HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, D. «La comedia de lo sublime». Torrelavega: Quálea, 2009.

Rosa, Andrés Benéitez

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Colecciones : Azafea, 2009, Vol. 11
Fecha de publicación : 10-may-2011

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• Sociologie, société et politique

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• Publié par: Salamanca
• Publié le: 10 mai 2011
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Extrait

© Ediciones Universidad de Salamanca

Azafea. Rev. filos. 11, 2009, pp. 191-203

RESEÑAS

198

HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, D.,

La come-

dia de lo sublime

, Torrelavega (Cantabria),

Quálea Editorial, 2009.

Desde hace ya algunos años es habi-

tual que cualquier ciudad de provincias

española cuente, entre su programación de

actividades culturales, con uno o varios

recitales poéticos «de última generación».

Éstos, que han vuelto a recuperar el tirón

que perdieron a mediados de siglo los

encuentros entre poetas y público, tienen

una peculiaridad, al menos en nuestro terri-

torio nacional, en relación a sus predeceso-

res: ya no distinguen entre lo cómico y lo

sublime. En ellos los poetas se jactan de

un tipo de declamación a la que encuentran

desmesurada e indecorosa, en el sentido

clásico del término, es decir, una locución

que no se adecua ni al tema, ni al auditorio,

y ofrecen por el contrario una especie de

speech

poético de inclinación cómica y tono

exagerado, al que acompañan de una clara

intención ridiculizante. Pero desgraciada-

mente la razón de tal convergencia no se

explica, por ejemplo, por una búsqueda

consciente de cierto posicionamiento con

respecto a la tradición anterior o, incluso,

por ser la inversión de ésta. La situación y

razón que da origen a estos nuevos «clubs

de la poesía» (en claro homenaje al éxito de

la Paramount Comedy) y que no es más

que la ya denunciada por Adorno «espec-

tacularización de lo cómico» podemos

encontrarla ejemplarmente rastreada en

La comedia de lo sublime

de Domingo

Hernández Sánchez, de donde extraigo el

diagnóstico del filósofo francfortiano, y su

magnífico recorrido por las «inversiones»

en el mundo del arte contemporáneo.

De una manera similar a la que ya nos

tiene acostumbrados –por algunas de sus

publicaciones anteriores como

La ironía

estética

o

Estéticas del arte contemporáneo

–,

el autor de este libro examina muy acerta-

damente parte del origen de algunas prácti-

cas artísticas contemporáneas, gracias a la

presentación, es decir, haciendo presentes

diferentes corrientes filosóficas, como el

Idealismo, la estética romántica o la Teoría

crítica, que sin duda condicionan y deter-

minan la producción estética actual. De

este modo, la revisión de ciertas teorías del

pasado para dar un sentido –que no el sen-

tido– a determinados estados del presente

resulta aquí altamente fructífera y atractiva.