La radio en el seno de los estudios massmediticos tiene su historia particular; sus mitos y hroes propios; su capital. Contra el uso inequvoco, generalizado y casi neutral de modelos tericos aplicables a cualquier medio de comunicacin, se ha desarrollado una tendencia ue ada ta a uellas eneralidades a las es ecificidades tecnol icas, lingsticas y estructurales de cada uno de los soportes que permiten la existencia del llamado sistema de comunicacin social. As, el carcter revolucionario o de control de cada soporte -televisin, radio, etc.- se manifiestan de manera muy distinta segn su naturaleza, capital, debate al interior del campo y uso social.
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D.L.: TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 - 5820
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Berln Villafaa, Irvin
Desde sus inicios, la radio ha contado con una tradicin de intelectuales ex eriencias centradas en su uso educativo y/o contestatario frente a la razn que las justifica a ambas, el monopolio estatal. Entre los primeros, Bertolt Brecht analiz algunos de los aspectos ms importantes de la naturaleza radiofnica y de los problemas que planteaba situndose a la izquierda de Frncfort, muy cerca de Walter Benjamn.
Bajo un esquema de anlisis que contemplaba la esttica, la tica y la poltica del nuevo medio de comunicacin, la teora de la radio de Brecht supera las tesis de la reproduccin mecnica del arte encontrando en la radio un lenguaje esttico que debe ser algo ms que la sustitucin de los canales de transmisin. Es decir, que el comportamiento original del medio como prolongador o amplificador del teatro, la msica, la sala de conciertos o de conferencias, el aula de clases o las redacciones de los peridicos deba ser superado al definirse un nuevo vocabulario, una nueva sintaxis a partir de los signos que pueden ser transmitidos a travs de l. Carece de sentido, deca Brecht, que la radio se limitara a reproducir la msica como divertimento o fondo para radiocomedias, si puede, adems, crear con sus propias reglas y acercarnos a los problemas reales de manera inmediata "conectando las fuerzas desconectadas por la ideologa dominante". Es ms, la produccin radiofnica deba reunir la esttica y la tica a fin de asumir sus responsabilidades de instruccin de los grandes grupos sociales no ya desde los roles paternales o unilaterales, sino en un proceso de interaccin donde tanto el emisor como el receptor tengan su momento de aprendizaje y de enseanza. ¿Cmo se puede utilizar el arte para la radio y la radio para el arte? Entre las posibilidades de la tecnologa est el mezclar signos diversos (canciones, coros, ruidos del agua y los motores) as como diversos roles dramticos que hagan del oyente un ser dual que pueda tambin emitir, aprendiendo la disciplina del dilogo y de la participacin tan importante para los asuntos pblicos. El medio no es reproductor ni mero distribuidor de informacin, sino fundamentalmente un medio de comunicacin. Esto lo hace valioso ara esta eda o a de lo esttico tanto como para el replanteamiento de las relaciones con el poder.
Ms all del arte universal y sus obligaciones de autonomizacin y libertad por encima de los condicionamientos econmicos, la radio se sita en el contexto del poder aunque no desdea, como tampoco lo hace el arte brechtiano, el mercado. Entonces, la uto a sera osible en el momento en ue la radio fuera voz de todos, ex resin interesante de los intereses del pueblo y esfera del dilogo y el debate de los asuntos pblicos ya que puede enfrentar productores con consumidores, polticos y ciudadanos; artistas y empresarios haciendo mensajes valiosos que sean vendibles, intercambiables en cualquier situacin.
A principios de siglo, con esta tesis, nace la comunicacin alternativa centrada en la reversibilidad de los polos de produccin y recepcin, en su posibilidad dialogal y argumental a contratiempo de otros planteamientos que ven en la radio un medio "unidireccional, unisensorial y fugaz" dadas sus caractersticas tcnicas (Kapln, 1978: 58). As, contra esta tesis que subordina los usos sociales a la naturaleza del soporte tecnolgico se levanta otra que toma cartas de posesin de un nuevo medio ponindolo al servicio de cada uno de los oyentes que, amn de or, pueden participar en la construccin de los mensajes transmitidos a travs de otros canales o soportes de comunicacin como el telfono o el correo postal.
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Aun ue la tesis se remonta a la dcada de los 30 sus rimeras ex eriencias se dan casi de inmediato, no es sino hasta los aos 70 ue cobra su viva im ortancia con las radios inde endientes italianas, con las emisoras comunitarias en Amrica Latina, con los transmisores piratas y de subversin que acompaan los movimientos de liberacin sea en Ar elia, Cuba o Centroamrica.
