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Sopa de escorpion , livre ebook

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Description

En la tradicion de Las mil y una noches, Sopa de escorpion es un tesoro de cuentos dentro de cuentos, donde cada uno se enlaza naturalmente con el siguiente, formando asi una cornucopia de valores y sabiduria tradicional a la manera de esas mismas obras que han moldeado el paisaje cultural de oriente durante siglos.

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 03 avril 2013
Nombre de lectures 0
EAN13 9781783011032
Langue English

Informations légales : prix de location à la page 0,0076€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

Tahirshah.com
Sopa de Escorpión
Un cuento dentro de otro cuento.
Tahir Shah
Secretum Mundi Publishing
London
MMXIII
Otros títulos de Tahir Shah
Timbuctoo
Travels with Myself
In Arabian Nights
La Mansión del Califa
House of the Tiger King
In Search of King Solomon's Mines
Un Rastro de Plumas
El Aprendiz de Brujo
Beyond the Devil's Teeth
The Middle East Bedside Book
Sopa de Escorpión
Un cuento dentro de otro cuento.
Secretum Mundi Publishing 3rd Floor 36 Langham Street Londres W1W 7AP Reino Unido www.secretum-mundi.com/ info@secretum-mundi.com
Secretum Mundi, 2013.
© TAHIR SHAH
Visita: www.tahirshah.com/scorpionsoup
ISBN: 978-1-78301-103-2
Tahir Shah afirma el derecho moral a ser identificado como el autor de este trabajo.
Un registro de este libro está disponible en la British Library.
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo por escrito de la editorial.
Este libro está sujeto a la condición de que no sea, prestado, revendido, alquilado con carácter comercial o de otro tipo sin el consentimiento previo de la editorial.
Dedicado a la memoria de mi abuelo, el Sirdar Ikbal Ali Shah – sabio, cuentista y hombre de la humanidad.
*
Desciende a través de las capas de piel de una cebolla, y encontrarás verdadera sabiduría.
-Proverbio afgano.
Contenidos
Title Page
Otros títulos de Tahir Shah
Copyright
Dedication
Introducción
El pescador
Idilio
Capilongo
Mittle-Mittle
El cuento del clavo oxidado
La tienda que vendía verdad
Tierra de ranas
El libro de pensamientos puros
El sueño del pez
Sopa de escorpión
La prometida del relojero
El más tonto de los hombres
El hombre de cuyos brazos crecieron ramas
El ermitaño
Gato, ratón
Las serpientes cantantes
La princesa de Zilzilam
La lágrima del unicornio
Tahirshah.com
Introducción
Cuando era niño, me contaban cuentos desde la mañana hasta la noche.
Me contaban historias de genios y brujas, de grandes aves que podían cargar elefantes sobre sus alas... y cuentos sobre reinos distantes y países mágicos gobernados por reyes-guerreros.
Me contaban historias sobre el bien y el mal... y me contaban cuentos de esperanza, y otros sobre desesperanza.
Incluso me contaban cuentos sobre cuentos.
Y mientras tanto, yo escuchaba asombrado.
Cuanto más escuchaba, más trabajaba mi mente. Y más logré entender que tales historias tenían un cierto poder, una sangre vital propia.
Eran instrumentos mágicos, maquinarias que podían alterar estados de la mente y cambiar el modo en que pensamos.
Los cuentos forman parte de la programación predeterminada del Hombre.
Se encuentran dentro de todos nosotros, nacidos en nosotros, haciéndonos ser quienes somos; nos hacen humanos.
Desde mi temprana niñez me he deleitado con estos cuentos, especialmente con aquellos contenidos en Las Mil y Una Noches.
Un tesoro de la cultura y las artes narrativas que en sí mismo es un laberinto de mundos, Las Mil y Una Noches evoca los reinos más fantásticos que yo jamás podría llegar a conocer.
Lo que más me gusta es cuando hay cuentos escondidos dentro de otros cuentos – entrelazados, complejos, fascinantes para los sentidos y para el alma.
Descender a través de las capas de un cuento es renacer en un reino de fantasía; uno tocado por la verdadera magia.
Sopa de Escorpión es un pequeño himno a Las Mil y Una Noches ... y para esas historias que me han hecho quien soy.
Tahir Shah, Casablanca.
El Pescador
Cuando era joven e insensato, mas seguro de que era sabio, aceptaba cualquier trabajo que me fuera ofrecido.
A veces trabajaba arduamente durante días enteros sin siquiera dormir: limpiando peces, quitando agua de embarcaciones endebles, fregando la suciedad de las cubiertas; y en otros momentos me perdía en tierras extrañas, escuchando las historias que tanto le gustan contar a los marineros; y también pensaba en ese amor que había dejado en casa, a un mundo de distancia.
Los años pasaron.
Mira mis manos y verás que te digo la verdad. Mis palmas están ásperas y callosas, tatuadas de aventuras y de las vicisitudes del destino.
Con frecuencia me prometí a mí mismo renunciar a esta vida errante y establecerme en Haifa, lugar originario de mi familia. Pero cada vez que llegaba a mi propio puerto, me convencían para embarcarme, otra vez, en un viaje más.
Y otro.
Entonces, una noche del mes de agosto, mi barco de pesca naufragó durante un violento temporal veraniego frente a las costas del norte de Africa. Siendo el único sobreviviente, fui capturado y hecho prisionero por un grupo de piratas bereberes.
