Animación a la lectura
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Colecciones : Educación y biblioteca. Año 3, n. 13
Fecha de publicación : 1991

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Nombre de lectures 29
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Paternité, pas d'utilisation commerciale, partage des conditions initiales à l'identique
Langue Español

Extrait

ANIMACION
A LA LECTURA
Si animar es Infundir vigor o energía moral, según el dicciona­
rio, entonces, todo lo que represente un acercamiento al libro es
válido. Habría que cuestionarse entonces si la palabra está usándo­
se correctamente, pero ese no es nuestro cometido.
Presentamos en el dossier una reflexión sobre la pareja animar •
y leer; experiencias que se han llevado a cabo bajo este concepto
y finalmente, una bibliografía completísima para quien deba ampliar
el tema. Las ilustraciones que nos acompañan pertenecen a Quen­
tin 81ake y son del libro La maravillosa granja de Me Broom
publicado por Alfaguara.
DOSSIER COORDINADO Y REALIZADO POR ANA GARRALON

... ': ,.,'
El binomio realista
Por Ana GARRALON
staba yo preocupada pensando mejor ... ¿por qué no? Ambas reúnen el el proceso lector, que sólo busca destre­
en eso que llaman ANIMA­ zas manuales, que extrae de la lectura requisito de disparidad y han sido uni­
una aplicación didáctica, utilitaria, que CION A LA LECTURA Y he das en un extraño matrimonio. Me dis­Ede confesar que mi inquietud sólo se contenta con una exposición de puse entonces a jugar y, tal y como se
era grande porque por mucho que estu­ libro al año, que propone jueguecitos ba­acuerda en el binomio, empecé a unir
sados' en la lectura, que ... UN MO­dio el tema, cada vez tengo menos cosas estas palabras liberándolas de su signi­
claras. MENTO. Pero, ¿qué estoy diciendo? ficado cotidiano.
Así que para liberarme, me puse aju­ ¡Están saltando a mi cabeza ejemplos LA LECTURA TRAS LA ANIMA·
gar un ratito con uno de mis juegos fa­ muy habituales de todo esto! Probaré CION. ¿Nos imaginamos a la lectura (y
voritos: el binomio fantástico del tan con otra: todo lo que conforma: escuela, bibliote­
nombrado y poco estudiado Gianni Ro­ LA ANIMACION ANTE LA LEC­ca, familia ... ) persiguiendo a la anima­
dari. Como él dijo "pilrajugar hacen fal­ TURA. Desprovista de un auténtico sig­ción, necesitándola?
ta dos palabras: una actúa sobre la otra, nificado, utilizada, manoseada e igno­Pero bueno, pensé, esto no es ningu­
la provoca, la obliga a salir de los cami­ rante de su propia funcionalidad. ¿Os
na fantasía, es muy habitual; hemos per-
nos gastados del hábito, a descubrirse suena esto?
nuevas capacidades de significar». LA LECTURA DESDE LA ANI­
Empecé, pues, a buscar dos pala­ MACION. Engañada con una falsa
bras, "que una sea lo bastante extraña a imagen lúdica, escolarizada, reducida,
la olra y su acerramit7!to discretarrvntt in­ simplificada y, creo que empieza a ser
sólito, como para que la imaginación se malquerida por sus destinatarios.
vea obligado. a ponerse en marcha pa- ME RINDO, está visto que estoy ha­
ra establecer entre ellos un parentes- ciendo un binomio realista sin poder re­
co, para construir un conjunto mediarlo. He repasado mentalmente otras
"fantástico" en el que puedan combinaciones -la animación sin la lec­
conuiuir los dos elementos ex­ tura, la animación hasta en la lectura, la
traños". lectura de la animación- y no encuen­
Liberé entonces mi tro ninguna fantasía donde encajen.
dido el sentido de la imaginación y una ¿Será que, efectivamente, es uno de
LECTURA como palabra vino a mi esos términos, el de la animación, que
un acto indepen­mente: ANIMAR e se presta a variadas interpretaciones,
diente y autosufi­ conceptos, actitudes hacia y valoración inmediatamente otra:
ciente y necesita, LECTURA. ¡Vaya!, de resultados? (esto último hay que re­
busca desesperada­pensé, no puedo li­ conocer que es poco habitual: se valora
brarme de ello ni ju­ mente, una animación que le acompañe. si la «animación» se ha realizado correc­
gando. Así que esta no servía a mi propósito tamente pero no si ha llevado al niño
Pero pen­ a otras lecturas). lúdico. A ver la siguiente:
sándolo ¿Qué diremos de ese .. animador», de LA LECTURA SEGUN LA ANI­
esas .. pistas para», de esos .. comentamos MACION o la animación define qué es
el texto», de esas Semanas del libro in­la lectura: es un proceso con el que el lec­
fantil, de esos Encuentros con el autor? LOr adquiere un hábito gracias a una ade­
¿Serán efectivos o simplemente son la ca­cuada animación.
reta festiva y alegre que oculta la igno­Otra vez eso se parece mucho a la rea­
rancia y la falta de reflexión sobre el te­lidad; elijamos otra.
ma, el seguimiento de modas o la ~omo­LA ANIMACION CONTRA LA
¡. didad muchas veces auspiciada por las LECTURA. ¡Esta sí va a ser fantásti­
propias editoriales que nos facilitan ma­ca! Una animación que no se detiene en
teriales de trabajo, perdón, ete anima­
ción?
De acuerdo, me he equivocado eli­
giendo las palabras. En lugar de un bi­
nomio fantástico, he hecho un binomio
realista. Voy a llamar a mis colegas ro­
darianos; tal vez la idea les guste.
Pero me dejaré de juegos porque ten­
go que seguir reflexionando sobre la tan
llamada ANIMACION A LA LEC­
TURA.
42

