Dadles lo que quieren/Libro
106 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris

Dadles lo que quieren/Libro , livre ebook

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris
Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus
106 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus

Description

Inspirational testimonies, biblical examples, and practical suggestions guide teachers toward fulfilling the eight needs of their students: friends, a sense of purpose, fun, meetings with God, understanding, answers, a better way to live, and truth.

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 26 juin 2018
Nombre de lectures 0
EAN13 9781607315384
Langue Español

Informations légales : prix de location à la page 0,0600€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

Dadles Lo Que Quieren

Cómo convertir la Escuela Dominical en un lugar donde la gente quiere estar
Michael H. Clarensau y Clancy P. Hayes
Este libro fue publicado en inglés con el título Give Them What They Want por Gospel Publishing House ©2001
Todas las porciones de las Escrituras han sido tomadas de la SANTA BIBLIA, Versión REINA-VALERA 1960. Todos los derechos reservados.
ISBN 978-0-88243-314-1
Sexta impresión 2017
©2004 por Gospel Publishing House, Springfield, Missouri 65802-1894.
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación, o transmitida de ninguna manera o por ningún medio electrónico, mecánico, de fotocopia, grabaciones, o de cualquier otra manera sin permiso previo del dueño de los derechos de copia, con la excepción de breves citas que se usen en comentarios, en revistas, o en periódicos.
Índice
Prefacio
1. Quieren amistades
2. Quieren un sentido de propósito
3. Quieren divertirse
4. Quieren un encuentro con Dios
5. Quieren aceptación
6. Quieren respuestas
7. Quieren aprender un mejor modo de vida
8. Quieren la verdad
Prefacio
La pregunta que los líderes de la iglesia constantemente se hacen es: “¿cómo podemos impactar a más personas con el evangelio?” Tal vez usted se ha preguntado lo mismo. Este libro es una manera de responder esta importante pregunta.
Los autores han identificado ocho necesidades que son comunes en las personas de toda edad. Los autores afirman que cuando reciben lo que quieren, las personas responden con su asistencia y su atención.
Dar a la gente lo que quieren no significa que tenemos que negociar con el evangelio, sino que podemos expandir los propósitos del reino de Dios. Las necesidades comunes de la humanidad son un reflejo del diseño de Dios en cada uno de nosotros. Todos los que participamos en la educación cristiana tenemos el desafío de trabajar con Dios y su propósito de guiar a la gente a niveles más elevados de madurez espiritual.
El formato de este libro combina lectura devocional y material instructivo. Cada capítulo tiene como introducción una historia inspirada en un relato bíblico. Nuestra conexión con los personajes aumenta cuando expandimos la realidad de ellos por sugerir lo que posiblemente pensaron o sintieron. Cada capítulo también provee el ejemplo de una iglesia local que presenta el resultado positivo que vemos cuando los líderes de la iglesia se comprometen a satisfacer las necesidades de la gente.
Este libro tiene como propósito llegar a una variedad de lectores. Los pastores se beneficiaran porque los familiarizara con las necesidades básicas de la generación a la que ministran. Las sugerencias pueden aplicarse en los diversos ministerios de los que son responsables. La responsabilidad principal del pastor es el desafío de enfocar los ministerios de la iglesia en las necesidades. El primer paso en un largo proceso es comprender la importancia del mensaje de este libro.
Si usted enseña en la escuela dominical y quiere ser pertinente en lo que habla con sus alumnos, este libro le proveerá las herramientas para alcanzar esa meta. La escuela dominical es la manera mas fácil de integrar las personas al cuerpo de Cristo. Si la escuela dominical no atrae porque la gente considera que los programas son anticuados, es su responsabilidad cambiar esa opinión. Los principios de este libro lo ayudaran.
Los líderes de otros ministerios de la iglesia se beneficiaran también con la lectura de este libro. Los principios que presenta se aplican a todas las personas. En estas páginas encontrará sugerencias que ayudan a obreros de niños, de jóvenes, y de adultos, a discipular más personas de una manera más efectiva.
Para aquellos que quieren usar este libro en una sesión de entrenamiento en grupo, también hay disponible un manual para el líder. Este manual incluye auxiliares para discusión de los temas y hojas de trabajo para cuando divida la clase en grupos más pequeños. Uno de los desafíos al preparar un libro como este es proveer ayuda específica para cada una de las etapas de desarrollo de las personas con quienes trabaja. El manual del líder ayuda a enfrentar ese desafío. Especialistas en cuatro diferentes edades han desarrollado las páginas en el manual del líder que ayudará a los maestros a desarrollar prácticas en su ministerio individual que satisfagan esas necesidades del desarrollo.
Queremos comunicar nuestro especial agradecimiento a Carey Huffman, Verda Rubottom, Sharon Ellard, y Rocío Curtis, por la ayuda en el desarrollo de este libro. Las sugerencias y la participación de ellos fue de especial valor durante el proceso de conceptualización y desarrollo.
1

Quieren amistades

“Las personas desean ser parte de una comunidad que se preocupe por ellas. Generalmente se sentirán mas atraídas por la calidez de las relaciones que por el brillo de la apologética.”
Rebecca Manley Pippert

