Guía práctica para el ministerio a las mujeres

House Gospel Publishing

Description

Guía práctica para el ministerio a las mujeres¿Quieres tú u otra mujer de la iglesia ministrar eficazmente a mujeres de toda edad pero no sabes cómo hacerlo? ¡Tú necesitas la Guía práctica para el ministerio a las mujeres! Este manual de fácil consulta está organizado en torno a las preguntas más frecuentes de quienes quieren servir en el ministerio, por ejemplo: - ¿Cuáles son las necesidades de las mujeres? - ¿Cuál es la responsabilidad de la iglesia en el ministerio a las mujeres? - ¿Estoy calificada para guiar a las mujeres? - ¿Por dónde empiezo? - ¿Qué hago? - ¿Cómo lo hago?Además de estar lleno de sugerencias prácticas, cada capítulo incluye preguntas para la conversación y actividades para que cada aspirante a líder complete personalmente o como parte de un grupo. La guía incluye cinco apéndices que proveen información adicional para que la líder comparta con su equipo. Con estos recursos todas podrán prepararse para un saludable ministerio a las mujeres. Comparte esta guía con tu equipo e inspira a cada persona a ocuparse en su llamado al ministerio a las mujeres.

Sujets

• Christianity

Informations

• Publié par: Gospel Publishing House
• Date de parution: 11 janvier 2017
• Nombre de lectures: 0
• EAN13: 9781607316428
• Langue: Español

Extrait

GUÍA PRÁCTICA PARA EL
Ministerio a las mujeres
Derechos reservados © 2016 por el Departamento Nacional de Ministerio a las Mujeres del Concilio General de las Asambleas de Dios
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Publicado por Influence Resources 1445 N. Boonville Ave. Springfield, Missouri 65802
Título en inglés: A Quick Guide for Ministry to Women
Ninguna porción de este libro puede ser reproducida, almacenada en una base de datos o sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —ya sea electrónico, mecánico, fotocopiado, grabado, o cualquier otro medio—, sin el previo permiso escrito de la editorial, con la excepción de breves citas en artículos o reseñas.
Diseño de portada por Prodigy Pixel ( www.prodigypixel.com ) Traducido por Larisa Grams-Benitez
Texto bíblico tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Propiedad literaria © 1999 por Bíblica, Inc.™ Usado con permiso. Reservados todos los derechos mundialmente.
Las citas de la Escritura que llevan la sigla DHH son extraídas de la versión Dios Habla Hoy, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996. Utilizada con permiso. Todos los derechos reservados.
El texto bíblico indicado con «NTV» ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, ©Tyndale House Foundation, 2008, 2009, 2010. Usado con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.
Las citas de la Escritura que llevan la sigla TLA son tomados de la Traducción en Lenguaje Actual. © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Utilizada con permiso.
Preparado por el Departamento Nacional de Ministerio a las Mujeres del Concilio General de las Asambleas de Dios
Nota: Todos los nombres y cada historia fueron creados con fines de capacitación y no hacen referencia a personas reales.
02-4216
Impreso en los Estados Unidos de América
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
PRIMERA SESIÓN: ¿Quiénes son las mujeres a las que ministramos?
SEGUNDA SESIÓN: ¿Por qué debemos ministrar a las mujeres específicamente?
TERCERA SESIÓN: ¿Cuáles son las necesidades de las mujeres?
CUARTA SESIÓN: ¿Cuál es la responsabilidad de la iglesia en el ministerio a las mujeres?
QUINTA SESIÓN: ¿Estoy calificada para guiar a las mujeres?
SEXTA SESIÓN: ¿Por dónde empiezo?
SÉPTIMA SESIÓN: ¿Qué hago?
OCTAVA SESIÓN: ¿Cómo lo hago?
NOVENA SESIÓN: ¿Cómo podemos empoderar a las mujeres?
DÉCIMA SESIÓN: ¿Cuál es el resultado que se espera?
CONCLUSIÓN: ¿Y ahora qué?
NOTAS FINALES
APÉNDICES
INTRODUCCIÓN
C uando mi esposo y yo pastoreábamos en Kansas, el Señor de continuo nos traía personas que necesitaban afecto. Algunas de ellas se habían trasladado hace poco a la zona, al igual que Mike y yo. Otras, por una razón u otra, habían dejado la iglesia donde se habían criado. Unas pocas eran de alguna otra congregación, sin embargo la mayoría eran personas que nunca habían asistido a una iglesia.
Aunque emocionante, a veces también era intimidante .
Con toda sinceridad, me sentía abrumada por las necesidades de las mujeres que llegaban a la iglesia. Cuando alcanzamos a la gente, estamos trabajando con personas que tienen heridas. Conocí a mujeres que habían sido abusadas muchas veces y desatendidas desde niñas. Otras estaban esclavizadas a ciertos hábitos. Algunas estaban en una relación matrimonial destructiva. Otras vivían en condiciones de pobreza. Muchas se sentían solas y desconectadas de amistades genuinas. Todas ellas necesitaban desesperadamente la esperanza que sólo Jesús puede dar.
Yo servía como pastora de las damas, enseñaba clases de educación cristiana para adultos y dirigía las jornadas de orientación para los nuevos creyentes. Planificaba eventos para mujeres y grupos pequeños específicamente para ellas. Trataba de reunirme de forma individual con ellas cuando buscaban mi amistad, pero nunca era suficiente. Esas mujeres no estaban creciendo, y no estaban experimentando la comunión. No estaban experimentando una transformación real. A veces me sentía frustrada, y pensaba para mis adentros: ¡Cómo me gustaría que estas mujeres simplemente escucharan y captaran el mensaje del domingo por la mañana! Pero eso no era suficiente; necesitaban más que buenos sermones o algunos eventos cada año. ¡El trabajo era demasiado grande para mí!
Si estás trabajando en una iglesia y tu tarea es ministrar a las mujeres, tal vez te identifiques con mi historia. ¿Alguna vez sentiste que el trabajo era demasiado grande para ti?
En esta guía práctica, comparto contigo una parte de mi experiencia. Quiero que tengas las estrategias y los recursos que yo hubiera querido tener cuando estaba en tu lugar.
Éstas son las preguntas que venían a mi mente de continuo:
¿Vale la pena todo el tiempo y el esfuerzo que invierto en este ministerio? Ministrar a las mujeres puede ser engorroso y complicado. Las mujeres podemos ser difíciles (¡tú sabes que es así!). Incluso la expresión «ministerio a las mujeres» puede ser peyorativa. Algunas personas creen que es simplemente un «club de manualidades» o un grupo exclusivo de la iglesia. La verdad es que necesitamos con urgencia mujeres saludables que inviertan en otras mujeres. Cuando las mujeres acepten plenamente la vida que Cristo ofrece, las familias, las iglesias, las comunidades y los trabajos serán más saludables. ¡Sí, vale la pena!
Cuando entendí que era realmente un esfuerzo valioso, pensé en muchas otras preguntas:
• ¿Quiénes son las mujeres a las que ministramos?
• ¿Por qué debemos ministrar a las mujeres específicamente?
• ¿Cuáles son las necesidades de las mujeres?
• ¿Cuál es la responsabilidad de la iglesia respecto a estas necesidades?
• ¿Estoy calificada para guiar?
• ¿Dónde empiezo?
• ¿Qué hago?
• ¿Cómo lo hago?
• ¿Cómo puedo empoderar a las mujeres?
• ¿Cuál debería ser el resultado?
Tú has sido llamada a ministrar a las mujeres. Tal vez no te sientas preparada, pero Dios te ha puesto en la iglesia en este momento con un propósito específico. Hemos preparado esta guía a fin de capacitarte para la tarea importante de ministrar específicamente a las mujeres.
Queremos inspirarte a que aceptes tu llamado como líder del ministerio a las mujeres. La palabra «inspirar» significa: dirigir o guiar por influencia divina, sacar a la luz, ser la causa o la fuente de algo, dar vida a algo y estimular ideales. Esperamos que esta guía te anime a someterte por completo a la dirección del Espíritu Santo, y que Él infunda vida en tu ser. Que te guíe a influir en las mujeres que Él ponga en tu camino, para que reciban las promesas de Dios y vivan la vida que Él ya preparó para cada una de ellas.

