Iparraguirre o la expresión poetica del carlismo
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Colecciones : Tiempo de historia. Año IV, n. 42
Fecha de publicación : 1-may-1978

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Publié le 01 mai 1978
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Langue Español
Poids de l'ouvrage 1 Mo

Extrait

1 parraguirre o -la
expresión poética
del car lisIno
Emma Fernández del Pino Alberdi
52

E da igual Carlismo poético que poesía carlista. No se trata
de arrancar de la tierra su cuerpo y obligarle a firmar decla­M
raciones de principios. Se trata de no quitarle espíritu revolucio­
nario y compromiso con su comunidad social. De no subirle a una torre
hecha de espejismos y connotaciones de héroes de cuento sin mayor
justificación que el cuento.
No son casualidad sus añoranzas de exiliado político. No es casualidad
su exilio.
LI. Gu.r ... e,rll,t ... r." 101 cUld,rnOI d, qUIJ" Ir.nc ••••. 1I I'",nllmlento d, 101 IndlOI ImlrlClno, y I1 •• cu •• di un rlY I"Jult,.
mlnll d • • po •• /do di un trono por d"."d.r, •• gún 1I pueblo 11"lnlldo, IUI U.rr •• comun,I •• y IU r.glml" .utonómlco. (En l. Imagln,
O. Tomb Zumlt,drr'gul I Imlr., l' mlJor gl".,.1 di' ligio XIX l,plllol).
LAS VERDES PRA DE RA S clase dominante se disfrazó de había comenzado en el último
tercio del siglo anterior con la salvaguarda de logros revolu­
La España del siglo XIX no era revolución francesa, no se cionarios y el pueblo, después
tan ignorante de lo que ocu­ quedó en la simple toma del de despojar del poder político
rría al otro lado de la frontera poder de la burguesía. El ori­ a los nobles consiguió, sola­
como nos 10 han hecho creer. gen había sido popular y quiso mente, pasar de seD/ir a títu­
El proceso revolucionario que seguir siéndolo, pero la nueva los , a servir a ricos.
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seido de un trono por defen­ revolucionario. Tenía sola­
der. según el pueblo levanta­ mente catorce años.
do, sus tierras comuna les y su
regimen autonómico, las leyes
de s us padres y las tierras de la EL PRIMER EXILIO
Iglesia que usufructuaba e l
La guerra se pierde y gra n pueblo. L a figura de Carlos
pal·te de los soldados carlistas Maria Isidro es pues. el veh í
tendrían qu'e cruzar la fronte­culo de expresión de un mo­
ra, encabezados por e l propio vimiento polttico en un mo­
Carlos V, Es'su primer exili o y mento en el que la única expe­
lo que va a condicionar, defi­riencia no monárquica era Es­
nitivamente, no sólo toda su tados Unidos, y quedaba de­
vida, sino también, su masiado lejos; y Francia, Que
obra. Porque era un poeta de dudaba a quién situar en la
la verdad y de los sentimien­jefatura del Estado, si a un Or­
loS, En el exilio le dolían los leans, un Borbón, o un Bona­
ojos por no ver los montes de parle.
su tierra, y en Euskalhcrria e l Iparraguirre era el indio Jeró­
a lma de ver su lengua arrin­
nimo.
conada, sus costumbres en e l
Al producirse el primer levan­ olvido, Por eso tuvo que reco­
tamiento carlista Iparragui rrer media península con ca­
Iplrr'gu¡', ••• un hombre del pueblo, de rre, que estaba viviendo en torce años, por eso que añorar
.u pueblo, po, eso luvo que le ... snts, .. en Madrid entonces porque se su paisaje desde fuera, Por to.rms. y por e.o, ds.pu'. de esnler por
primer .... ez IU . GERNIKAKO ARBOLA • habían trasladado sus padres do, s u poesía llena de pena y
.... de pusblo sn pueblo y de ferls sn feris
un año anles, se escapa y llega, de nostalgias, de sencillez y de dI,frutsndo dsl psl"ls, de Is gente y del
elre de Eu,k.dl. Y Eusk.dl de 'l. (Ip.rr._ aún no se sabe muy bien cómo, sig lo XIX, de originalidad
oul"e dlbulsdo por . P.neho_ Brlng •• }.
a su Euskalhcrria, para alis­ propia y palabras de los01r05,
tarse voluntario en el ejército de todo él.
La guerra de la fndependen­
«Gute gaztetandtkan (De ... de muy jown
cia, a pesar de la mayúscula,
enitlk kanpora .\olí de mi pueblo
la inició el pueblo, y la ganó,
eslranJen aldea n pasando eH el extranjero
Fernando VII el «Deseado)!
pasa del denoora ",i tiempo,
llegó como si nada hubiera
Errtalde guzlelan En todas panes
pasado en el mundo, ni e l le­
loki onak ba dira, hay huellOS lugares vantamiento de los pueblos, ni
balna biotz.at dio pero mi corazóll me dice
la aparición en «los salones ..
«z.opaz EU5kalhe~a ... «\'e(e a Ellskalherria'>l).
de la poderosa burguesía, y
todos se olvidaron del sobre­
nombre.
La celebrada Constitución del
a España. Pasa por Euskadi y 12 , Ia primera en la historia de Le descubren la voz, ya es de·
vuelve hasta Madrid, a ver a España, era un avance sólo finitiva su condición de can·
por existir, y el intento de la toro Viaja, canta, y de paso co­ su madre. Y es en Madrid en
noce Europa: Francia, Suiza, donde canta por primera vez burguesía de aprovechar la
su «Gernikako Arbola ... guerra como «la toma de la fta Lia , y hasta Alemania antes
de llegar a Londres. Bas tilla .. para llegar al poder Iparraguirre es un hombre del
y frenar los ímpetus de todo un En Londres, donde parece que pueblo, de su pueblo, por eso
pueblo levantado en armas, tuvo q ue levantarse en armas pararon muchas «hornadas ..
como en Francia, de exiliados españoles el siglo y por eso, después de cantar
por primera vez su «Gerní­Las Guerras Carlistas eran los pasado Iparraguirre conoce a
un general. de Bilbao, en uno kako Arbola » y acentuar las cuadernos de quejas france­
noslalgias de aque l rincón ses, e l levantamiento de los de sus conciertos, y consigue,
indios americanos y la excush por medio de él un pasaporte vasco del café de San Luis
-indulto tácito- para volver de un rey in justamente de5po- vuelve a su Euskalherria y
54
­­­