La sopa a penas se agito cuando Aarón introdujo un trozo de pan en el plato. Sin carne, solo unas pocas verduras deshidratadas, ni siquiera prometía una sabrosa comida. Pero era todo lo que tenían y, tal vez, todo lo que tendrían.
Los otros hombres ocuparon su lugar acostumbrado alrededor de la fogata, en silencio devoraban la comida del día. No había necesidad de conversar. Con el paso de los años, toda triste historia ya había sido referida, ya todo pensamiento había sido compartido, toda desilusión descrita con lujo de detalles. Nadie hablaba del futuro, porque el futuro no prometía nada a ninguno de ellos — nada sino una sopa desabrida y un pedazo de pan duro.
Aarón nunca se había imaginado como era la vida de un leproso. El segundo hijo de una de las familias más prominentes de la tribu de Manasés, el dedicaría su vida a los negocios junto con sus hermanos. En unos pocos años había demostrado sus habilidades, había ganado más dinero que su hermano mayor. Esos días ahora parecían tan lejanos.
Aarón contemplo la extraña colección de individuos que rodeaban la fogata. Había aproximadamente doce. La vida pasada de cada uno nunca los habría unido — dos agricultores, un recaudador de impuestos, unos cuantos hombres de negocio, algunos de alta alcurnia, otros que lo único que sabían era mendigar, y un sacerdote. Ahora, estaban sentados frente a una débil fogata, unidos por la carne blanquecina y deteriorada que los había despedido del hogar.
Hogar . Los recuerdos todavía dominaban el pensamiento de Aarón. La cara de su hermosa esposa y de su hijo estaban permanentemente labradas en su corazón. Los profundos ojos oscuros de Raquel lo habían atraído desde la primera vez que la vio. La belleza de ella lo había cautivado, y había hecho que todo lo demás en su vida perdiera brillo. ¡Cuanta esperanza tuvieron! ¡Como habían soñado! El nacimiento del primer hijo había sido el glorioso comienzo de la vida de ellos. ¡Como los extrañaba! Que ganas tenía de abrazarlos. Ahora podían abrazarse solo con la mirada. Esa barrera que su enfermedad había erigido los mantendría apartados para siempre.
Obviamente, era una barrera que nadie podía penetrar. Los ojos de Aarón examinaron el grupo de hombres solitarios. También ellos habían tenido familia y amigos. Pero, ahora no. La soledad los había unido, y unidos habían sobrevivido. Pero aun la amistad entre ellos era vana. Eran intocables, aun uno al otro.
Rubén, el anciano recaudador de impuestos, repentinamente se paró y miró al horizonte. “¿Que pasa, Rubén?,” preguntó el sacerdote, rompiendo el silencio con la primera palabra de la mañana.
Rubén no respondió, sino que comenzó a moverse hacia el grupo que había aparecido en la colina.
“¡Es Jesús!”, gritó uno de los pordioseros.
¡Jesús! El corazón de Aarón casi explotó. Todo leproso había escuchado hablar de Jesús. Las historias de las sanidades que por muchas semanas se habían visto en la frontera de Samaria con Galilea. También había sanado leprosos, según decía la gente.
Aunque no podían correr, algo en ellos los impulsaba. Con dificultad caminaron entre las filosas piedras. “¡Jesús ten misericordia de nosotros!” Aarón escucho su propia voz clamar a todo pulmón. Enseguida el aire se lleno con los gritos.
Jesús se detuvo y el grupo que lo rodeaba se volvió para mirar a los leprosos. Los enfermos también se detuvieron, el instinto les indicó la distancia que la Ley exigía. Los grupos estaban parados y los separaba la distancia reglamentaria, entre ellos había algo más que piedras.
Aun a la distancia, Aarón pudo ver algo diferente, algo especial, en la mirada del que llamaban Jesús. “Vayan, preséntense ante el sacerdote”, las palabras de Jesús penetraron el tibio aire de la mañana.
Aarón miro sus pies. La carne casi muerta todavía estaba adherida a su frágil estructura, pero él no vaciló. Los otros todavía clamaban sobre las rocas, en dirección a la ciudad. Aarón sabía que la misma ola de esperanza que lo había inundado, también había pasado sobre ellos.
En ese momento se escucharon los gritos. “¡Miren!” Rubén fue el primero que gritó. Los ojos del anciano estaban abiertos y brillaban de gozo, cuando se volvió y extendió los brazos para que todos lo vieran. La carne estaba limpia, tan perfecta como la de un recién nacido. Rubén cayo de bruces, los sollozos lo remecían. Los demás hombres miraron asombrados, sin darse cuenta en ese momento que todos habían experimentado la misma sanidad.
El tormento por fin había acabado. Pronto entre las piedras prorrumpió una celebración mayor que la de un ejercito victorioso. Hombres que por años no habían podido tocarse, se abrasaban y danzaban.
Aarón se inclino cerca de una roca, tenía los ojos llenos de la celebración de sus compañeros. ¡Sano! Las lágrimas dejaron huella en su rostro cubierto de polvo, mientras levantaba una pierna y después la otra. ¡Por fin había terminado! La pesadilla había llegado a su fin en forma de una lenta muerte, como siempre había imaginado.
¡Raquel! La familia ocupó el pensamiento de Aarón.

  • Univers Univers
  • Ebooks Ebooks
  • Livres audio Livres audio
  • Presse Presse
  • Podcasts Podcasts
  • BD BD
  • Documents Documents