su obra al estilo ideológico de la empresa informativa, y eso es algo que los profesionales en ejercicio                                                  10  Ibíd. 11 ROJO VILLADA, Pedro A.: Tecnología y contextos mediáticos. Condicionamientos socioeconómicos y políticos de la comunicación de masas en la Sociedad de la Información. Comunicación Social ediciones y publicaciones, Sevilla, 2003. pp.100-101. 12  Ibíd.  
confirman. El proceso de liberalización nos da una idea de que las telecomunicaciones eran y son un elemento clave de cualquier estrategia de reactivación económica y social, y que los cambios afectan a las raíces mismas de la sociedad, al desarrollo de las nuevas tecnologías, al crecimiento económico. Las empresas se convierten así en multinacionales porque eso les confiere una serie de ventajas sobre el resto de empresas.  En este sentido, para Iñaki Gabilondo, la acción periodística tiene que ponerse en contacto (necesariamente) con una actividad empresarial cuyos códigos, juegos y prioridades van a aparecer ante nosotros. “Los periodistas seremos muy afortunados si conseguimos trabajar en una organización cuyo objetivo es l c a o c m o u m ni u c n a ic ci a ó c n i  ó d n e , s q d u e e   u lu n e a g p o e t r e s n p d e r c á ti  v u a n   i s d e e g ol u ó n g d ic o a o d bj e e t t e i r v m o, i que s 1 e 3 r áE lna  este nada . entorno empresarial, como señala Mínguez Santos, “que un redactor tome partido, siquiera sea de manera subliminal, en una dirección contraria a la línea editorial del medio que le paga, es casi ciencia-ficción, salvo que, como en el periodista sabe ense ida p ej o e r m d p ó l n o d d e e t l i  r e a s n o l t o e s ri  s q m ue o  , l  e s  e m tr a a n t d e a d n e 1 t 4 .e mReass uliltgae irnotse. reEls ante observar la gu constatación de esta perspectiva a través de los propios profesionales.  El producto informativo se sitúa en el mercado, como mercancía que es, y está sujeto a la oferta y la demanda. Cada vez es menor el número de  randes ogrrguapnoisz amciuoltinmese idnifao. rCmoamtivo asse qñualea  sGobórmeveizv edne l a Claasst iellsot 1 r 5 a,t ealggiausn adse  dloe slags críticas que se vierten contra el actual mercado de la información son: la tendencia a ocultar los intereses de los propietarios en sus negocios periodísticos; la influencia de los gobiernos a través de las ayudas en publicidad institucional; la concentración de la propiedad; los compromisos políticos que adquieren algunas empresas y que suponen una amenaza para el pluralismo.   Manipulación informativa y política. Los vínculos con el poder y el poder de los periodistas.  El medio de comunicación tiene, para el periodista Lorenzo Gomis, dos efectos aparentemente contrarios: por una parte refuerza las actitudes vigentes en el público, pero por otra activa el cambio social con su difusión de los hechos nuevos que acontecen. La función de mediación política del medio está ejercida de tres maneras 16 :  a) Transmite las informaciones que proceden de los interesados en que la información se dé: gobiernos, administraciones públicas, partidos políticos, empresas, sindicato s, grupos sociales, etc. b) Pregunta, suscita y confronta testimonios, investiga los hechos más allá incluso de los deseos de las partes interesadas, lo que aporta verosimilitud a la realidad social.                                                  13 GABILONDO, Iñaki: Ser periodista. Lección Inaugural del Curso Académico 2003/2004. Facultad de Comunicación, Universidad de Sevilla, 2003 . p. 17. 14 MÍNGUEZ SANTOS, Luis: Op. cit. p. 240. 15 GÓMEZ DEL CASTILLO, J.: No hay libertad de información. Cuadernos de estudio y debate del Movimiento Cultural Cristiano, Madrid, 1987. p. 18. 16 GOMIS, Lorenzo: El medio media: la función política de la prensa. Seminarios y Ediciones S.A., Madrid, 1974. pp. 525-527.  