como un juglar o un cantor de
la América que aún no conoce,
va de pueblo en pueblo y de .. Zibilak esan naute (Los cíviles me han dicho
feria en feria disfrutando del bizlro egoki que lellga cuidado
paisaje, de la gente y del ail'e Tolosan bear dala que ha de dilucidarse
de Euskadi. Y Euskadi de é l. gauza au erabakt eH Tolosa rni causa.
Gihzapean sat1u naute Me han encarcelado
poliki, poliki; suave, suave
negar eglngo luke lloraría mi madre CANTOR DEL PUEBLO
nere amak balekl». si lo supiera).
«Kartzelatlk atera, El poeta y el hombre se habían (A l salir de la cárcel
tenido que marchar a raíz de ftskalen etxera me avisaron que fuera
la derrota de la primera gue­ abisalu zlraten a l.'asa dt?,1 fiscal
joateko bereala; que no volviera más rra Carlista. Cuando vu elve a
recol'rer Euskadi, en 1853, ez e~ortzeko gelago a e$la provhlcia
hace unos pocos años que la probintz.i onetara tUFCmces me dirigí
orduan artu nuen hada Santander). Segunda Guerra Carlista ha­
bía terminado, aunque esta Santander aldera».
vez apenas ha llegado en Eus­
kadi a cristalizarse, más que
en forma de escaramuzas ais·
I.:onl.:l.!da la gracia de dejar mis ladas, por lo que la ocupación ral, levantaban a las masas y
el cantor fue expulsado de su huesos en esta tierra amada». militar es muy fuerte desde el
«Si la voluntad de Dios es que año 49 IparraguilTc sigue tierra, pasando a Santander,
cantando a su tierra y sus fue­ Asturias, Galicia, Portugal y no vaya por los mares, madre,
ros, a su madre y «la mujer para qué llorar». «Es triste de­Andalucía, durante dos años.
vasca» que buscaba para ca­ «Si lo supiera mi madre llo­ jar aquí la tierra querida».
raría», «muchachos que salís sarse. En Calalunya «els ma­ «Desde Montevideo hasta
con ilusión hacia América, de­tiners» gritaban por primera Euskalherria habrá unas dos
vez «¡Vivan los Fueros!». jando tierra y madre, América mil leguas, y a pesar de nues­
ya no es América, nada merece tras esperanzas pasan los años A los dos años ya, en 1855, le
la pena tanto como para dejar y no hemos prosperado mu­encarcelan en Tolosa, es un
cho». «Con la ley santa del «agitadO!' de masas» en el «es­ casa, y tierra, dad una vueiLa
tado de excepción» del siglo por el mundo y veréis cómo no amor, sin odio en el corazón,
hay tierra mejor que esta». XIX. Los fueros, palabra queremos vivir en paz con
prohibida por el régi me), libe- «Sólo le pido a Dios que me nuestros hermanos de Iberia.
N uestros seres són bienes en el
Arbol querido. Los que quie­
ren libertad, vengan juntos,
con nostros. Al mismo tiempo
que respetamos la ley de Cris­
lo, la fraternidad de los pue­
blos es la voluntad de los vas­
cos. E l buen euskaldun la ne­
cesi ta en busca de la muerte,
en su pa

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