En Italia, por ejemplo, el agotamiento del sistema poltico y sus medios estatales permiti en la dcada de los 70 una insurgencia radiofnica con un nuevo modelo de periodismo civil basado no en el control discreto de las voces que se transmiten a travs de los gneros existentes, sino la apertura del canal a la expresin de todas las voces a travs de las redes telefnicas. Al margen de la RAI y su voz oficial y acartonada, las radios libres -acfalas descentradas, dira Umberto Eco- dieron cauce a la multiplicidad cultural y poltica de la sociedad italiana provocando cierto caos en la rece cin de ondas hertzianas, dado ue la anar ua de frecuencias, nacimientos, transmisiones otencias, facilitaba el caleidoscopio de la informacin. Se poda ir por auto -dice Eco- en el centro de las ciudades y percibir un cambio automtico de frecuencias que se sobreponan unas a otras en franca batalla exponiendo a veces la misma msica; otras los debates polticos de la izquierda, el centro o la derecha catlica fascista, los comunistas, socialistas y hasta las tendencias ms excntricas como los mao-dadastas de la Radio Alice ampliamente documentada en la historia de este movimiento.
La subversin del orden no fue nicamente en los mbitos del lenguaje (formado por msica, locutores, voces del pblico y el reportero de la calle orientado por la posibilidad de mezclar gneros, formatos, poemas e informacin) sino tambin en los terrenos jurdico-polticos y sociales. Se cuestion seriamente el monopolio estatal sobre los medios, as como las posibilidades regulatorias de un estilo radiofnico directo y espontneo, que puede ser posedo por cualquiera, haciendo dificilsimo atribuir responsabilidades a una persona determinada; presentar pruebas testimoniales y de acusacin en medio de chorros de informacin y emisores annimos. ¿Y qu decir de la legitimidad de las reglas que otorguen el derecho de decir a travs de la radio y de censurar conforme patrones muy diferentes de los que se dan en la prensa?
La radio es un medio invisible y permanentemente en lucha con el encanto de la televisin, el prestigio de los medios impresos y la diversin que ofrecen el cine y otros lenguajes audiovisuales; lucha que se pierde en diferentes mbitos pero que se gana en otros. Contra el argumento que muestra a la TV como el instrumento de la transnacionalizacin y la estandarizacin del gusto, la radio representa posibilidades ms inmediatas de negociacin simblica con los diversos sectores sociales -exclusin, inclusin o mediacin de valores globales en el plano de grupos sociales particulares- de segmentacin de audiencias mucho antes de que esto fuera posible a travs del cable y los soportes digitales; la expresin poltica o cultural de minoras sociales y el descentramiento del poder informativo en modelos participativos. Su cercana doble con el oyente -la oralidad y el desarrollo regional del medio- le otorgan un factor adicional de legitimidad y calidez frente a otros de presencia nacional o internacional.
Esta condicin le ha ermitido desarrollarse a travs de diferentes modelos de comunicacin ue van desde las radios como industrias hasta las radios piratas, libres, comunitarias, educativas, universitarias y experimentales. Esta diversidad de usos sociales del mismo soporte tecnolgico es favorecida desde luego por la facilidad en el acceso a sus herramientas de transmisin, produccin y circulacin y tambin, a su bajo costo. Segn un estudio realizado por CIESPAL y publicado en 1993, las estadsticas en 19 pases de Amrica Latina y el Caribe sealan que existen 5,876 estaciones radiofnicas que dan servicio a un total estimativo de 127,444,000 aparatos receptores haciendo un ndice promedial de 315 estaciones por cada mil habitantes. Del universo completo de emisoras, el 85.4% corresponde al modelo de radiodifusin privada o comercial haciendo un total de 5,018, el 7% es de propiedad estatal, representando un 411 estaciones; el 2.8% de la iglesia, con 165 y el 2.9% (170 estaciones) a propiedades diversas como sindicatos, asociaciones, universidades, organizaciones campesinas, etc. Un pequeo nmero de estaciones (113) no aparecen registradas en ninguna de las formas de propiedad que se han descrito anteriormente. Aunque la tendencia del panorama radiofnico muestra un clarsimo dominio del formato comercial, la "otra radio" representa en conjunto el 12.7% de la oferta de los cuadrantes, siendo sta de naturaleza educativa, comunitaria, popular, universitaria, oficial-institucional reli iosa. Este hecho one de relieve la relativa inde endencia del medio hacia el mercado comercial la heterogeneidad de estructuras administrativas, contenidos e intencionalidades, as como diversas concepciones sobre el qu hacer radiofnico, la produccin y sus audiencias. Tambin manifiesta la indeterminabilidad de los elementos tecnolgicos utilizados tanto para la produccin, transmisin y recepcin de mensajes sonoros que van desde la radio abierta, restringida, hasta los casetes, grabaciones o altoparlantes comunitarios. Esta heterogeneidad es an en los tiempos de privatizacin neoliberal su fortaleza y su signo de complejidad.