—KERRY CLARENSAU
Directora Nacional del Ministerio a las Mujeres para el Concilio General de la Asambleas de Dios (2010–2016); Directora del Ministerio a las Mujeres, Distrito Norte de Texas de las Asambleas de Dios (2016–)
Primera sesión
¿QUIÉNES SON LAS MUJERES A LAS QUE MINISTRAMOS?
Emily es pedicura y mamá soltera de niños muy activos. Cada semana, ella lucha para proveer el alimento para su familia.
Amanda de veintitrés años, es soltera y está a punto de graduarse de la universidad. Tiene temor porque no sabe cómo pagará el préstamo de estudios ni cuáles son los próximos pasos importantes que debe dar en el futuro.
Marge se acaba de jubilar y está enfrentando un tiempo de depresión. Se pregunta si su vida tiene valor alguno y cuál es su propósito.
Jane , que participa activamente en la iglesia, ha estado casada por veinte años, y nadie sabe que su matrimonio está en crisis.
Sarah es directora de finanzas de una gran empresa. Ella tiene mucha responsabilidad en su trabajo; el lunes tendrá que informar al comité ejecutivo de la caída en los ingresos, la cual tendrá un gran repercusión en la empresa.
Allison acaba de recibir un diagnóstico de un agresivo cáncer de mama, la misma enfermedad que acabó con la vida de su madre cuando sólo tenía treinta y cinco años de edad.
Kristi pronto enfrentará el primer aniversario de la muerte de su esposo y su hijo. Ambos fueron atropellados por un conductor ebrio.
H oy en día, muchas mujeres, como las que figuran aquí, o no tienen una visión cristiana del mundo o están abrumadas con los problemas de la vida, o posiblemente ambas cosas. Antes de que ellas puedan alcanzar a otras personas, deben recibir la esperanza y la sanidad que ofrece Jesús.
DEFINICIÓN BÍBLICA DEL MINISTERIO A LAS MUJERES
Conforme las mujeres vengan a nuestras iglesias, reciban sanidad y establezcan relaciones saludables, serán más compasivas cuando tiendan la mano a otras mujeres, y fortalecerán la capacidad de la iglesia para ministrar con efectividad.
Hoy, más que nunca, es importante que las mujeres reciban sanidad dentro de la iglesia. El siguiente pasaje de Ezequiel describe a la congregación que no se concentra en el concepto de la sanidad dentro del cuerpo de Cristo. Ezequiel 34:1–10 nos muestra la condición de las ovejas que no son bien pastoreadas:
El S EÑOR me dirigió la palabra: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el S EÑOR omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes. Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas. Por tanto, pastores, escuchen bien la palabra del S EÑOR : Tan cierto como que yo vivo —afirma el S EÑOR omnipotente—, que por falta de past