c) Opina, trata de dar una significación a los hechos y anali zar su trascendencia en la vida común.  Cuando el medio ejerce su labor y proyecta esas informaciones de índole política entran en juego los intereses de los implicados, que no quieren ver en los medios un mensaje que deteriore su imagen. Para evitarlo, el poder político lleva a cabo una serie de estrategias de control. Son acciones del poder no establecidas en normas objetivas, producto de la acción política. Tienen que ver con las relaciones que se establecen entre los políticos y los periodistas. Algunos ejemplos, aportados por el periodista Justino Sinova, son:   La táctica de las sugerencias, la táctica de la amenazas, la presión de guante blanco [o la concesión de favores para pedir algo a cambio], el chantaje, los privilegios informativos [las filtraciones], la presión de las fuentes, la distribución no objetiva de las concesiones administrativas, la intimidación mediante decisiones acciones judiciales, la penetración política en las redacciones, la penetración en el capital de las empresas, la asfixia económica, la inspección fiscal y la discriminación en el reparto de subvenciones o publicidad institucional 17 .  A través de este tipo de mecanismos, los poderes políticos logran influir los medios de comunicación con maniobras indirectas. En los regímenes autoritarios esta función la cumple la censura explícita, pero en las democracias occidentales contemporáneas la influencia en el discurso mediático se ejerce de un modo más sutil y encubierto. El poder tiene una tendencia acentuada hacia el control informativo, por lo que hay que dar por celebrada la batalla en cualquier sociedad, bajo cualquier régimen y sea cual sea el grado de libertad establecida.  Entendemos, al igual que los profesionales del gremio, que cuando la prensa se identifica con el poder y lo hace suyo, traiciona la libertad de informar y pierde su propia libertad, así lo argumenta Gil Calvo:  Entonces deja de ser un medio para convertirse en un fin, deja de ser un medio imparcial, que actúa como servicio público a disposición de los ciudad anos, para convertirse en un medio tendencioso, un poder fáctico que trata de intervenir en la opinión de los ciudadanos para secuestrarla o forzarla, coartando su libertad de información 18 .  Esta situación se corresponde con lo que este periodista denomin a “la auténtica traición de los periodistas” 19 , que les lleva a politizarse en el peor sentido de la palabra, ya sea por su debilidad frente al poder político o por su propia voluntad de poder. La politización de los medios a través de mensajes intencionados o tendenciosos es peligrosa porque los medios no cuentan hoy con un contrapoder. Nuestros sistemas democráticos, con todas sus deficiencias, se fundamentan en que todo poder tenga un contrapoder. Frente al gobierno está la oposición, frente a los empresarios los sindicatos, frente a las empresas las asociaciones de consumidores. En cambio, “no existe una                                                  17 SINOVA, Justino: El poder y la prensa. El control político de la información en la España felipista.  Ediciones Internacionales Universitas, Barcelona, 1995.  pp. 50-54.  18 GIL CALVO, Enrique; ORTÍZ, Javier y REVUELTA, Manuel: Repensar la prensa. Debate, Madrid, 2002 . p. 41. 19  Ibíd. p. 42.
contraparte frente al poder de los medios” 20 , por eso es tan delicado que se hayan convertido en una herramienta en manos del poder político o económico.  La confirmación periodística de la tendencia hacia el mensaje coyuntural Los periodistas en activo también detectan actualmente la sobreabundancia en los medios actuales de los denominados „mensajes coyunturales‟ , aquellos relativos al periodismo de declaraciones y a las disputas partidistas cotidianas. El refrendo de su existencia en la experiencia de los profesionales es el mejor argumento con el que podemos contar. Se trata de lo que el periodista Gil Calvo denomina una realidad mediática repleta de „espejismos interesados‟:   La Nueva Economía, la nueva sociedad-red y el nuevo mundo globalizado son puros espejismos interesados, producidos por la propia sociedad del espectáculo, y a los que hay que contrastar con los simétricos espejismos opuestos (volatil idad financiera, pánicos bursátiles, cambio climático, catástrofes imprevisibles), propagados por esa mediática epidemiología del alarmismo que nos hace creer que la nuestra es una frágil y vulnerable sociedad del riesgo, la complejidad y la incertidumbre 21 .  Mientras estos “espejismos interesados” o cuestiones propias de la coyuntura del momento ocupan páginas y centran el debate mediático, este se aleja cada vez más de las cuestiones de enjundia sistémica: las cuestiones estructurales.  Los nuevos horizontes del periodismo: la apuesta crítica de académicos y periodistas El estilo periodístico fundamentado en los hechos se impone desde los años veinte en toda la prensa occidental, con lo que se produce una hegemonía del modelo anglosajón, pero en los últimos años del siglo XX y principios del XXI puede hablarse ya de una nueva etapa. La frecuencia con que se mezclan la información y, sobre todo, la interpretación, con la opinión, mediante una utilización sesgada del periodismo interpretativo, nos habla de un periodismo de intereses  económicos, políticos, ideológicos y, en definitiva, de poder- que reclama la adhesión de las audiencias como producto de mercado. Son muchos los periodistas que consideran que el horizonte más deseable para el ejercicio profesiona l es el del denominado „periodismo cívico‟. Se trataría de una vía democrática y periodística de compromiso del medio para con la sociedad. Y para ello se abandonará el sistema de trabajo basado en las rutinas y los estereotipos, renovar sus fuentes y buscar nuevos escenarios. Se da voz a quien no tiene poder y se sigue el proceso de debate entre núcleos sociales que apenas habían intercambiado opiniones anteriormente. Con el periodismo cívico se confirma una de las propuestas teóricas del periodista Furio Colombo 22 , en la que propone crear nuevos espacios para el periodismo, constituyendo equipos transversales de periodistas a los que se puede dotar de cierta autonomía para la investigación.                                                  20 SERRANO, Pascual.: El periodismo es noticia. Tendencias sobre comunicación en el siglo XXI. Icaria, Barcelona, 2010. p. 43. 21  Ibíd. pp. 29-30. 22 COLOMBO, Furio: Op. Cit.  