As, la radio alternativa, ha pasado por interesantes procesos y revisiones sobre su propia identidad, diferenciacin y concepcin, entraada en la bsqueda de su propio capital, terminologa y mtodos de estudio y produccin. Interesantes son, por ejemplo, las discusiones iniciadas por Mara
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Cristina Mata desde el seno de ALER y las tendencias mostradas desde la AMARC sobre la concepcin de las radios comunitarias.
En lo general, las radios comunitarias han sido definidas a partir de un anlisis de: a) la propiedad colectiva de la emisora y su insercin en la comunidad a la que sirve, b) los modos de produccin que la constituyen y sus rasgos de experimentacin o profesionalizacin, c) la descentralizacin en la toma de decisiones importantes del medio sin excluir las posiciones de las minoras, d) los contenidos programticos regionales y de inters comunitarios y con el reflejo de la diversidad cultural de los subgrupos que forman el todo social, e) las estrategias discursivas y el estilo de presentacin de las emisiones y f) incorporacin de mecanismos de interaccin o de reversibilidad de los roles emisor-productor y receptor-productor como dispositivo democratizador y de garanta de acceso plural de los oyentes en las emisiones de las radios. Estas caractersticas, sin embargo, no alcanzan para definir todas las especificidades de los modelos radiofnicos que engloba, en la medida que las intencionalidades o configuraciones de los rasgos pueden distribuirse de manera diferente segn se trate de emisoras populares, religiosas, educativas, universitarias o experimentales o incluso, desde las mismas radios comunitarias ms puras en algn estado de su evolucin y otro diferente, como el caso de las emisoras norteamericanas de servicio blico ue se han transformado notablemente en la poca Reagan.
Entre las diferencias esenciales ue seala esta autora estn la intencionalidad oltica de las emisoras o ulares ue, a diferencia de las netamente comunitarias, buscan trastocar o coadyuvar a los procesos revolucionarios y de cambio que se dan en sus poblaciones inmediatas. En estas radios, la sensibilizacin correctiva sobre los problemas de la urbanizacin y la restitucin de los lazos solidarios destruidos por la sociedad industrial no es el fin ltimo, sino la construccin de un estado poltico, social y cultural diferente. La relacin con el poder constituido, en consecuencia, marca una de las ms importantes diferencias entre Radio Pacfica fundada en 1946 en los Estados Unidos y las Radios Mineras de Bolivia, para poner dos casos muy documentados y conocidos. ¿Y qu decir de las emisoras religiosas y/o educativas que intentan promover el desarrollo social, espiritual y poltico a travs de una intencionalidad triple que incluye la evangelizacin y la alfabetizacin como instancias de emancipacin espiritual y cultural y, simultneamente, el apoyo a las liberaciones econmicas y polticas? ¿Tambin pueden englobarse en el mismo patrn a las estaciones de educacin formal a distancia o al proyecto radiofnico universitario?
"No es lo mismo trabajar en pro de la expresin de las mayoras excluidas de la posibilidad de intervenir en la escena pblica, que competir con un monopolio comercial o estatal de radiodifusin. No es lo mismo regresar a lo local en bsqueda de una nueva integracin que recree la solidaridad global, que un regreso particularista que nos aleja definitivamente de las posibilidades de entender la realidad ms vasta en la que lo concreto adquiere su sentido" (Mata, 1993: 58).
Ante la fra mentacin del anlisis la osibilidad de concebir a la radio no comercial como tantas ex eriencias existen en el continente, ha habido otros intentos por sistematizar los criterios que sirven para la tipologa, como lo han hecho Gmezjara en Mxico; Snchez Prez, en Costa Rica o el modelo de Velleqquia para el vdeo.