Nada les es más placentero que obtener gratis a un hombre de mar, un alma perdida para canjear en el mercado de esclavos en Orán.
Ya tenían a otros treinta en su grupo; cada uno de ellos era un rudo perro de mar recogido y acumulado en las costas bereberes; cada uno de ellos tenía apenas la vitalidad suficiente como para convencer un rescate.
Día tras día tras día marchábamos; desde el alba hasta el crepúsculo.
Un exhausto pie tras otro, y Orán, el temido destino, se acercaba lentamente; y cada día apreciábamos un poquito más la libertad que alguna vez conocimos, pero que ignorábamos poseer.
Semanas transcurrieron, y los desgraciados cautivos descendimos al infierno; vino una noche adoptando la forma de las celdas en el infame campo de la muerte de Orán. Ninguna descripción, por más licenciosa y extravagante que fuere, podría hacer justicia a tal lugar.
Fuimos atados en la oscuridad de una larga barraca de piedra. Siendo unos escuálidos manojos de tendones y huesos, fuimos encadenados en hileras, cada una formada por una docena y media de nosotros. Los muertos fueron dejados donde habían expirado; sólo eran removidos cuando su putrefacta carne estaba severamente corrompida, y sus huesos quitados de los grilletes como si fueran pollos asados.
Languidecí allí durante meses, casi seguro de que no volvería a ver otra vez la luz del día. Le recé a Dios que me llevara, que me liberara.
Y abandoné toda esperanza.
Pero, una noche, el cautivo a mi lado murmuró un bocado de palabras.
No me atreví a contestarle ni a saludarlo, pues era mejor no hacerse escuchar por el carcelero; cuando oía al menos un suspiro proveniente de las celdas, tenía por costumbre rebanar las tráqueas de hombres inocentes.
En nada más que un leve murmullo, contó un cuento.
Y fue gracias al sustento de tal historia, que logré sobrevivir:
Idilio
El calor era tan severo que no lo puedo describir; navegamos sobre las aguas de una pequeña bahía muy al sur; una bahía situada en el litoral de la lejana Senegal.
Desembarcamos, colgamos unas hamacas de los árboles, armamos una fogata en la playa y cocinamos unos langostinos.
Puedo degustar su carne ahora: toda jugosa y tierna, con un ligero gusto a coco y especias.
Esa pequeña bahía era idílica, un paraíso conocido sólo por aquel que ha cortejado al mar. Cierro los ojos y veo las sombras que arrojaban las hojas de palma durante el caer de la tarde, y escucho el sonido de los pájaros píando en el calor.
Cuando se acercaba la noche, nos sentábamos alrededor de la fogata y compartíamos cuentos, historias de nuestros viajes y de nuestras vidas.
Lo recuerdo; es tan real como este momento que tú y yo compartimos ahora.
El hombre a mi lado era un español. Su nombre era Alfonso, y tenía uno de esos rostros que jamás podrías olvidar: rasgos demacrados y una expresión horneada a través de calvarios y tribulaciones.
Aspirando brevemente su pipa, se inclinó hacia adelante para atizar por un momento el fuego; sus perdidos ojos navegaban su memoria.
"Les contaré una historia", dijo cautelosamente. "Un cuento de otro tiempo; un tiempo en el cual yo no era marinero, sino un aprendiz de un maestro encuadernador de libros en Toledo. El maestro era el mayor artesano de su época, proveniente de una familia de encuadernadores ancestrales que trabajaba nada menos que para la realeza. A su tienda llegaban clientes venidos de toda España. En ocasiones, incluso arribaban desde Francia, y de más lejos también. Y es justamente un francés, famoso escritor de Troyes, a quien este cuento le concierne...."
Capilongo
Un día, el escritor francés hizo especialmente un viaje a Toledo para reunirse con el maestro encuadernador de libros; como era su costumbre, tenía una cita acordada. Durante los días previos a su arribo, los aprendices pulimos y limpiamos el taller, y luego preparamos un muestrario de los cueros más finos y ejemplares de los mejores trabajos.
Durante la mañana en la cual llegaría el escritor, había una gran sensación de expectativa. Nos vestimos con las mejores ropas, lustramos nuestros zapatos hasta hacerlos relucir como plata, y peinamos hacia atrás nuestros cabellos engrasados con pomada de lavanda.
Un poquito antes de las diez, un carruaje laqueado se detuvo frente al taller. El encuadernador de libros, cuyo nombre era Fernández, se deslizó hasta la puerta y la abrió ampliamente. Dándole la bienvenida al autor con profundo respeto, lo invitó a pasar.
Debajo del brazo del francés, había un manuscrito.
No era muy grande; tenía el tamaño de un libro de plegarias, pero impreso en un papel muy refinado. Cada folio estaba afiligranado con el blasón del autor y tenía sus bordes irregularmente barbados.
El escritor le explicó al señor Fernández que el manuscrito era en efecto muy importante; era su obra maestra, destinada a ser un obsequio para el Papa.
Por consiguiente, el volumen sería encuadernado con el mejor cuero y el título grabado en relieve con láminas del oro más caro.
Durante una hora, o quizá más, el autor repasó los detalles y el método exacto de encuadernamiento que habría de utilizarse. Dijo también que el precio y e

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