I
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"'. ~ ~
Ú~\·-.t·~~
l ,,'jrr'
\'\.. i : .. ~
Ecos de animación
tativos como el «leer más", o el am­ transmitir unos conocimientos
biguo «lee mejor" o simplemente el muy puntuales y específicos. ( ... )
«animar a leeo>. Son actividades cu­ Eso de «enseñar deleitando», o sea,
ya necesidad y carácter ni rebatimos dar una purga con sabor dulce pa­
ni negamos. Pero sí creemos que de­ ra que la incorpores, a mí me pa­
ben ser objeto de oportunas correc­ rece un error. Hay historias que te
ciones derivadas de una cierta afi­ cuentan y escuchas por el placer de
nación o depuración de objetivos ... oír y contar, y ya está; y si luego
:í." Mercedes Gómez del quieres saber sobre la Edad Media,
Manzano. «La literatura infan­ coges un manual y lo estudias. El
til tiene como función el ofrecer un niño debe saber que el aprendiza­
espacio lúdico desde el que pro­ je es un proceso duro, y, a veces,
mueve una co-
rriente de co-
La variedad de opiniones entor­
municación en
no a la animación es tan amplia
múltiples direc­
que no podemos menos que pre­
ciones: el mun­
sentar aJ~nas.
do de la pala­
¡p--- IsabeUe Jan. «El animador
bra, el del mito,
es quien se convierte en la pieza
el de la imagen,
clave del edificio. Como si cuentos,
el de las estruc­relatos e imágenes no pudieran
turas narrati­existir sin la presencia de un co­
vas, el de la mu­mentario, como si no pudieran ac­
sicalidad del tuar por el solo efecto de la ener­
lenguaje y del gía que contienen, y tuvieran ne­
verso, el de las cesidad de un manipulador para
renovaciones existir, para animarse.»
creativas que rp- Jaime Garda Padrino. (CA
la primera pregunta sobre cuál es brinda la comu-
la función del adulto en la mejora nicación gestual y dramática. El ni­ aburrido, y no hay nada más. To­
de la relación del niño con la lite­ ño es capaz de crear su propio len­ do eso de colar a los niños el saber,
ratura, ofrecemos como propues­ guaje en el que los gestos, la mími­ como üna trampa, fingiendo que
ta la necesidad de un cambio cua­ ca y el movimiento ocupan un lu­ se les está divirtiendo, a mí me pa­
litativo en ese papel. Hasta ahora, gar tan importante como el que rece en parte, un error."
ocupa la palabra. Por tanto impor­ !P" Robert Escarpit. "Sin em­las actividades para la llamada
«animación ala lectura» (un ejem­ ta mucho cultivar, ~ mismo tiem­ bargo, la fragilidad de los hábitos
po que la capacidad lectora y la ex­ de lectura tiene, de hecho, causas plo de la sistematización a la que
han llegado tales actividades pue­ presión oral, el conjunto de capa­ más lejanas que se remontan a la
infancia preescolar. Probable­de verse en SARTO, M. La anirTl4- cidades que componen el lenguaje
ción a la lectura, para hacer al niño lec­ de acción: expresión gestual, ex­ mente, es durante esa etapa de la
tor. M, SM, 1984), o para el fo­ presión corporal, mimo y pantomi­ vida cuando nacen las actitudes
ma y dramatización ... mento de los hábitos lectores, han fundamentales para con el libro.
sido el centro de meritorios esfuer· ~- E

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