El investigador espaol Jos Snchez Prez, quien observa 5 criterios de clasificacin (soporte de transmisin, programacin, audiencia, financiamiento y propiedad y caractersticas del personal) afirma la existencia de las siguientes formaciones radiofnicas: A).- Radio internacional, que funciona en onda corta dirigida a clases medias y altas con buenos receptores, hbitos de audiencia bien definidos, operada fundamentalmente por los gobiernos, instituciones educativas o religiosas y de alta profesionalidad comunicativa. B).- Radio nacional, reflejo de la tendencia euro ea de los medios como la BBC ue ro rama normalmente msica clsica, noticias, arte, ro ramas de historia y literatura y programas de transcripciones de otros pases. El financiamiento es gubernamental, salvo casos excepcionales como Radio Nacional de Chile que tiene un rgimen mixto: comercial-gubernamental. C).- Radio comercial, que produce y transmite programas de inters general como msica y noticias, dependiendo su financiamiento de los comerciantes y publicistas. D).- Radio confesional tiene la intencionalidad de evangelizar, de transmitir las verdades religiosas a veces fundidas con el entretenimiento que puede ser laico o religioso. E).- Radio educativa, cultural y de servicios, son emisoras universitarias o gubernamentales, dirigida a pblicos medios o altos, como la radio pblica americana. Tambin puede dirigirse a grupos de bajo nivel, como Radio Educacin en Mxico que tiene formato ms popular. F).- Radio popular, son emisoras para defender a grupos desposedos frente a los grupos dominantes, ofreciendo orientacin en materia legal, econmica, etc. Se llaman a s mismas de comunicacin participativa, dado que la audiencia produce lo mismo que consume; son emisoras de equipamiento tcnico deficiente y uso menos profesional de los conocimientos comunicativos. G).- Radio clandestina, tiene funciones diferentes de las establecidas or la le est ubicada dentro de un movimiento de transformacin social del estado. Son emisoras de onda corta en su mayora.
Otras tipologas, como la del Dr. Francisco Gmezjara, parten de la institucionalizacin de las emisoras y su desenvolvimiento bajo estrictas normas de funcionamiento, reguladas por una legislacin pblica y una vigencia gubernamental permanente. Estas emisoras, sean de financiamiento pblico o privado, suponen el reconocimiento de utilidad social que lleva a fundar una institucin permanente, uniforme y sistemtica.
Las emisoras institucionales pueden servir a establecimientos pblicos o privados "destinados a generar y difundir el discurso oficial de los centros de poder gubernamental, econmico e ideolgico" aunque existan importantes matices que van desde las radios-portavoz, hasta aquellas de servicio pblico que, creadas por el estado, buscan brindar un servicio a la sociedad ponindose el nfasis en las necesidades del oyente ms que a las del emisor (Gmezjara, 1995).
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Profesionales y especialistas en la fuerza de trabajo.
Institucional de servicio
Estandariza el comportamiento y expectativas.
I.- Modo de produccin.
Horizontal-autodireccional
Nivel / rea
Vertical-horizontal-bidireccional.
Especialistas con participacin de la audiencia.
El segundo tipo de emisoras, las autogestivas o o ulares, son roducto de co unturas es ecficas de la sociedad civil ue nacen como res uesta ciudadana al estado ara atender necesidades ro ias ru ales, re ionales comunitarias, bajo un esquema autnomo de organizacin, cuyos fundamentos pueden estar dentro o fuera de las legislaciones existentes en cada pas. Al ser organismos contestarios y obedecer a imperiosas necesidades de comunicacin social, no siempre son legales aunque tampoco tiene porqu ser ilegales. Antes bien, son paralegales. Es decir, que no estn expresamente reglamentadas por la legislacin, pero tampoco estn prohibidas expresamente. En cualquier caso, estas emisoras se distinguen no slo por estas variables fundamentales (su relacin con el poder o con la normativa legal), sino a travs de sus modos de produccin, la caracterizacin de sus audiencias, la infraestructura tecnolgica utilizada y la expresin o defensa de ciertos intereses sociales.
Atomiza la audiencia al transmitir a oyentes aislados
Institucional-Oficial
Las radios institucionales pueden ser comerciales, estatales, confesionales o de promocin cultural y reflejar intereses diversos como los de grupos universitarios, campesinos, religiosos o empresariales, mientras que las organizaciones autogestivas van desde las agrupaciones de radioaficionados a la banda civil hasta las radios civiles pasando por la produccin artesanal de radiocomunicacin utilizada frecuentemente en las comunidades pequeas y muy alejadas de los centros urbanos.
Conforma individuos crticos y actuantes
Recupera valores, intereses y experiencias locales.
Conforma individuos pasivos-receptivos-consumistas de los mensajes implcitos y explcitos.
Conforma individuos receptivos-reflexivos
Annimos
II.- Audiencias
Agrupa a los individuos.
Une los intereses generales y locales.
Autogestiva y popular
Vertical.