Actualmente, estamos acostumbrados a consumir periódicos que distribuyen y fragmentan sus páginas en función de unos criterios más bien rígidos, fruto de unas tendencias históricas que basan la observación del mundo en una serie de secciones-tipo muy clásicas y que, en estos momentos, no parecen ajustarse demasiado a las variaciones experimentales en la sociedad. Para Manuel López, el futuro puede estar en “la articulación y dominio de las nuevas tendencias periodísticas a través del periodismo cívico, del periodismo público y del periodismo de servicios será una excelente guía para avanzar, poco a poco, según lo recomie 2 n 3 de la situación del medio, por un camino de éxito comercial garantizado” . Los profesionales de los medios destacan la necesidad de redefinir y volver a pensar el concepto de noticia y ampliar el marco de lo que entendemos hoy día como periodismo: “e s preciso mantener clara la idea de que el periodista será siempre aquel profesional que sepa interpretar la realidad social, quien sea capaz de bu scar, descubrir, seleccionar o „levantar‟ una noticia y, además, sepa contarla bien con tod ue presenta en cada momento el tejido social 24 . Ant ey este panoos rlaosm am, aetli cfuetsu rqo a ojos de los periodistas, pasa por abrirse a nuevas fuentes, escenarios y temas. Si los medios de n hacerlo, la democracia comunicacional participativa s c e o r m á u u n n i  c h a e ci c ó h n o  c 2 o 5 .n Psiegruoe además de abarcar nuevas temáticas, es preciso, como han puesto de manifiesto los académicos y periodistas consultados, impulsar una postura crítica. Los periodistas denuncian la intencionalidad de los medios, los condicionantes estructurales de la actualidad mediática y las maniobras del poder, mientras que autores como Schiller ( apud RIVIÉRE, M.) sostienen que hoy en día “la comunicación no se utiliza para comunicar sino para incomunicar. Incomunica todo lo que no sirve para entender la realidad, la comunicación ha de permitir la crítica y entender lo que pasa, esto ahora no ocurre” 26 , e Ignacio Ramonet señala que “para estar bien informado hay que adoptar una postura activa, no se puede ser pa sivo”. Los postulados de unos y otros señalan la necesidad de una conciencia crítica tanto en el campo de los profesionales como en el de la audiencia, dado que hoy en día la inmensa mayoría de los flujos informativos son intencionados. En palabras de Jean-Marie Colombani (apud RIVIÈRE, Margarita): Hoy no hay lugar de poder, sea político o social, religioso, empresarial o universitario que no tenga su estrategia de comunicación, lo cual significa información controlada y dirigida. Nuestro problema es el con trario: es ver qué hay detrás de los mensajes oficiales y de las intenciones ocultas. Esta es la batalla: que la información consiga su propio derecho a salirse de los mensajes de la comunicación 27 .
                                                 23 LÓPEZ, Manuel: Nuevas competencias para la prensa del siglo XXI. Paidós, Barcelona, 2004. p. 165. 24 GOMIS, Lorenzo : Op. Cit. 25 LÓPEZ, Manuel: Cómo se fabrican las noticias. Fuentes, selección y planificación. Paidós Papeles de Comunicación, Barcelona, 1995. p. 174. 26 RIVIÈRE, Margarita: El segundo poder. Cincuenta y cuatro entrevistas sobre los grandes cambios del periodismo actual. Ediciones El País Aguilar, Madrid, 1998. 27 Ibíd. p.106.  
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