III.- Infraestructura tecnolgica
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III.- Expresin social.
Comerciales.
Estatales
Campesinas
o sistemas satelitales
Radio foro
Radio municipal
Radio universitaria, organizacional o comunitaria
Radioforo, casetes, grabadoras, circuito cerrado de altoparlantes.
Radios civiles,
populares, libres,
aficionados, banda civil, artesanal, piratas.
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Susana Velleqquia ha desarrollado un modelo propio de tipologa para el vdeo que, sin embargo, puede ser aplicado a la radio sin mayores prdidas conceptuales. La tesis parte de la interrelacin que guardan las estrategias polticas, los modos de produccin simblica, las caractersticas internas de los discursos y las modalidades de apropiacin en las prcticas de la comunicacin social. En consecuencia, las transformaciones de los medios deben contemplar la integralidad del sistema y no variables supuestamente definitorias como la voluntad poltica, los cambios de la programacin, etc.
Este proceso comunicacional, entendido de manera sistmica e integral, se presenta como el cruce incesante y abigarrado de estrategias plurisignificantes, multicondicionadas y contradictorias, creando espacios tanto para la reproduccin como para la resistencia dentro de los sistemas de construccin cultural. Para el caso del vdeo, Velle ui propone el concepto de modalidad discursiva, entendido ste como el "sistema de interrelaciones que en cada campo de la prctica comunicativa se establece entre la tecnologa, las estrategias de produccin/apropiacin -de tecnologas y de mensajes- y el lenguaje" (Velleqquia, 1995: 165).
Tiene tres dimensiones principales: la dimensin tcnica comprende tanto equipos como el soporte, insumos, conocimientos y tcnicas aplicados a la produccin-circulacin-apropiacin de mensajes. La dimensin poltica est constituida por los objetivos, explcitos e implcitos, perseguidos y los modos y relaciones de produccin-a ro iacin de los mensajes y tecnologas. Ellas comprenden aspectos materiales y simblicos que suponen la presencia de un contexto sociohistrico condicionante, actores sociales, roles e intereses dentro del proceso de la comunicacin, formas de organizacin del campo y de divisin del trabajo en torno a los procesos de: generacin, seleccin acumulacin, circulacin y apropiacin de los mensajes, las tecnologas y el capital propio del campo; los marcos referenciales, de carcter simblico que animan a los actores de las prcticas comunicacionales. La dimensin discursiva analiza el significado de los mensajes, as como los cdigos culturales seleccionados desde el campo del emisor para su produccin y por los puestos en juego en el campo receptor al interpretarlo o reconocerlo.
Estas dimensiones tienen 4 reas bsicas de competencia que son: a) institucionales, b) comerciales, c) comunitarias y d) independientes que pueden cumplir funciones diversas que van desde la comercializacin, promocin, expresin, animacin sociocultural, educacin, intervencin social, recreacin, etc.
Considerando al conjunto del proceso comunicacional, el vdeo y la radio pueden definirse como modalidades discursivas cuyas caractersticas y sentido variarn de acuerdo al sistema de interrelaciones que se establezcan entre las dimensiones tcnica, poltica y discursiva. Estas variaciones permiten hacer la siguiente clasificacin: A) Reproductora, es aquella en la que prevalece el uso del medio como soporte para vehiculizar/difundir mensajes dominantes producidos en otro medio. B) Productora: produce mensajes directamente en el soporte, como fin en s mismo y de manera independiente de las funciones que ellos desean cumplir. C) Transformadora: comprende la modalidad productora y la trasciende ya que la produccin en el soporte no hace de los mensajes fines en s mismos, sino que los inscribe en procesos y/o proyectos de intervencin social que procuran objetivos de cambio y desarrollo sociocultural.
Pensando concretamente en la radio, en sus signos y estructuracin de lenguaje, podemos sealar que existe una modalidad comercial que asume un rol reproductor de materiales fonogrficos, anuncios publicitarios y mensajes que repiten y prolongan los gneros, valores y estticas de los productos, insertos dentro del campo de las industrias culturales dirigidas al entretenimiento y la ganancia. Otra modalidad que podemos llamar transformadora supone la existencia de estrategias orientadas por un proyecto de cambio y modos de produccin-apropiacin horizontal y participativo, en torno a funciones de animacin o promocin, dirigidos a propiciar procesos de organizacin, interlocucin y desarrollo sociocultural y educativo en general. La modalidad productora alude al uso del lenguaje radiofnico para producir mensajes en su propio soporte, aunque las estrategias puedan encaminarse a la reproduccin de la hegemona cultural o al contrario como propona Bertolt Brecht desde los inicios de la radio.
Estas modalidades radiofnicas cobran cuerpo a travs de esferas institucionales, pblicas o privadas, que contribuyen a aumentar las posibilidades de mestizaje generando prcticas diferentes que pueden resultar de
Los medios de comunicacin en general, y desde luego la radio, han sido estudiados como un sistema que incluye varias esferas, entre las que destacan: a) los modos de produccin y reproduccin financiera y discursiva, b) los actores que intervienen en los procesos, c) la naturaleza de los bienes simblicos producidos, d) las lgicas de consumo y e) las repercusiones de sus mensajes en el plano del orden social. El reconocimiento de tales etapas del proceso no ha sido objecin para enfatizar alguna de sus variables de acuerdo con diversos paradigmas de pensamiento. Quienes han enfatizado la esfera de la produccin y el rgimen de propiedad han hecho de esta variable el centro del ataque para promover su transformacin: tener los medios de produccin y revertir las relaciones de productivas, reorientando las claves ideolgicas que los han mantenido.
Las consecuencias de esta modalidad analtica estn en: a) la apropiacin y acceso de la poblacin a los medios de comunicacin, inscritos dentro de un gran proyecto para subvertir el orden burgus, b) la produccin de formas y contenidos con tendencias ideolgicas contestarias, c) el impulso a modalidades comunicativas subalternas que pudieran coordinar o apoyar los procesos de movilizacin social y d) la eliminacin de la esfera mercantil de los productos massmediticos a fin de garantizar una utilidad social ms all de la reproduccin social del sistema, cuya tendencia se ve amparada en la supuesta soberana de la audiencia en su esfera ntima de consumo. En fin, una caracterizacin de medios de comunicacin cuyas variables secundarias aparecen amarradas a su enclave ideolgico revolucionario basados en el control y la produccin y consumo determinados por la lgica de la produccin de clase.
En el debate de las ideas las rcticas, esta tendencia ha sido cuestionada ms or lo ue ha de ado de atender ue por los objetivos manifiestos. Es decir, que la posicin poltico-comunicativa en la radiodifusin en Amrica Latina ha puesto de manifiesto que el acceso a los medios, las conquistas en el terreno de la propiedad o la normativa jurdica y la legitimidad de la lucha frontal, directa contra el poder e incluso, el terror, en los pases dictatoriales, no otorga por s la legitimidad del decir y de la transformacin social si no incluye otras variables subjetivas como podran ser el cuestionamiento al mismo autoritarismo del estado vivido como internalizacin cultural y reproducido con diverso signo ideol ico en las radios llamadas alternativas o a las modalidades comunicantes los rocesos tcnicos de roduccin que hacan de la radio un medio instrumental imaginado para subvertir rdenes, ensear o promover verticalmente el desarrollo.
Y no porque estas luchas estn cumplidas o no hayan sido vlidas en las diferentes coyunturas nacionales, no. Fundamentalmente, porque los escenarios polticos y sociales han cambiado de manera tan dramtica inaugurando una nueva situacin y nuevos parmetros para evaluar las acciones y lecciones aprendidas en el transcurso. Por un lado, estn los cambios en las modalidades comunicativas que han pasado de la concepcin instrumental hasta la alternativa llegando actualmente a una relacional que considera a la radio no un dispositivo difusor de sentido contracultural, sino un espacio dialogal y de coproduccin del sentido que "coexiste y compite como propuesta de sentido diferenciada pero que niega el campo en el que se inserta o desde el que opera" bajo la innegable presencia del mercado como mecanismo central de la vida social que deja de ser el antagonista inmediato de proyectos radiofnicos no industriales (Mata, 1996: 2). Por el otro y tambin como parte de las transformaciones de fin de siglo -la globalizacin de la cultura, la espectacularizacin de la realidad, el predominio de la ideologa del mercado y la recuperacin del individuo como actor poltico- la flexibilidad de las mismas industrias radiofnicas que asumen por la presin civil posiciones inimaginables hace un par de dcadas y que van desde la radio hablada hasta el periodismo civil o de denuncia poltica.
El otro, bajo la forma condicionada del mercado, no estuvo presente en las propuestas radiofnicas alternativas an cuando las primeras tesis de Brecht recomiendan con claridad su observancia. En su lugar y desde las mrgenes del mercado "disparbamos dardos que muchas veces dijimos que no le hacan mella; nos escuchaban los concientizados, la ente nos sintonizaba en tiem os de crisis ero lue o se entretena con las otras emisoras..." Mata, 1994: 46).
Este descubrimiento muestra el error repetido en varios enfoques analticos de enfatizar alguna variable del sistema y colgar las otras de manera secundaria, sean stas de naturaleza econmica, esttica o tecnolgica. Su incorporacin al sistema global, como en el caso comentado, repercute tanto en las teoras como en las prcticas al introducir preguntas y respuestas nuevas que dan una problematizacin ms compleja y un resquebrajamiento de la doxa de las
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ideologas revolucionarias o del control. En consecuencia, la vieja y primera clasificacin de las emisoras en comerciales o no comerciales queda absolutamente superada al liberarse el tab no slo de la fuente de financiamiento sino tambin de la insercin estructural del emisor en los espacios existentes del receptor que juega dentro de las reglas de un campo comn a ambos. ¿Cules son las repercusiones en la identidad de los proyectos radiofnicos cuya modalidad no podr definirse slo a partir de su financiamiento o insercin en el mercado, sino a partir de un conjunto de variables que le den caracterizacin completa? ¿Qu elementos del sistema y bajo qu lgica de conjunto son tiles para explicar las diferentes modalidades radiofnicas inauguradas con esta transformacin?
En el debate sostenido por Cristina Mata con Michel Delorme expresidente de AMARC sobre el deslinde entre radios comunitarias radios o ulares se aade una variable adicional al sistema: la intencionalidad o ex resin social de las emisoras, como tambin se reconoce en las tipologas planteadas por Snchez Prez o Gmezjara y sugiere recomposiciones en el planteamiento definitorio de las radios comunitarias en tanto emisoras marginales al mercado de medios de comunicacin.
En todos los casos, se trata de superar las tipologas unidimensionales a cambio de otras que reconozcan varios elementos sistmicos que organizados de manera diferente puedan producir prcticas diferenciadas. Sin embargo, la asignacin de valor para cada uno de los elementos remite muchas veces a prejuicios o marcos toricos a su erados. Basta observar las tendencias superadas o en vas de superacin en las emisoras internacionales que estn en pleno proceso de abandonar la onda corta por sistemas satelitales y con contenidos cada vez ms regionalizados; las fuentes de financiamiento que hara de algunas radios nacionales, populares y confesionales de naturaleza comercial con transmisiones de inters general con msica y noticias o bien las relaciones casi simbiticas que afirma Gmezjara existen entre radios institucionales oficiales y sus pblicos aislados y pasivos o entre emisoras de servicio pblico y su conformacin de audiencias receptivas y reflexivas.
Como quiera que sea, las propuestas de Snchez Prez y Gmezjara aaden algunas variables fundamentales como la intencionalidad o expresin social de las emisiones, el factor de institucionalizacin o viabilidad de los medios ms all de los momentos estrictamente co unturales las relaciones entre la naturaleza de los contenidos las res uestas de la audiencia. No obstante, sealan una marcada rigidez entre las relaciones de los elementos cuyas definiciones sugieren antinomias bsicas y esquemticas dejando poco lugar a la variacin, como en el caso de aproximaciones de Gmezjara a la radio popular que tiene que ser horizontal por oposicin a la verticalidad de las emisiones institucionalizadas comerciales o que las audiencias inscritas en ambos modelos se diferencian en los grados de pasividad-actividad. ¿Dnde poner, por ejemplo, la problemtica de la alternatividad de los medios como una relacin respecto "del otro" que podra hacer de los materiales informativos construidos desde la lgica dominante una contraparte subversiva por medio de lecturas crticas o a medios alternativos que ofrecen en segmentos de su programacin barras mimetizadas al esquema comercial? ¿Es vlido repetir los esquemas que hablan de la unicidad inmvil entre emisores-contenidos-receptores sin intentar una aproximacin global que analice integralmente los elementos que forman el sistema comunicacional?
La pureza de dichas estructuras contrasta con la realidad dispersa que se vive hoy en la oferta radial y las propuestas hbridas que hacen, por ejemplo, emisoras comerciales participativas y con fuerte ejercicio del periodismo civil o las radios populares a caballo entre los perfiles del entretenimiento comercial y la concientizacin de clase.
La tarea de clasificacin que propone Susana Velleqquia para el vdeo -y que sostengo que puede ser aplicado satisfactoriamente para la radio- en cambio, asume de entrada que la estructura es resultado de determinados elementos organizados de una manera especfica que no excluye tensiones, luchas o variaciones y que las transformaciones que deben darse en los medios para ampliar su productividad social tienen que ser en todas y cada una de las dimensiones que los conforman.
Contra las tesis del anlisis del discurso como una entidad textual aislada de su proceso de produccin desarrolla un concepto en donde el discurso no puede estar despegado de las condiciones materiales y stas tampoco pueden aislarse de las estrategias polticas que dan un uso social especfico a los soportes tecnolgicos. As, las programaciones radiofnicas seran la parte sonora y significante que incluye no solamente los planteamientos creativos de sus productores -sus gramticas de produccin y de reconocimiento- sino tambin los universos modelantes de ndole poltica, legislativa, cultural, tecnolgica y de gestin, quedando los procesos de recepcin marcados por claves de codificacin y de lectura.
El permiso de aplicacin de un modelo creado para la observacin de los fenmenos audiovisuales y concretamente del vdeo a la radio deriva de ciertas analogas entre los dos recursos y tambin porque se trata de una propuesta de anlisis para la adaptacin social de las tecnologas. Tcnicamente, la radio es el soporte electromagntico de transmisin de mensajes a travs de una seal elctrica portadora de sonidos y a su vez, el parque de aparatos que ermiten su rece cin de manera individual o colectiva. Colateralmente a la tecnolo a de circulacin de mensa es de recepcin se han desarrollado diversos formatos y tcnicas de registro, produccin y reproduccin sonora que inciden en la radio como un medio de informacin. Los formatos van desde el disco, hasta el casete, el carrete abierto y ms recientemente, los diskettes computacionales. Las tcnicas, por su lado, pueden ser: a) el mezclado en vivo de diversas fuentes de emisin o reproduccin de sonido, con limitaciones propias de la cantidad de signos manejados y la rapidez o inmediatez con la que deben realizarse y b) la edicin o montaje del lenguaje radiofnico conforme etapas claramente diferenciadas y adecuadas a ciertos gneros socialmente aceptados. La primera es asimilable a los procesos de produccin de la televisin y la segunda, al montaje tpico del cine o el vdeo.
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Como el vdeo, la radio puede ser, en consecuencia: a) canal de circulacin, b) aparato de recepcin, c) lenguaje de comunicacin y d) modo de produccin. Es cierto, sin embargo, que los usos sociales dominantes le han dado al vdeo un peso mayor como medio de produccin, mientras que la radio es fundamental como medio de distribucin, aunque para efectos del modelo de anlisis estas variaciones no son significativas ya que ambas (esfera de la produccin y de la circulacin) forman parte de una modalidad discursiva y se encuentran presentes en ambos.
Estos usos sociales de los que hablamos no reflejan simplemente las caractersticas objetivas tecno-mercantiles de los medios sino que son resultado de importantes mediaciones socioculturales de adaptacin o apropiacin por parte de sus usuarios. La mediatizacin de las tecnologas segn diversas variables del consumo y utilizacin social han formulado diversas tensiones y acomodamientos de la naturaleza material del soporte, presentado variaciones que no se aclaran desde la perspectiva dominante y generalizada del anlisis y que, incluso, desbordan las definiciones clsicas del medio.
As, tanto la radio como el vdeo pueden desarrollar estructuras y prcticas que no se reducen al medio de comunicacin privado e industrial que conocemos, sino que pueden tambin ser canales institucionales, independientes y comunitarios asumiendo funciones que van desde la educacin, la animacin sociocultural, la intervencin social, la comercializacin romocin de bienes, asando or la ex resin esttica. En suma, se trata de prcticas comunicacionales comprometidas ya sea con la reproduccin financiera y cultural de paradigmas hegemnicos, con la posibilidad de insertarse en procesos de intervencin social y organizacin comunitaria con objetivos claros de transformacin de un orden social y finalmente, con la innovacin del lenguaje y los gneros que habitualmente se despliegan en las industrias radiofnicas.
Estas necesidades clasificatorias derivadas del hecho mltiple de la radio-vdeo reconocen que los procesos de produccin, circulacin y consumo de los bienes no forman un sistema aislado de la realidad social, sino que cobran sentido por y para la conformacin de cdigos culturales, multicondicionados y contradictorios.
A riesgo de cometer un reduccionismo, me parece que la aplicacin del concepto modalidades discursivas favorece la observacin de fenmenos concretos con toda su riqueza y contradiccin dentro de un marco mayor que evitara la dis ersin absoluta de ro uestas radiofnicas sin osibilidad de eneralizacin. El modelo, as lanteado, cum lira la doble as iracin de re istrar clasificar los hechos articulares en su dinmica social mantenerse como un es uema capaz de mostrar la aglutinacin de lo diverso.
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